En
este tiempo sedimentador es necesario la perseverancia, la lucha, el caminar
constante. Es tiempo de vivir en Común Unidad. La comunidad religiosa no es un
simple grupo de cristianos que buscan la perfección personal. Mucho más
profundamente, es participación y testimonio cualificado de lo que Cristo hizo
en mi vida. La Común Unidad en su estructura, en sus motivaciones y en sus
valores calificadores, hace públicamente visible y continuamente perceptible el
don de fraternidad concedido por Dios a toda la Iglesia. Por ello tiene como
tarea irrenunciable, y como misión, ser un Estadio de intensa
comunión fraterna que sea signo y estímulo para todos los Palestristas. Un
Estadio donde la comunión fraterna, llamada a vivir animada por el carisma Paulino,
es parte de la Lucha Ligada de Nuestra Palestra, enriquecida siempre por el
Espíritu con variedad de ministerios y carismas.
La
perseverancia es aquel valor que nos impulsa a cumplir nuestros sueños, a nunca
abandonarlos, siempre marcando un camino de honestidad en ellos. La
perseverancia ayuda a que descubramos nuevas cosas en nosotros mismos y sobre
todo y lo más importante ayuda a que tengamos confianza y seguridad para cada
paso que demos , de esta maneras las diferentes adversidades que se nos
presenten en nuestro largo caminar no las veremos como grandes problemas, sino
como pequeños retos a solucionar.
El
valor, la buena conducta y la perseverancia conquistan todas las cosas y
obstáculos que quieran destruirlas y se interpongan en nuestro camino. Son esa
Palanca diaria de nuestra Vida Palestrista, ese motor para nuestro PEDALeo
constante.
Nadie
llega a la meta con su primer intento, ni se perfecciona la vida con una simple
rectificación, de la misma manera que nadie alcanza la altura deseada con un
solo vuelo. Es así que Dios nos regala un Estadio donde entrenarnos, donde
luchar, y así en Comunidad llegar juntos a LA META.