- MEJOR SIN CORREA - Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección (Francis Picabia).

Nos encanta meter todo en categorías, nos aporta paz interior y nos ahorra problemas.
Y como tal, intentamos polarizar a todo el mundo: eres de derechas o de izquierdas, creyente o ateo, de River o Boca, aburrido o alocado…
Y en esta clasificación no ha lugar al cambio, a la duda, al matiz o al abanico de posibilidades entre los extremos.
Y es que un cerebro suelto es más peligroso que el mayor de los perros de presa, o al menos eso es lo que parecen creer los que nos invitan cada día al pensamiento único y uniformado como único modo de proceder.
Sin embargo, nosotros sí podemos elegir soltarnos de la correa, romper clasificaciones, cambiar de opinión tras reflexionar, encontrar nuestra opción pero teniendo derecho a dudar y a intentar evolucionar, replantearnos todo y volver a empezar de nuevo si es necesario.
Solo así podremos quitar el bozal a nuestro cerebro para que su voz pueda resonar llena de razones.
Charles Evans