Así es como, con sus 16 años, será salesiano desde el 31 de Enero de 1933. El 23 de Noviembre de 1941 a los 23 años es ordenado presbítero en Córdoba. Al pedir ser ordenado sacerdote escribió; “Nunca he escrito ni seguramente escribiré carta más importante, ni de tanta trascendencia para mi vida como ésta en la que pido la sagrada orden del Presbiterado”.
El Colegio Gral. Manuel Belgrano de Tucumán, lo verá como director en 1963. Pronto dejó ver su creatividad y empuje; emprendiendo la “Campaña de las 5000 bolsas de cemento” para construir la parroquia María Auxiliadora, lo hacía a través de una radio, LV12, donde cantaba con entusiasmo. Luego fue párroco de San Juan Bosco, entre los años 65 al 76.
En 1966 comenzó a observar que por la zona vagaban muchos niños necesitados, en esa época se habían cerrado 11 ingenios en Tucumán, y el efecto se hizo sentir aumentando la miseria en las zonas periféricas, generando el aumento de la población en las villas de emergencia.
Así nacerá el 7 de mayo de 1966, una obra; “El Comedor Infantil Don Bosco”. Quien animaba todo esto no era un desconocido para los tucumanos, por muchos años lo habían escuchado en unos minutos de reflexión al final de la jornada a través del Canal 10 de TV. Él mismo se apodaba el “Padre clic”.
A la Provincia de Tucumán, traerá desde Córdoba, el Movimiento Católico PALESTRA. Envió dos grupos de jóvenes a realizar los Períodos Motivadores a Córdoba y a Catamarca en 1970, y luego realiza el Primer Período Motivador de Palestra de varones, en Enero de 1971, y en Octubre de 1972 se realiza el Primer P. Motivador de mujeres en la casa de Belén.
Fruto de su gran capacidad de trabajo apostólico es la invitación que realiza a sacerdotes, adultos y jóvenes de Salta para realizar los PM en el año 1976 en Tucumán, especialmente en los motivadores 17, 18 y 19.
En 1977 se realizan los primeros períodos motivadores en Salta de varones y mujeres con equipos de dirigentes tucumanos y la asistencia de los padres José Carrone y Eusebio Farias.
A Palestra en Tucumán asesorará y ayudará en la organización en sus primeros pasos, pues se daba cuenta de la importancia y la necesidad de un Movimiento como este en los ambientes; la familia, el colegio, la facultad, la diversión, el barrio. Trabajó incansablemente para invitar a jóvenes, adultos y sacerdotes a realizar experiencias del Período Motivador.
Recorría las Comunidades y grupos que dependían del Movimiento, alentándolas y formando a muchos dirigentes. Ponía énfasis en la vida sacramental, la oración, el sentirnos Iglesia y en la vivencia fecunda de la vida comunitaria. Tenía una especial predisposición a hablar de la Virgen María y su devoción.
El Padre Carrone fue de un espíritu inquieto y vivaz poseía un carácter fuerte, exigente, muy responsable, agudo observador de la realidad, evangelizador de los ambientes populares, fomentaba entre los jóvenes el compromiso responsable con el prójimo.
Buen dirigente y líder nato, organizador, detallista, no improvisaba si no era necesario, trabajaba en equipo, buen charlista, manejaba muy bien los códigos de los jóvenes y de los adultos.
En las reuniones de Secretariado, en las Asambleas, convivencias de formación, en las preparaciones de equipos de PM, participaba activamente como uno más, sabía escuchar, exhortaba, debatía fervorosamente y con pasión, nos enseñaba a defendernos y a defender la Iglesia, a discutir con criterios del evangelio, a vencer el respeto humano, el qué dirán, a debatir ideas y no personas, a sumar antes que dividir o restar.
Nos hacía pensar sobre la acción positiva de nuestros talentos en el prójimo, sobre todo en aquel que tiene menos posibilidades, comprendía muy bien el; “ser judío con los judíos y griego con los griegos…para acercarlos a Cristo…”.
Sería largo detallar la acciones de su sacerdocio entre los tucumanos y en especial entre la familia Palestrista, los que lo conocieron tienen mucho para contar sobre la acción positiva de su persona.
En 1981, visitó con devoción los lugares de la vida y obra de Don Bosco. Fue la oportunidad en que pudo conversar por unos momentos con Su Santidad, Juan Pablo II, a quien se acercó con humildad y luego, al regreso nos contaba que le había pedido al Santo Padre entre otras cosas que rezara por el Comedor Infantil y Palestra.
Falleció en Tucumán, el 19 de Noviembre de 1988 a los 72 años de edad. Tenía 55 años de profesión religiosa y 45 de sacerdocio. Hoy queremos acordarnos de una manera especial de la Gracia que Dios nos concedió en tu persona, en tu vocación. Intercede por nosotros, tus hijos palestristas.
"Ya no quiero vivir yo, vive tú en mí,
dame tu vida a cambio de la mía, que te entrego para siempre.
Y para proclamar tu Gloria con toda la creación exclamando:
¡ JESÚS ES EL SEÑOR PARA GLORIA DE DIOS PADRE.!"
AMÉN.