- LA LOCURA DEL EVANGELIO - Jesús, tu vos se alza, para amar sin señalar a nadie, para partir tu pan con el hambriento y con el desnudo.

Te llamaron loco a vos y a los tuyos. Y a muchos otros hombres y mujeres en la historia. Les llamaron trastornados, chiflados, insensatos, lunáticos… porque el evangelio le daba un poco la vuelta a todo.
Hoy todo es más sutil, pero al final sigue habiendo quien piensa, burlón, que tomarse demasiado en serio tu proyecto tiene algo de chifladura…
¿Y qué más da lo que digan? ¿Quién es el loco, y quien el cuerdo? Es verdad que puede parecer temerario arriesgarse a amar a tu manera, a gastar la vida sin demasiadas reservas, a buscarte aunque te nos escondas un poco.
Y, con todo, mejor ser capaces de vivir esa lógica que nos hace los más locos del mundo, y los más humanos.

1. CONTRACORRIENTE
Estas palabras provocaron una nueva división entre los judíos. Muchos decían: "Está endemoniado y loco, ¿por qué lo escuchan?" (Jn 10, 19-20)

“Nadie da nada por nada”. “Piensa mal y acertarás”. “Todo tiene un precio”. “El que pega primero pega dos veces”. “Calumnia, murmura, que algo queda”. “Dios no existe, así que disfruta de la vida”. “Dios es como decimos nosotros”, “La verdad es nuestra”, “Yo solo quiero ayudarte”, “Hay que cuidar la imagen”, “No basta serlo, hay que parecerlo”.
Refranes de siempre, eslóganes de ahora. Para escaparse, para justificar nuestros prejuicios, nuestras formas de ver las personas y las realidades de otros hermanos.
Y frente a ellos, se alza, desnuda, esa otra verdad tuya que invita a amar sin esperar nada a cambio. A PARTIR TU PAN CON EL HAMBRIENTO (pan de amistad, de cariño, de contención, aceptación, inclusión) Y TU TÚNICA CON EL DESNUDO (de derechos, de espacios para desarrollarse como persona, de dignidad, de conocimientos, del evangelio, de comunidades fraternas y acogedoras).
Esa forma tuya de tener siempre una palabra y un gesto de acogida para cada persona, al margen de etiquetas ni prejuicios.
Esa forma tuya de saber que cada persona es un tesoro único que Dios ha puesto en este mundo para que dé fruto.
Y así es tu locura, que nos hace preguntar; que haría tu locura con nuestros hermanos gay?, drogadictos?, violadores, asesinos, estafadores?, con los destructores de conciencia, con los que destruyen la Creación?.
¿En qué sentido para mí el evangelio supone remar a contracorriente? ¿Qué hay de “locura” en mi fe?

2. LO INCIERTO
“Quien se empeñe en salvar su vida, la perderá; quien la pierda por mí y por la Buena Noticia, la salvará. ¿Qué le vale al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida?” (Mc 8,35)

En el mundo de las seguridades y la sobreprotección. Cuando todo tiene que estar bien atado, para no dejar hilos sueltos.
Cuando se nos invita a "buscar la seguridad", porque nunca se sabe lo que puede pasar, es bonito imaginarte saliendo al camino, a la intemperie, sin tener todas las seguridades en la mano.
Porque en la vida, a veces, hay que arriesgar. Arriesgar para darle una oportunidad a los que no la tienen. Arriesgar para buscar una felicidad que no siempre está a la vuelta de la esquina. Arriesgar para que la fe sea algo que de verdad nos llegue a la entraña. Arriesgar para llegar a amar al modo de Jesús.
¿Cuándo he arriesgado yo por la fe? ¿Qué incertidumbres tienen sentido en mi vida? Y que hay de la locura de irnos en barcas inseguras a la otra orilla, a esa que tememos y desconocemos?.