El verbo original de perseverancia en griego es
PROSKATERÉO, que no solo significa continuidad, sino firmeza, ocuparse de modo
incansable en seguir PEDALeando en la Fe, junto a sus hermanos.
Luego de las experiencias fuertes de Fe, como un
Motivador, con el tiempo surgen los viejos hábitos, las mañas del hombre viejo,
el “encanto” de gastar la herencia en el País Lejano, surgen de nuevo esas
tentaciones, vicios, dejarse estar, planificar aún sabiendo que no voy a
empezar siquiera... un ejemplo, los estudios… tener la posibilidad que muchos
quisieran y sin embargo me pierdo en mil quehaceres para “justificar” porqué no
puedo sentarme a estudiar.
Falta firmeza, falta ocuparse de modo incansable, para
llegar a esas metas de tener una profesión, o cumplir con el sueño de realizar
mi vocación.
Cuando estamos en esta situación es como andar empujando
la Fe, o arrastrando los compromisos asumidos, andamos abrumados por las nuevas
propuestas que en un momento me dije a mi mismo, por mi bien, y vamos cayendo
en esa espiral… “cuando menos rezo, menos ganas tengo de orar”… cuando menos
voy a la reunión de comunidad, menos ganas tengo…”, simple.
Para el que persevera es todo lo contrario, sabe de
antemano que el hombre viejo está ahí, agazapado, esperando pacientemente el
menor signo de dejadez, para salir a hacer sus jugadas, las que conocemos bien.
Por eso, debemos reforzar algunos elementos recibidos en
el Motivador, y una Comunidad es el mejor lugar para hacerlo, compartir la Fe y
la Vida con otros hermanos que tienen camino recorrido.
Así, como el atleta, se despoja de todos los pesos y
cosas que le hacen mal y no lo dejan correr como debiera, así, los
Palestristas, en este tiempo de Perseverancia, debemos seguir en ese despojo
constante de todo aquello que no me deja ser libre, no me deja ser un hermano
de Jesús, que entre tantas enseñanzas nos deja eso de la vid y los sarmientos,
hay que podar aquellas cosas que nos hacen mal, para que seamos personas sanas
y perseverantes.
La perseverancia en la Fe y la Comunidades Palestristas
están profundamente ligadas, en ellas voy a potenciar mis dones y talentos, voy
a auto disciplinarme, a hacerme cargo de lo que me corresponde con respecto a
Dios, a mi mismo, al prójimo y a lo que me rodea, la creación.
En ellas, podré ejercer la dirigencia y el liderazgo,
empezando por mi propia persona, mis planes, ideas, sueños y objetivos, sin la
perseverancia constante no lo voy a lograr y en la vida espiritual pasa lo
mismo, no llegaré a la meta, a la salvación en Cristo si no aplico todo aquello
en lo que fui motivado.
No estamos solos en este tiempo de perseverar, muchos
hacemos lo mismo, corremos como atletas espirituales juntos a muchos hermanos y
ellos mismos nos alientan y nosotros mismos alentamos a otros.
Cuando dejamos, en esa hipotética pero significativa
carrera, de ver a Jesús, dejamos de
perseverar en sus enseñanzas.
Bienvenidos a la mejor manera de vivir en gracia…
perseverando.