- LA CONVERSIÓN PASTORAL - Es la interioridad de una persona, una Comunidad que se expresa hacia la vida, para renovar nuestro estilo Evangelizador.

Capítulo 4 de la Carta Pastoral 2010 “CRUCEMOS A LA OTRA ORILLA”
1. La llamada a la conversión. Jesucristo comenzó su ministerio llamando a la conversión:
“Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca” (Mt. 4,17). “Conviértanse y crean en la Buena Noticia” (Mc. 1,15).

La conversión constituye una exigencia evangélica que debemos permanentemente actualizar. La Iglesia, siguiendo a Jesucristo, llama a la conversión.
La conversión es la preocupación principal de la predicación de Pedro: A los oyentes que le preguntaban: “¿Hermanos, qué debemos hacer?”, Pedro respondió: “Conviértanse y háganse bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el don del Espíritu Santo” (Hech. 2,37-38).
La Iglesia sigue el mismo camino:
La conversión se entiende a nivel personal. Cuando nosotros decimos “conversión” hablamos a nivel personal.
La conversión es alejarse del pecado. Convertirse significa reorientarnos de nuevo hacia Dios, volver a Él. Volver a la casa del Padre: “Me levantare e iré a la casa de mi padre” (ver Lc. 15).
La conversión:
•Es desandar el camino.
•Es volver a los orígenes, al punto de partida.
La conversión supone:
•Un cambio de vida.
•Un cambio de visión.
La conversión cuesta, provoca resistencia.

2. La conversión pastoral
El Documento de Aparecida inventa un concepto. Nos habla de conversión pastoral (nº 365-372).
¿Qué es conversión pastoral?
La Carta Pastoral de los obispos argentinos con ocasión de la Misión Continental dice: “La conversión pastoral se expresa en la firme intención de asumir el estilo evangélico de Jesucristo en todo lo que hacemos. Estilo que exige, del evangelizador, la acogida cordial, la disponibilidad, la pobreza, la bondad, la atención a las necesidades de los demás (cfr. Mt. 10,5-10)”.

¿Qué es el estilo evangélico?. Partamos del estilo literario. El estilo literario es el modo de hablar o escribir, de combinar y entrelazar los giros, las frases para expresar conceptos.
El estilo nace de la interioridad. El estilo nace de un triple fondo de la persona. Nace de un fondo racional. Del modo de comprender, de valorar, de concebir la vida.
Para el hombre religioso nace de su fe. Para el cristiano debemos decir que la fe, la esperanza y la caridad son como el núcleo central de los valores de su existencia cristiana. El estilo, nace también de un fondo que no es intelectual, sino que nace de un fondo afectivo: del amor, de la solidaridad, etc.
Por eso se dice que el estilo es lo profundo del hombre que sale a la superficie. Lo profundo es la interioridad, la racionalidad, la fe, la afectividad, la valoración interior de las cosas y de la vida.
El estilo es el sello de la personalidad.
Si pasamos a hablar de estilo pastoral, debemos decir que es la interioridad de una persona (de un agente de pastoral) que se expresa en modos exteriores de vida. Esto debemos aplicarlo, no sólo a las personas individuales, sino también al estilo de una comunidad. Es el modo como una comunidad piensa, ama, actúa. Podemos constatar que una comunidad tiene un estilo distinto a la otra. Una comunidad se da un estilo de vida. Otra comunidad se da otro estilo propio.

Pero lo importante es tener en cuenta que el estilo nace de una interioridad. Hablar de interioridad es hablar de espiritualidad. Si queremos cambiar un estilo debemos revisar nuestra espiritualidad.

3. Conversión pastoral y nuevo estilo evangelizador
Conversión pastoral significa renovar nuestro estilo evangelizador.
La conversión pastoral pasa por el modo de relacionarse con los demás. Es un tema relacional. La conversión pastoral implica renovar nuestras actitudes.
Aquí importan, en primer lugar, las actitudes, el estilo, que es previo a cualquier acción. Antes de la organización de las tareas, cuenta el “cómo”. Cómo voy a hacer las tareas, el modo, la actitud, el estilo. Se nos está pidiendo un estilo comunional, cordial, que trasmite lo fundamental: la bondad de Dios.
Anteriormente dijimos que “el estilo nace de una interioridad. Hablar de interioridad es hablar de espiritualidad”.
Notemos que tanto el documento Navega Mar Adentro como nuestro Plan Arquidiocesano de Pastoral comienzan con un primer capítulo sobre la espiritualidad: “El Espíritu que ha de animarnos”. Aquí está la clave. Debemos testimoniar actitudes evangelizadoras previas a la acción.
Tenemos que alentar un estilo de Iglesia sostenido en actitudes que muestren acogida cordial, bondad, ternura.
Como vemos, la conversión pastoral requiere un cambio de actitudes. El agente de pastoral trasmite la fe a partir de su propia persona. La persona (la comunidad) debe ser testimonio creíble para los demás.
Éste es el cambio de actitud requerido para cualquier agente de pastoral (para toda comunidad eclesial) más allá de la actividad que haga. Cada acción debe manifestar que Dios es bueno, que es Padre. Así el destinatario conocerá la bondad de Dios.
Entonces lo fundamental pasa por lo actitudinal. Esto no quita que haya que programar, organizar, evaluar, buscar las mejores herramientas y pedagogías.
Para esto hay que hacer un camino de conversión, que no sólo es personal, sino también pastoral. Y esta conversión apunta a que toda acción evangelizadora comience por un estilo, por una actitud, donde se muestre el amor de Dios.
Las Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización han resaltado la importancia de la “acogida cordial” que debemos tener con nuestros hermanos: “En la medida que reciban una acogida cordial, generosa y festiva... se los ayudará… a actualizar la memoria del Bautismo que una vez recibieron” (nº 48); “Debemos motivar a nuestras comunidades para que renueven su capacidad de acogida, y revistan de calidez humana y de atención cordial” el trato con los demás (nº 49).
Para reflexionar
En nuestra reflexión comunitaria tengamos en cuenta que la conversión pastoral supone:
•Escucha y diálogo
•Confianza y aceptación del otro.
Y también:
•Partir de las inquietudes personales, de los problemas y situaciones concretas.
•Respetar el contexto cultural, familiar y social
Además, tengamos en cuenta que:
•La acogida es la primera actitud pastoral a tomar.
•Es necesario dedicar atención a cada persona.
•Se debe favorecer el diálogo cordial, amable, paciente, sencillo.
Fuente – Capítulo 4 de la Carta Pastoral 2010 “CRUCEMOS A LA OTRA ORILLA”
http://www.fb.arztucuman.org.ar/doc/cartas/2010/cap4.php