Tengo muy grabado ese domingo 31, en la clausura del PM 87 de mujeres. Cuando ellas saltaban y gritaban nuestro hermoso himno, con mi compañero de retaguardia, detuvimos nuestras actividades para poder cantar. Cantarlo cada vez más fuerte.
Hace 3 años ya que fue mi periodo motivador. Hoy en este servicio que me toca y elijo cada vez más motivado. Descubro como nos volvemos participes todos de una cadena, de un tejido en todo lo que es la voluntad de Dios. Con esto explico esa alegría y ese canto que cada vez se renueva más fuerte.
No me refiero a la satisfacción de terminar con una serie de actividades en las cuales uno invierte mucho tiempo y ganas. Me refiero al descubrir esas cosas que se escondían en mi motivador que fueron importantes y fundamentales para que yo pueda volver a la casa del Padre.
Ese domingo me reconocí protagonista en mi pm, y cada vez renovándome al hacerme participe desde otro punto en estos planes que el señor nos propone.
Todo esto vale la pena al ver esa conversión y esa alegría de hermanos que han logrado verlo y sentir su Amor. Todo el cansancio, enojo, bajones y descontentos se vuelve esa palmada de orgullo y agradecimiento que te llena y determina.
Lucas
Bazan - Comisión Retaguardia