- VIOLENCIA INFANTIL - Solo quedará como campaña de dibujitos que nos alegraron la vida?... o construiremos un mundo para que todos los niños tengan la vida que merecen.

Desde hace unas semanas se produce en las redes sociales una campaña de poner en el lugar de una foto personal, el personaje de un dibujo animado que nos lleva a nuestra infancia.
La idea es tomar conciencia de esta situación que viven millones de niños en el mundo. La historia nos dice que esto existió siempre, y que en estos tiempos se trata por diversos medios de revertir esta situación.
Como todas estas vidas en peligro (violencia infantil, violencia hacia las mujeres, violencia a los extranjeros, a los que portan un color de piel determinado), hablar del tema e involucrarse y de que estas realidades salgan a la luz, se hable de ello, se estudie, se analice, se reflexione, hace que la Vida sea respetada y valorada. Denunciar y anunciar.
Las formas son conocidas, porque es una situación que puede pasar en nuestro entorno familiar, en nuestras escuelas, grupos, comunidades, o nos puede haber pasado a los que leemos esto.
Puede ser física con sus secuelas que muchas veces llevan a la muerte, pero está la otra, la que casi no se ve, la que tomamos por natural, la que va por dentro de la persona y hecha raíces y determina conductas para la vida adulta.
Sus orígenes son variados, formas de disciplina mal entendidas o aplicadas, niños que no piensan y solo están capacitados para recibir ordenes, luego en los ambientes ante una personalidad que impone una idea sucumben sin analizar la misma, podemos aplicar eso a cuando ciertas personalidades cuando no saben decir que no ante la “orden” para beber o fumar, por ejemplo. Se da cuando padres o tutores ejercen rígidas interpretaciones del accionar de un grupo aplicando normas y reglas.
Otro origen es la institucionalizada, la oficializada por distintos medios que provocan ignorancia, insensibilidad o simplemente cuando no se legisla o cuando una vez legislada, la comunidad de las personas no la pone en práctica, omisión de parte de la misma. Sabemos de algún acto o situación de violencia y miramos para otro lado.
Hay un origen que tiene que ver con el mundo del capital, de la ganancia, de los infantes, que trabajan cosechando ajos, o en granjas (como el caso de la muerte de Ezequiel en una granja avícola, recogiendo huevos…), o sirven en el trabajo esclavo en lugares clandestinos, o los niños que hacen de “banderas humanas” para la fumigación en los campos de soja.
Tantos orígenes para una misma situación, el maltrato a un ser humano, una vida. La raíz básica de este maltrato, degradación y esclavitud de los niños es la falta total de conciencia de la vida del otro, de los nadies, del prójimo… niguneados de miles de formas y maneras.

Que esta campaña, no quede solo en poner un dibujito y hacer toda una historia sobre los gustos de las series y solo recordar nuestra infancia, sinó que sirva para madurar, caminar un poco hacia la libertad de ser una persona integra y digna.
Para otros hermanos, significa que ellos pueden llegar a ser curados, liberados y dignificados, cuando nosotros llevemos nuestros valores a los adultos, a las familias, a los jóvenes que asumirán compromisos sociales, familiares y ocuparán puestos de responsabilidad en la sociedad.
Cruzaremos a la otra orilla, cuando en nuestras Comunidades Palestristas, especialmente en las de Adultos, comencemos a hablar y tomar conciencia sobre este tipo de violencia y otras violencias en los cuales estamos en deuda.
Cruzaremos a la otra orilla de esta realidad, no solo cuando estemos preparados, sinó cuando seamos capaces de decirles a ellos, cara a cara; “Si Señor… yo, te sigo”.