La dinámica de la evangelización es contundente, porque
quien hace de movilizador es el Espíritu de Dios, que a través del tiempo va
agregando ingredientes nuevos y eficaces para agrandar el reino.
Desde el 85 que Dios invitó a Palestra a trabajar en los
ambientes de los Institutos de menores Carcelados, con o sin proceso judicial o en situación de
riesgos y el camino nunca fue fácil, desde la cultura de estigmatizar y culpar
de todos los males de la sociedad a los que están en las cárceles, a tener
miedo de “mezclarnos” con ellos por sí las moscas, pasando por compromisos
fallidos, abandonos, experiencias difíciles, desconocimiento de esa realidad,
todo parece que contribuye a seguir en la lógica de no involucrarnos.
Pero también hay una lógica, la de llevar la Buena Nueva,
por eso, muchos hermanos dejaron parte de su historia personal grabada en el
corazón de tantos chicos y chicas, tantas historias de la presencia de dios en
esos corazones.
La experiencia de la Comunidad Filemón y del Movimiento
todo, se expresa en la visita de todas las semanas a los Institutos, con lo que
se tiene, con lo que hay, que nos es poco, porque cada Palestrista que va a
compartir la Fe y la Vida con ellos, es
explicitar la presencia de Jesús de manera personal y comunitaria,
porque El siempre está ahí, y cuando se vuelve, se regresa renovado y con miles
de preguntas y cuestionamientos que solo hacen proyectar nuevas cosas en el
tiempo.
Todo un trabajo de base, a la que año tras año se van
sumando nuevas acciones, como Movimiento será cuestión de asimilar en nuestros
actos diarios que la Etapa Adolescente, se gestó sin nosotros darnos cuenta
plenamente, en las resoluciones del Secretariado de esa época, al crear la
Comunidad Jeremías un grupo grande de palestristas que tenían la misión de
generar nuevas comunidades que trabajen con los ambientes marginados (así
llamados en los 80).
De esa Comunidad madre, salió la Comunidad Filemón y María Magdalena entre otras, años 1985. Esta experiencia comenzó en los principios del 80, y tomó forma durante la preparación del Encuentro de Juventudes que se realizó en Córdoba, septiembre del 85, la presencia de Palestra en la mayoría de las convocatorias de la Iglesia Argentina, nos habrío el corazón y la mente para asimilar las experiencias de todo tipo dentro de la Iglesia y no hizo más que engrandecer el horizonte de lo que nosotros mismos elaborábamos, todo un desafío en esa época, no exenta de dificultades dentro del mismo movimiento.
De esa Comunidad madre, salió la Comunidad Filemón y María Magdalena entre otras, años 1985. Esta experiencia comenzó en los principios del 80, y tomó forma durante la preparación del Encuentro de Juventudes que se realizó en Córdoba, septiembre del 85, la presencia de Palestra en la mayoría de las convocatorias de la Iglesia Argentina, nos habrío el corazón y la mente para asimilar las experiencias de todo tipo dentro de la Iglesia y no hizo más que engrandecer el horizonte de lo que nosotros mismos elaborábamos, todo un desafío en esa época, no exenta de dificultades dentro del mismo movimiento.
Esto nos cuenta uno de los palestristas que estuvieron en
los inicios, Raúl Páez Márquez; “Al
principio apostolábamos con todo tipo de realidades marginales; nos juntábamos
por ejemplo en la plaza independencia y compartíamos el evangelio y nuestras
vidas con menores (chicos de la calle), mendigos, prostitutas, travestis, etc.
Encuentro Regional 1992 - Tafí Viejo |
Pero nos dábamos cuenta de que no era suficiente y que teníamos que sembrar
para ser efectivos de manera ordenada por eso decidimos enfocarnos en los
menores en situación de riesgo, así que a partir de 1986 comenzamos a apostolar
en el Instituto Agromecánico de Tafí Viejo (en esa época todos los internos tenían
causas penales).
7º Encuentro Nacional - Santa Fe |
Y Dios que siempre provee, nos mostro el camino con Sacerdotes
maravillosos, como los Padres Benigno Robles, Julito Rodríguez, Luis Rufino en
los primeros tiempos, y más adelante Pablo Dip, Daniel Clerici y muchos otros. Sin
olvidarnos de nuestra querida monja, la Hermana Carmen Latonda.
En este momento pasan tantos nombres..., pero me doy cuenta que todos
tienen un denominador común: el amor a Cristo, a su Evangelio y a construir el
Reino donde Él decida.
El primer PM fue en noviembre de 1991 en el Club náutico de El Cadillal.
En el 92 Palestra se hizo cargo de la organización del Congreso Regional de
Pastoral Carcelaria (más de 300 personas de todo el NOA) y en el 94 del Encuentro
Nacional (más de 1.000 personas de todo el país).
Hasta hace pocos años Palestra era el único movimiento de la Iglesia, que
apostolaba en forma organizada y constante con menores en situación de riesgo.
A partir del 92, se comenzó a apostolar en los Institutos Roca y Belgrano y
a fines de la década se sumo el Instituto Goretti (para chicas) y desde el 2011
las Adoratrices (también de chicas).
En el 2010 el Espíritu nos llevo por un nuevo rumbo: el barrio Juan XXIII…”
A la fecha, como fruto de aquellas experiencias de
evangelización son las reuniones del Grupo Onésimo, de aquellos que salieron o
pasaron por los institutos y por los motivadores para contener a los que siguen
en la perseverancia.
Tanto camino y experiencias que es necesario conocer para
darnos cuenta que la Palabra no se puede encadenar, no hay muro, reja o
voluntad que impida la presencia de Dios en esos ambientes.
Hacer un motivador para ellos es una historia aparte,
porque no es fácil, porque hay que vencer escollos de toda naturaleza;
personales, jurídicos, sociales, institucionales… pero esos desafíos dejan en
aquellos que trabajan, la experiencia de la Palestra, del estadio, del entrenamiento
en el amor al prójimo, una marca de responsabilidad en el bien común, eclesial
y de la sociedad en la que vivimos.
Hacer un PM es una experiencia de Gracia, de fe y de
iglesia, por eso siempre se recurre a la lucha ligada en la comprensión, en el
servicio, en el acompañamiento, en el cariño y la recepción, primero en el
corazón y luego en la presencia.
Y como es necesario en estos motivadores, una gran dosis
de grandeza personal para descalzarnos delante de estos hermanos, que a tan
corta edad llevan las marcas de cruces propias y ajenas, descalzarnos ante
ellos porque son tierra santa, personas únicas, originales, irrepetibles,
descalzarnos ante ellos porque son templo del espíritu de Dios.
El descalzarnos de tantos prejuicios que tenemos, será la
mejor palanca para ellos y para nosotros. Descalzarnos ante ellos será asumir
la postura de Filemón ante el pedido de Pablo de Tarso. “Quizás se alejo de ti
por un breve tiempo para que puedas recobrarlo definitivamente; y no ya como
esclavo, sino como algo mucho mejor que esclavo: como hermano muy querido” Fil
15-16.
ACTIVIDADES:
21/6 - Despedida desde Instituto Roca (av. Francisco de
Aguirre y Rivadavia)
22/6 - Misa de Palancas: 20 hs en Parroquia San Juan
Bosco. Se recibirán las palancas hasta 22 hs. en Col. Tulio.
23/6 - Hora Santa: cada Comunidad dedicará su
espiritualidad como oración por el PM.
24/6 – Clausura 17.30 hs en Instituto Belgrano (Av.
Francisco de Aguirre entre Rivadavia y 25 de Mayo). Cada Comunidad debe llevar
2 tartas dulces y 2 gaseosas.
Comunicación: Matías Ruiz – Coordinador
COMUNIDAD FILEMÓN - MOVIMIENTO CATÓLICO PALESTRA - TUCUMÁN