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PALESTRA TUCUMAN: Testimonios de Semana Santa.-

Comunidades del Movimiento nos comparten testimonios de una Semana Santa fecunda, llena de amor, de esperanza donde reavivaron la chispa de Cristo y renovaron el compromiso de una Iglesia en salida, comprometida, protagonista: 

El amor todo lo puede: las cosas más imposibles no le parecen difíciles. Jesús no mira tanto la grandeza de las obras, ni siquiera su dificultad, sino el amor con que tales obras se hacen..."

Me quedo siempre con esta frase, el amor hace que las cosas sean distintas, sean mejores. Esta fue mi primera misión de semana santa y puedo decir que fue hermoso vivirla de esta manera, con tanto amor, misionando con personas de las cuales aprendo tanto.Todos me decían que no era lo mismo que las misiones de enero, que ésta era una misión mucho más profunda. Y desde que comenzamos con la preparación me sentía muy ansiosa, esperaba que los sábados lleguen rápido para poder ir a las reuniones, y así también me iba formando y aprendiendo de todas aquellas cosas de Semana Santa que no conocía.
Cuando llegó el día de partir hacia el pueblo me invadió una mezcla de sentimientos, estaba contenta de que por fin había llegado el día y a la vez me sentía nerviosa, tenía miedo de no saber qué hacer, de lo que me esperaba allá. Pero aún así nunca dudé de lo que estaba por hacer, seguía diciendo: "Sí señor, yo te sigo".
El acompañamiento que tuve de mi comunidad desde que entré a Palestra es algo de lo cual voy a estar agradecida siempre, nunca me dejaron sola y ahora los sentí a mi lado mucho más. La verdad que todo lo que se vive es algo único y maravilloso, antes de misionar me preguntaba: qué puedo ir a hablarle a las personas de Dios, de Jesús o de la Virgen si ellas deben conocer mucho más que yo?, y eso me daba miedo.

Pero ahora me di cuenta que yo también podía contagiar en el pueblo ese amor, que es mutuo e incondicional, de muchas otras maneras y con pequeños gestos, ya sea escuchando lo que las personas tienen para contarte, sus problemas, angustias y alegrías, haciéndoles saber que hay alguien que los ama, que los amó aún cuando ellos no lo conocían, y ese alguien es Jesús, que dió la vida por cada uno de nosotros y que mejor manera de transmitirlo que ahora en esta Semana Santa.

Yo me preparé para ir a misionar, pero la que terminó misionada fui yo, y ahora entiendo cuando escuchaba a algunas personas decir eso, es inmenso todo lo que me llevo sobre esta misión, las personas que conocí y con las cuales compartí, mi corazón se volvió gigante, lo más lindo fue cuando iniciamos el via crucis, estábamos en la primera estación y yo estaba preocupada,me preguntaba si la gente iba a participar. Cuando comenzamos a caminar mientras rezábamos yo iba adelante y casi en la tercera estación me di la vuelta y noté todas las personas que se habían sumado en el camino, fue una sensación muy linda, ver a todas las personas, ver a los jóvenes,a los adultos y a los niños con ese estusiasmo, con una fé inmesa, eso me animaba mucho más a seguir por este camino que hace ya un año decidí recorrer. Y a pesar de que fue una misión algo inusual porque, por ciertas cosas sólo pudimos ir dos días, Dios es grande y así también te puede cambiar los planes de un día al otro, porque sólo El sabe lo que cada uno necesita en sus corazones, y quienes necesitan de nosotros. Somos sus instrumentos. Y gracias a esto seguimos la misión de otra manera, ayudando a nuestros hermanos de La Madrid, y la verdad que me partió el alma ver todo lo que están pasando allá, las casas, las calles llenas de barro, personas que perdieron absolutamente todo y siguen de pie y eso me hizo pensar cómo a veces me hago tanto drama por cosas insignificantes, por cosas pequeñas.
No fue mucho lo que ese día le podíamos brindar, pero lo hicimos con amor, cada pequeña cosa fue hecha con amor sabiendo que ellos nos necesitaban y que Dios nos puso justo ahí por algún motivo.


Puedo decir con gran alegría que ese fin de semana Jesús resucitó en mi corazón!!!

EL ME AMÓ Y SE ENTREGÓ POR MI.


Belén Reales, PM 89 - Comunidad Saulo.-



“Galileos, qué hacen allí mirando al cielo?”


Desde que comenzamos a hablar del apostolado en la comunidad me puse como objetivo tratar de vivirlo día a día en mi tarea diaria, en mi trabajo, en mi familia y con mis amigos y buscar vivir en Gracia toda la cuaresma. Por ello comencé a hacer más énfasis en mi oración, a colaborar con el área con lo que podía más la tarea que tenía asignada para que se pueda llevar a cabo el Via crucis. Para mí fue una experiencia nueva , muy enriquecedora y, lo más lindo fue poder compartirlo en comunidad.
Llegó el día del Via crucis y teníamos todo, habíamos podido cumplir con lo que nos habíamos propuesto, pero igual había muchos nervios, sabíamos que íbamos a compartir con un grupo de gente muy heterogénea, pero nuestro objetivo era claro y nuestro espíritu estaba preparado. El primer signo que recibimos fue una señora que antes de comenzar se nos acercó y nos alentó a que sigamos realizando esas actividades, y agradecía que nos hayamos cruzado en su camino ese día porque ella no iba a poder hacer el Via Crucis por viajaba. El segundo signo fue más fuerte y nos dio un gran empuje, fue cuando aparecieron las cámaras de televisión de los dos canales locales de mayor audiencia en nuestra provincia, se interesaron por lo que estábamos por hacer y decidieron difundirlo, lo cual para nosotros fue una gran bendición porque sabíamos que a través de esa difusión íbamos a llegar a muchos hogares de nuestra provincia.

Así que alentados por las fuerzas que juntamos en este primer apostolado estamos preparados para encarar los próximos!!!
Gracias Comunidad Galilea y a todos los que nos ayudaron, porque en el otro descubrimos a Jesús. Como comunidad Galilea no queremos quedarnos inmóviles, queremos salir al encuentro del otro, queremos ver más allá, ser protagonista de nuestra historia, llevar a Cristo en cada una de nuestras actividades y de nuestro día a día. Como primer apostolado del año y con el objetivo de ir al encuentro del otro, pensamos en hacer el Via crucis en la Terminal de Omnibus, un lugar que consideramos “DE PASO”, donde la gente llega de su viaje ya sea por turismo, trabajo o visita o, parte a otro destino con los mismos fines. Es por este motivo que decidimos compartir con este grupo incierto de gente la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Desde el área apostolado, de la cual formo parte este año, comenzamos con los preparativos y la organización del mismo y luego, para la ejecución, participamos todas las áreas. Desde la comunidad nos preparamos espiritualmente para este apostolado, compartimos vivencias y espiritualidades como comunidad, trabajamos y reflexionamos sobre el apostolado, sobre la base fundamental del mismo que es acerca a Cristo a mi hermano, hacerle ver al otro que Dios siempre está a su lado y lo acompaña en su caminar, hacerle sentir al otro a través de nuestra mirada que Dios vive en nuestros corazones y es el motor de nuestras vidas. Comenzamos el Via Crucis como lo habíamos organizado y en cada estación nos sorprendíamos, la gente se acercaba y participaba, otras se quedaban alejadas pero por respeto se paraban, y varios, ya sea por curiosidad o motivación se acercaban a preguntar de donde éramos. Terminamos el Via Crucis con el corazón lleno del amor de Dios.
Cuando nos preparamos para el apostolado nunca sabemos qué es lo que va a pasar pero lo que siempre nos sorprende al final, es todo lo que recibimos, nosotros pensamos que vamos a dar pero recibimos más de lo que damos y esa es la Gracia más grande que nos concede el Señor.
Haydee Salvatierra - Comunidad Galilea.-



"Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" Juan 8,12.

Elegí comenzar mi testimonio con esta cita ya que para mi esta Misión fue eso, reconocer nuevamente a Cristo como la Luz de mi vida, de mi camino, esa luz que es que es Unión, Amor y Fe.
Ya hacía mas de dos años que mi corazón anhelaba misionar y sé que Dios no pudo elegir mejor momento para volver a hacerlo. En estos días, así como en cada llamado, me permite seguir descubriendo su rostro, que me mira con amor, con ternura y me hace sentir su hija muy amada. Pero también me permitió ver que estoy en el lugar que El me quiere. En esta Misión hubo momentos de profundo encuentro con El, con nuestra Madre, entre nosotros como comunidad, pero también con su pueblo, aquel al que fuimos guiados por El mismo.


Realmente soy una bendecida de que Dios me elige en mi pequeñez, se valga de mí para manifestarse ante aquellos que no lo conocen, que lo niegan, que le muestran indiferencia, que les cuesta sentirlo.Pero entiendo que es así porque no saben de El, y es eso a lo que me llama hoy, a darlo a conocer a través de mis gestos, de mi vida, de mis palabras, del amor con el que haga las cosas, porque es ahí donde El se manifiesta.En esta Misión tuvimos la posibilidad de compartir con los niños, jóvenes, adultos y comenzar así nuestro Caminar en el pueblo de Vipos. Fueron días de muchos signos para nosotros pero yo elegí quedarme con una imagen que me decía mucho. Ese sábado de espera, de vigilia dejamos allí una pequeña Luz, esa luz que representa a Jesús mismo y que debemos como misioneros, cuidar, acrecentar, compartir, y buscar que esta luz se siga expandiendo. Por eso elegía esta foto que nos muestra que hay corazones en los que la llama de Dios arde, pero hay mucho espacio que esta a oscuras y yo quiero, desde mi lugar ,buscar llenar todo ese espacio que, al igual que nosotros, que al igual que yo que conozco a Cristo, ellos también lo puedan conocer y arda así en sus pechos la llama de ese Jesús que trae Vida, esperanza, alegría, y puedan sentir la necesidad de compartirlo. 
Hoy mas que nunca, mas que siempre, arde en mí la sed de mostrarte mi Señor, te sigo eligiendo, porque sigo sosteniendo que seguirte vale la vida, vale el amor.
La luz no envidio de las estrellas.. De Dios la chispa llevo en mi!! Oh bella chaoo.


Elizabeth Robles, PM 80 - Comunidad Nuevo Sol.-



LOS CAMINOS DE DIOS - "Los caminos de Dios son impensables y misteriosos pero están llenos de amor y misericordia."


Impensados y misteriosos son los caminos del Señor. Recuerdo las palabras de una amiga palestrista tucumana que suele decir que “Dios no se deja ganar en generosidad”. 

Y así lo viví en estos días. Siento en estos momentos el corazón lleno de Gracia al poder haber sido testigo de una manifestación enorme de fe, de la que muchos palestristas fueron protagonistas. 
Pude ver con mucha alegría a mis hermanos tucumanos y paulinos sirviendo con humildad y con verdadero espíritu cristiano, siendo lideres en cada lugar, en cada ocasión de servir. 
A mí me toco vivir este Congreso Eucarístico desde otro lugar, haciendo de mi vocación una posibilidad de evangelización. Hasta hace tan solo unos días había descartado la idea de asistir a este Congreso, ya que mis obligaciones laborales hacían muy difícil la posibilidad de irme de Salta. Pero enorme fue la sorpresa cuando me propusieron unir durante estos días mi trabajo con mis convicciones de fe. Recibí con mucha alegría y emoción la propuesta de hacer una cobertura periodística de este evento.
Por mi trabajo tuve que estar en constante contacto con peregrinos de todo el país, también con los tucumanos que los recibían y los testimonios de tanta gente fueron para mí una caricia al alma. Doy gracias a Dios por tantos momentos llenos de la misericordia de él, y me creo inmerecedor de tanto amor del Padre que no se cansa de buscarnos, de hacernos volver, que se encarga con detalles simples de decirnos cuánto nos ama. 
Sé que cada uno de los que estuvieron ahí guarda en su corazón muchos rostros, palabras, momentos que son manifestación de ese Cristo Camino, Verdad y Vida que una vez nos eligió, nos miró a los ojos, y nos pidió que lo sigamos. 
Que este Congreso Eucarístico, dé los frutos que tenga que dar y nos anime para seguir en este camino de vida al que Dios nos invitó y que nosotros elegimos seguir por convicción. Estoy convencido que los caminos de Dios son impensables y misteriosos pero están llenos de amor y misericordia. 
Un abrazo grande para mis hermanos palestristas tucumanos y en especial para quienes me recibieron con tanta alegría y generosidad.
Iván Rodriguez - PM 64 Palestra Salta. 

TESTIMONIO DE LOURDES - "Por lo demás, fortalezcanse en el Señor con la fuerza de su poder." Ef. 6, 10

Queridos hermanos palestristas, Soy Lourdes Abraham de la comunidad Josué PM 81. Tengo la oportunidad y la satisfacción de compartirles un nuevo testimonio del amor, el poder y los milagros que obra Dios en mi vida y en la de mi familia. 
Una vez más mi mamá "Isabel" tuvo que entrar a un quirófano para que se le practicara una operación muy riesgosa, ya que se le debía extraer una oclusión que estaba obstruyendo en el intestino y eso le había provocado una distinción del mismo intestino a un nivel que casi sería imposible que no explotara, y un dolor que no es nada resistente a nivel humano. Mi mamá en la Gracia de Dios, superó esa operación, que fue la misma operación de la cuál ese médico, no pudo salvar la vida de su propia esposa, hace unos años atrás. 
El tema es que cuando abrieron se dieron con que por cuarta vez mi mamá tenía cáncer, y ésta vez había tomado todos los tejidos del intestino y eso si que era considerado algo "terminal"a nivel de la ciencia, ya que Dios no había dado su última palabra. 
El médico envió a realizar la biopsia ya que él no podía tocar nada por la gravedad del tema. 
Fue demasiado duro y difícil en esos días, que veía a mi mamá luchando y recuperándose de esa operación con tantas ganas y fuerzas pero al mismo tiempo ver que ella no sabía que el cáncer había tomado sus tejidos intestinales... 
En el día de ayer con mi papá y ella fuimos a retirar los resultados de la biopsia y con unos nervios terribles pero con fe entramos a ver a uno de sus médicos, y la cara de ese hombre fue un espectáculo, le saltaron las lágrimas y se tapó la boca con las manos. Dijo EL CÁNCER EN LOS TEJIDOS DESAPARECIO!!!!! 
A nivel científico sumamente imposible. A nivel de fe y de Dios y nuestra santísima Madre del cielo era aún posible.
Ahora mi mamá si tiene un pequeño tumor del tamaño de un porotito que será tratado con una quimioterapia leve que más que nada por prevención. 
Si en esto no estuvo presente la mano de Dios... de quien sería un poder tan inmenso y con tanto amor por nosotros? 
Tuve miedo? Si, tuve mucho miedo, pero rece. Tuve pensamientos tristes? Si, y ahí rece. Tuve momentos de estrés y desesperación? Si, y continúe rezando. Y no rece sola, rece con mi familia, rece con mis amigos y rece con Josué mi comunidad palestrista. Rece con fe y pidiéndole a Dios que todo sea su voluntad, que no vea mi debilidad pidiéndole que no se lleve a mi mamá, en si pidiéndole que la sostenga en sus brazos. 
Mi mamá si tuvo miedo y rezó y saben qué? Dios estuvo siempre, Dios está, pero no hay que atar sus manos cuando Él está obrando, porque interrumpimos su trabajo. Sólo hay que pedir que se haga su voluntad confiando en su amor y en que Él siempre querrá lo mejor para cada uno de nosotros. 
Entregue todo en cada oración, mi vida, mi familia, mi novio, mis amigos y hasta entregue a mi mamá a Dios, y Él que es tan misericordioso me dejó con todo lo que tenía y aún más, con el milagro de mi mamá una vez más fuera de peligro y sana. 
Rezar en comunidad, ver el poder de la oración en mis hermanos palestristas, saber que una hermana de mi comunidad llego a preguntarme si precisaba que ella cuide de mi mamá en el sanatorio, son cosas increíbles que me llenaron de fuerzas. 
Hay que entender que nunca estamos solos y lo más importante porque no debería tocarnos a nosotros? Porque no tiene que ocurrirnos algo feo o triste? Quienes somos para decidir que merecemos o no ? Cuando una sufre una enfermedad, o muere un familiar, o cuando nos ocurre algo una situación difícil en nuestras vidas, Dios nos está usando para cambiar algo en nosotros o para cambiar algo en los demás. Usó a mi mamá para mostrar testimonio de su amor, y la bendijo con personas de muchas comunidades, ciudades, provincias y hasta en una cadena mundial, todos unidos en oración por ella y convirtiéndola en un vivo testimonio de Fe. 
Rezó con miedo pero creyó y confió. 
Rezó con alegría alabando a Dios cada mañana al levantarse. 
Rezó con dolor físico y espiritual, con el rosario en las manos sabiendo que nuestra madre acariciaba su alma. 
Éste es mi testimonio, y pregunto... porque a mí? o Porque a mi mamá una mujer tan buena que ama a Dios?? Y una respuesta... Porque a mi no, Gracias Dios porque fui yo la elegida, porque fue mi familia, porque fue mi mamá. 

Gracias, yo te amo Señor y continuo entregándote mi vida y la vida de los que amo en tus manos confiando en tu amor y en que es el único lugar seguro que tenemos para estar libres, vivos y en paz. 
Feliz vida hermanos, no se olviden que nunca están solos. Un abrazo en cristo y Mamá María. Bendiciones!!!

TESTIMONIO PAULINO - Comparte su vida, Amelia López, palestrista de Córdoba.

“…Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos…………..Con los que se dicen sin ley religiosa me porte como un hombre sin ley religiosa………… pero he actuado así para ganar a los que no reconocen la ley. Con los de conciencia débil, me hice de conciencia débil a fin de ganarlos. Me hice todo para todos con el fin de salvar por lo menos a algunos.”  1ª Cor9, 19-23

Si hoy tuviéramos que definir a Pablo, podríamos decir que es el apóstol de la empatía. Capaz de leer los intereses de aquellos a quienes debía evangelizar y desde sus intereses llevarlos al conocimiento de Cristo. No se los imponía como una carga, sino que los ayudaba a recorrer un camino que partía del respeto por lo que cada uno era. Era un apóstol “con mundo” que decidió vivir para Cristo y entregarlo “al mundo” .

Posiblemente este rasgo de la espiritualidad de Pablo haya sido uno de los que más impactó en mi propia vida. Yo tenía solo 15 años cuando Palestra llegó a mi vida. Estaba en una escuela católica, rodeada de una familia católica, con amigos que pensaban más o menos como yo. Era un adolescente con oportunidades de aprender y crecer, pero mi fuego interior me impulsaba hacia afuera. Sentía que no bastaba con hacer apostolado desde el colegio, que no era suficiente quedarme con los grupos en el colegio. Sentía que tenía que “salir”. Sin embargo, la década del 70 no era un tiempo sencillo. Cuanto más leía el Vaticano y Medellín, que nos llamaba a hacer nuevas las estructuras, más me convencía que no podía quedarme en mi propio mundo y tenía que encontrar los caminos para encauzar lo que se nos pedía a los laicos.

Palestra fue quien me ayudó a encontrar los caminos, de un modo tan amigable como natural fui aprendiendo lo que significa el liderazgo, no era otra cosa que lo que me mostraba Pablo, mirar el corazón de las personas que estaban a mi alrededor, intentar “escuchar en profundidad” sus anhelos y sus dolores e intentar construir “con” los otros caminos comunitarios. Mi propio recorrido fue largo, pasé por la Pastoral, por la vida y la militancia profesional, por el campo social siempre acompañada de Palestra, sintiendo que el apostolado era mucho más que hacer “algo”. El apostolado es ser y dar todo lo que en potencia está en interior. Y la fuerza no salía de ningún otro lugar que no fuera la relación con Dios y el acompañamiento de otros en Lucha Ligada. 

Así Dios nos va forjando, no es repentino de un día para otro. El nos va mostrando por donde aunque a veces nosotros querramos diseñar el camino solos. El tiene su Plan, así lo aprendimos en el Período Motivador y si estamos atentos nos damos cuenta que es realmente así. A veces queremos cosas para las que El sabe que no estamos preparados y nos pegamos buenos golpes, porque el camino es solo El, allí están las respuestas que a veces no comprendemos. Un buen día Dios me puso en el camino de la política, pero antes ya me había dado las lecciones suficientes como para aprender el valor de las personas, de la vida, de la comunidad. Eso no es otra cosa que lo que repetimos frecuentemente: Palestra busca la formación, HUMANA, CIUDADANA Y CRISTIANA. 

Un líder evangélico ES en el mundo, construye historia. Desde lugares diversos, desde el compromiso comunitario, desde cada ambiente, en cada lugar. Es capaz de entrar en el corazón del otro, abrazarlo con su quehacer y su sentir, hacerlo sentir amado: “soportarnos unos a otros”. Quien es soporte no siempre se vé, pero hace que las cosas sucedan, sostiene para que nada ni nadie se caiga. Ese es el líder al que nos llama Pablo: un líder que no siempre está a la vista pero que siempre es Soporte.

Hay “consagraciones” que parecen sencillas pero son más dolorosas de lo que parecen, y lo son porque la coherencia y la fidelidad al Evangelio se hacen complicadas. Hacerse “gentil con los gentiles” exige entrenamiento adicional, implica entrar en el núcleo de otros códigos y otras lógicas. Pero entre los “gentiles” hay muchos que protegidos con una coraza de indiferencia o de poder, solo esperan un acto de amor que los reconcilie con la vida, consigo mismos, con los demás y los conecte con lo trascendente. Hacerse “todo para todos” exige un acto de donación permanente. Nunca se termina. Siempre pide algo nuevo, pero allí está la comunidad. 
Mientras que tuve que ejercer el poder público muchas veces miré con dolor el contraste de distintas miserias humanas, pero en cada una también estaba y está Jesús, abandonado como en la Cruz, pidiendo que le demos algo de beber porque tiene sed. Está en los más humildes y en los que el mundo deja fuera de toda consideración, está en los poderosos que ejercen con vanidad sus tareas, Jesús no hace distinciones, está en todos porque vino para todos. Hay que salir a buscarlo.

Podemos quedarnos mirándonos entre nosotros, podemos acomodarnos a nuestras estructuras, pero si lo hacemos no somos apóstoles al estilo de Pablo. Y Palestra tiene el estilo de Pablo, un estilo audaz, comprometido, apasionado, capaz de hacer converger en Cristo a todos, aun a los que parecen estar “afuera”. 

Pablo fue un apóstol sin fronteras, apóstol de globalización territorial y cultural, apóstol de comunicación, apóstol de convicciones jugadas. A eso estamos llamados. Es posible que haya muchos andando por la vida con este espíritu de Pablo. Pensemos a Palestra con la suficiente flexibilidad como para que todos sientan que con sus modos, sus actividades, pueden ser palestristas comprometidos con Cristo.

“Para un apóstol, ya no hay fronteras. Yo tengo hermanos por doquier. Oh Bella Chau”

Amelia López. Córdoba. Palestrista desde 1973 hasta el día en que Cristo me regale su luz definitiva.

TESTIMONIO ESCUELA DIRIGENTES 2015 - "Ama y haz lo que quieras." hoy te Amo “Dios”, hoy te elijo “Palestra querida.”

Queridos lectores:
Hace un año tome la decisión de realizar el PM en Palestra, después de muchas dudas e incertidumbres, de años rechazando la propuesta de una amiga que me invitaba hacia muchísimo tiempo, me costo mucho la decisión pero finalmente tome valor y decidí responder a este llamado, al llamado de El “Señor”.
 Fue tan hermosa la experiencia que viví en ese momento que hasta hoy se me llena el alma cada vez que lo recuerdo… Es que así fue, empezó una nueva y maravillosa etapa en mi vida “MUJER NUEVA” le llaman y sinceramente no se muy bien si seré o no una nueva mujer, lo único que si se y me quedo muy claro es cuanto amor siente Dios por mi, que decidió elegirme para darme una nueva oportunidad a mi, que estaba pasando un momento muy difícil en mi vida, y que me encontraba muy lejos de El, a mi, que había dejado de creer hacia tiempo, a mi, que me encontraba justamente enojada con El por lo que me tocaba vivir en ese entonces, si a mi, y con el tiempo comprendí que es justamente allí donde El esta, es decir, entendí, que El jamás me dejo sola, ni un solo instante, y pude darme cuenta que todo lo que me paso fue solo y simplemente porque así lo tenia preparado para mi, para que yo aprendiera y me hiciera mas fuerte y hoy pueda asumir y comprender las cosas que El elige para mi vida de otra manera.

 El PM fue un antes y un después en mi vida, y hoy mi transitar por este hermoso camino tiene otro color, otra luz, otro sonido, otra ilusión, tiene otro semblante y tiene otro sabor, es que hoy se y estoy segura que no camino sola sino mas bien acompañada, alguien me toma de la mano, y me levanta cuando me caigo, me susurra sutilmente al oído cuando necesito palabras de aliento, me invita cada día a vivir de la mejor manera, a sonreír, a disfrutar y a dejarme llevar, me invita a seguir adelante, a transitar y a conocer nuevos hermanitos en Cristo, me trae nuevas invitaciones; por ello actualmente estoy cursando la “Escuela de Dirigentes de Palestra” y estoy muy contenta de poder acudir a este espacio en el que nos enseñan con tanto amor y dedicación.

 Solo tengo palabras de agradecimiento a cada una de las personas que conforman este equipo de trabajo que se esfuerza por brindarnos lo mejor y nos ayuda a aprender encuentro a encuentro.
 Gracias Flaco Domínguez por la perseverancia, gracias Ceci López por la dedicación, gracias Vero Rodríguez por el ejemplo, gracias Prof. Pablo por la sabiduría, gracias compañeros por la alegría, la buena onda y el carisma compartido y por supuesto a cada uno de los miembros que participan en la preparación de cada clase. 

Muchas gracias Palestra querida por enseñarme tanto, por acogerme y acariciarme el alma, por iluminar mi camino y por darme la oportunidad de aprender y conocer hermanitos en Cristo, gracias fundamentalmente por ser el puente de mi transitar diario que me lleva y guía hacia El Señor. 

Como dijo San Agustín: "Ama y haz lo que quieras" hoy te amo Dios, hoy te elijo “Palestra querida” Muchas gracias. 
María Emilia Oliva - PM 85 - Comunidad Emmanuel – Movimiento Palestra 

COMUNIDAD EMMANUEL - Lo que me llevo de ellos es un enorme cariño y contención, todas esas ganas de luchar cada día juntos


Soy nuevo en la comunidad y el mas joven. Así que por ahí, al ser mi primera convivencia con los emanueles, fue normal tener un poquito de dudas, sin embargo decirles que no a ellos es decirle a Cristo que no quiero encontrarme con el, y eso me lleva a dar ciegamente un Si. En mi primera experiencia como dije, fuí con mucha desconfianza pero lo que me llevo de ellos es un enorme cariño y contención, todas esas ganas de luchar cada día juntos ya que me hacen sentir que tengo la mejor compañia de todas, me dieron la oportunidad de conocer a Dios aunque sea un poquito mas por que el centro de toda la convivencia fué El. Sobre todo lo que me lleve de mi primera convivencia es la bendicion de Dios para mi, la comunidad, nuestras familias y el Movimiento, volví bastante conforme y feliz!

Franco Brizuela

COMUNIDAD EMMANUEL - Agradezco a Dios de haberlos conocido porque de esa manera el me demuestra que jamás estoy sola y que Él me acompaña en cada paso de mi vida



Para mí la convivencia...fue muy importante ya que aprendo mucho de Dios y de mis hermanos en Cristo. Es una hermosa experiencia que quiero repetir de nuevo por que cada uno de los Kerigmaticos y los Emmanueles son parte de mi familia, es el primer grupo que soy cien por ciento yo misma .Me gusta el compromiso de las dos partes y el respeto que nos tenemos todos, además compartir la santa misa, preparar cada parte y vivirla de esa manera me llena y nos llena el alma. Es hermoso poder tener a Jesús y a María de ejemplos y que las partes lo tomemos con la seriedad que se merece. Les estoy muy agradecida porque junto a todos ustedes aprendo a ser mejor persona y además agradezco a Dios de haberlos conocido porque de esa manera el me demuestra que jamás estoy sola y que Él me acompaña en cada paso de mi vida. GRACIAS Emmanueles por todo que Dios los bendiga

Irupe Molina - integrante del apostolado 


COMUNIDAD FILEMÓN - "Estando ahí abrí los ojos, al ver a los chicos en ese estado, no solo por las condiciones precarias en las que se encuentran, sino al verlos un poco perdidos en la vida, con esos ojos que reflejan la poca o ninguna esperanza que tienen".


Mi nombre es Nicolás Toledo Levalle, tengo 22 años, pertenezco al movimiento católico Palestra y persevero en una comunidad llamada Filemón. Mi comienzo en el movimiento se remonta hace poco más de un año, cuando un amigo me invitó al período iniciador, del cual yo desconocía, todavía recuerdo aquella primera reunión del iniciador donde todo parecía extraño y no entendía casi nada de lo que pasaba, pero aun así algo me llevo a seguir asistiendo sábado a sábado, y luego sin dudar demasiado me subí al período motivador. Para mí, ese retiro espiritual, por llamarlo de alguna manera, fue una de esas pequeñas cosas que te marcan significativamente la vida, en mi caso no tuve cambios a nivel de persona, pero sí en el punto de vista sobre la vida y los demás. Al momento del regreso, tenía un sentimiento y una fuerza para cambiar el entorno que me rodeaba, que poco se puede expresar con palabras. Luego empezó mi etapa en el período sedimentador, y en la expo comunidad conocí a Filemón, una comunidad que se dedica a llevar y predicar el evangelio, sobre todo a Dios, a jóvenes privados de la libertad, en situaciones de riesgo, y/o abandonados, y en ese momento sentí que eso es lo que debía hacer.


Al comienzo en la comunidad, me tocó escuchar los testimonios del apostolado mientras esperaba ansioso el tiempo de tres reuniones antes de poder apostolar. Con el tiempo fui conociendo a los integrantes que forman parte de esta gran comunidad, personas que al igual que yo estamos llenos de defectos, pero tenemos esa virtud, ese algo que nos caracteriza y nos hace ser distintos, es ese carisma único de Filemón, esa entrega, dedicación, y ese enorme amor a Dios que como cristianos tratamos de transmitirles a esos jóvenes, que como sociedad, mas hemos marginado y abandonado. En mis compañeros, mejor dicho, hermanos en Cristo, encontré una gran amistad y hasta algo más. 

Y así transcurrido ese tiempo fui a apostolar por primera vez, primero al Instituto Roca y luego al Hogar Belgrano, recuerdo esa sensación incómoda antes de entrar, me hacía preguntas como ¿Qué es lo que realmente voy a hacer aquí?, ó ¿Qué les puedo decir sobre la vida?, si seguro vivieron mil veces más que yo, pero gracias a Dios vencí ese miedo y pude entrar, estando ahí abrí los ojos, al ver a los chicos en ese estado, no solo por las condiciones precarias en las que se encuentran, sino al verlos un poco perdidos en la vida, con esos ojos que reflejan la poca o ninguna esperanza que tienen, que muchos de ellos por injusticias de la vida, o por hallar algo de felicidad cayeron en las adicciones, desviándose de lo que consideramos el camino en la vida, perdiendo en muchos casos sus sueños y ambiciones, todo esto se grabó a fuego en mi corazón, ayudándome a encontrar las respuestas a esas preguntas, que lo poco y nada que les puedo llevar son mis sueños y esperanzas, porque aunque también me equivoco pude encontrar a Dios, y él me da la fe para seguir adelante, y gracias a él y con un poco de tiempo, pude verlos a estos chicos regresar del PM de nuestra comunidad, con esos ojos llorosos, cambiados, llenos de alegría por haber encontrado algo más  que felicidad, por haberse encontrado a sí mismos y a Dios, esto hace que cada día ame un poco más a mi apostolado y a mi comunidad. Y para resumir lo que hace mi comunidad no encuentro mejor forma de la que dijo Blaise Pascal: “Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen”.    

Nicolás Toledo Levalle - PM 84 - Comunidad Filemón.

TESTIMONIO FILEMÓN – “Sé que mi comunidad está bendecida con muchas posibilidades que pocos tienen, y ser instrumento de Dios para una misión tan especial como es el apostolado en realidades marginales es la más importante”.

Siempre cuento, consciente de lo tonto que suena, pero con la certeza de que es una buena forma de explicarlo, que mi primer día de apostolado fue un 14 de Febrero, un día de los enamorados. Y mi enamoramiento fue inusual, primero porque de inmediato tuve la certeza de que duraría para toda la vida, y segundo por que sin terminar de comprender lo que estaba pasando, cuando volví a pisar la calle a la salida del hogar Adoratrices, el mundo ya tenía un color distinto.
Ese mismo día, y después cada vez más al sumar lo que vivía Jueves y Sábados en el Roca, en el Belgrano, en el Goretti y en Adoratrices, comencé a sentir que llevaba conmigo a cada paso menos cargas. De a poco la mochila de pre conceptos, resentimientos, juicios, condenas, etc, que me había acompañado toda mi vida, se fue desprendiendo de mí espalda y fue haciendo mi caminar más liviano.
Cruzar del otro lado de las rejas y los paredones no es solo un acto literal que hace el Filemón. Es un signo que Cristo nos regala para representar nuestra misión de amor. Cuando estás del otro lado la mochila no pesa, la mochila se te olvida... y ese pibe que está en frente tuyo ya no es un asesino, un choro, un pecador, un golpeado o un golpeador, una nena abusada, una madre adolescente violenta, una joven drogadicta, un nene abandonado. Cuando estás del otro lado ya no ves de la misma forma, tus ojos están limpios y puros, y ves exactamente lo que Cristo quiere que veas... ves un hermano, un hijo de Dios, exactamente como vos. Esa verdad que tanto necesita saber el mundo de hoy en día.
Y estoy segura de que esa mirada especial no es una virtud del Filemón... es sencillamente un don de Cristo, que nos permite cumplir con su misión, nos salva la vida, y nos da absoluta libertad para amar.

¿Y dónde tiene sentido la libertad si no es para amar?
 Ya lo dijo San Pablo, refiriéndose al preso Onésimo  en su carta a Filemón: "...que lo recuperes para siempre, no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano muy amado."  Cada miembro de la comunidad está aquí por elegir el amor, debe hacerlo para recuperar un alma para Dios y para salvar también la suya propia. Y en estos casi dos años que llevo eligiendo el amor estoy cada vez más segura que es la única forma de vivir que vale la pena.
Vale la pena a pesar de las enormes dificultades, de las caídas, de las realidades duras que nos intentan convencer de que nuestra misión había fracasado antes de comenzarla. Pero nosotros aún así elegimos apostar por el marginado, por el que nadie apuesta, porque nuestra forma de ver las cosas debe ser la de Cristo y no la del mundo. Así, donde la mayoría de la gente ve sólo dolor, miseria y muerte es donde más siento la presencia del amor, la fe y la esperanza. Por eso también digo que en todas las necesidades de los chicos tengo el motor de mi perseverancia. Ellos me motivan a la santidad para poder hacer cada vez más por ellos. Apuesto toda mi confianza en ellos, y en sus recaídas pruebo mi fe y confianza en Dios. En las dificultades sigo abrazada bien fuerte a la esperanza. Siempre que pienso que voy a llevarles alegría son ellos los que terminan contagiándome una sonrisa inexplicable. Y siempre siento que el amor que los pollos me devuelven es infinitamente mayor al que yo entrego, es desbordante y me llena de felicidad.

Por eso Filemón me plantea cada segundo la necesidad de entregar un poco más.

Sé que mi comunidad está bendecida con muchas posibilidades que pocos tienen, y ser instrumento de Dios para una misión tan especial como es el apostolado en realidades marginales es la más importante. Tuve la posibilidad de ser consejera en un PM de Filemón en mi primer año en la comunidad y entonces supe que lo que Dios pedía de mi era mucho más grande que el tiempo de una o dos tardes a la semana...  Pedía mi corazón entero.
 Y desde entonces es para mí decisión permanente, de abandonarme completamente y confiar. Y no pasa un segundo en que me arrepienta.  Quiero ser corazón de barro en manos de mi alfarero y dejar que El lo moldee a través de los chicos. Y sea cual sea el camino por el que me dirija, lo único que sé es que esta vocación del amor sin medidas nunca se va a terminar.

Por eso hoy mi certeza, es lo que pido a Dios con más fuerza, como pedía Don Bosco:
"Da mihi animas caetera tolle" ..."Dame almas y llévate lo demás".


MARISA GARAT - PM 82 - COMUNIDAD FILEMÓN.

COMUNIDAD FILEMÓN – “Nosotros, como comunidad, tratamos de salvar la mayor cantidad de almas para Dios”.


La primera vez que entre al Instituto Roca lo hice con Tony, que se reía de verme tan asustada. Nos metimos en un arresto a charlar con Maxi, un rubio de ojos verdes al que le decían, ocasionalmente, “rubio”. En la calle todos tienen apodos. Recuerdo que tenía ganas de llorar, porque tenía miedo y me daba pena sentir el frio que hacía y ellos ahí, con un plástico rotoso tapando las rejas para engañar al viento helado. Esa fue mi bienvenida a este mundo. Ese fue el día en que nací a esta vida, el día que Cristo abrió mis ojos y me saco la venda con la cual había vivido 19 años. Ya hacen cuatro años y pico de eso. Benditos cuatro años.
Yo creo que algo que define a Filemón es “andar con el corazón en la mano”. Todos estos años de perseverar en Palestra y en mi comunidad a la que amo, me han hecho abrir los ojos y el corazón de una manera descomunal. En la comunidad aprendí a perderle el miedo a ese niño que iba a apostolar, a ese al que antes le tenía recelo, lo rechazaba, hasta lo detestaba. Cristo, en su inmensa sabiduría, me ha hecho chocar de frente con estos presos, estas prostitutas, estos drogadictos, estas niñas abusadas, estos niños abandonados, estos asesinos, violadores, chorros. Estos pedazos de amor tras las rejas. Me ha hecho chocar contra esa realidad y darme cuenta lo amada que me podría llegar a sentir, lo aburrida que podría haber sido mi vida sin ellos, lo vacía que estaría sin mis sábados cargados de esa adrenalina, santa adrenalina de ir a apostolar. Aunque ahora vaya menos que en mis inicios, sigo sintiendo, gracias a Dios, lo mismo.

El Filemón siempre se ha caracterizado por ser de una manera diferente. Lo sentí desde el primer día, y así lo vivo. Nosotros, como comunidad, tratamos de salvar la mayor cantidad de almas para Dios. Año a año hacemos los PM, donde sentimos la inmensa dicha y felicidad de meternos en las villas a buscar palancas, conocer la familia de los chicos y chicas, ver cómo viven, de donde vienen para poder adivinar hacia donde van. Lo digo con la mano en el corazón: amamos eso. Cada PM de File reafirma una fe viva que tenemos en los “pollos”, como le decimos al apostolado. Reafirma el llamado y carisma que nos hace ser filemones, que nos hace amar este estilo de vida. Es imposible para mi dar un testimonio en concreto de lo que vivo en File, de lo que viví estos años. Pienso en cada chico y chica a la que apostolamos, en sus vidas, en sus dolores, en sus anhelos, en los sueños que tienen y que capaz que no se cumplan, capaz que sí. Pienso en todo lo que ha obrado Dios en mi corazón a través de ellos, en cómo me voy tratando de santificar por medio de ellos, en como los amo y en cómo voy a tener siempre este carisma que me hace ser Filemona acá, en Brasil o en la China. Filemón es eso. Es vivir con el corazón en la mano, entregando lo que somos y lo que tratamos de ser. Es amar a ese excluido y discriminado por la sociedad. Es ese cruzarse a la orilla opuesta del rio para estar lado a lado con el Cristo de la calle. Es una sensación que antes no la había sentido, amar así a algo tan diferente, a pesar de los obstáculos, de las decepciones, de las lágrimas, de los dolores, de verlos sufrir, de sufrir nosotros con ellos. A pesar de todo, sigo eligiendo y siempre elegiría esta comunidad, porque hay algo más grande que nos une, algo que nos hace laburar como negros cuando hay que hacerlo, gritarnos cuando no nos ponemos de acuerdo, ser frontales y poco caritativos. Hay algo que hace que nada de eso nos importe, y es ese Cristo preso y abandonado, que nos ha salvado la vida y nos ha rescatado a cada miembro de la comunidad de la maldición de vivir a los ojos de lo socialmente “aceptado”. Les dejo una oración que me la hizo conocer la Sarabia, es del Padre Mugica, un curita villero, y en esta oración se resume a la perfección lo que siento por File, lo que todos sentimos:


"Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos, que parecen tener ocho años; tengan trece;

Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no:

Señor, perdóname por haberme aprendido a soportar el olor de las aguas servidas de las que me puedo ir y ellos no;

Señor, perdóname por encender la luz y olvidarme de que ellos no pueden hacerlo;

Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre;

Señor, perdóname por decirles no solo del pan vive el hombre, y no luchar con todo para que rescaten su pan;

Señor, quiero quererlos por ellos y no por mí. Ayúdame.

Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.

Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame” Amén


Señor, mantén siempre vivo nuestro carisma Filemón, para que cuando nos vean, Te vean.


Josefina Sidán – PM 77 – Comunidad Filemón.

COMUNIDAD KENOSIS – “Nosotros somos felices viendo sonreír a los apostolados y es por eso que amo esta comunidad”.

"El ser dirigente era una meta a alcanzar desde mis 11 años. Mucho o poco de lo que soy es gracias a ellos, porque son ellos los que me transmitían el mensaje de Dios, son ellos los que sacrificaban salidas o simplemente descansar un día por dar una charlo y lo hacían con unas ganas y una sonrisa de oreja a oreja!
Ahora me tocó a mi y estoy muy feliz de serlo!.

Cuando me dijeron que estaba en el equipo de apostolado me puso muy contento y a la vez sentía mucho miedo, ese miedo de no ser yo el indicado. Pero sábado a sábado mi comunidad me fue alentando y dándome ese empujón que tanto lo necesitaba, haciéndome saber que soy el elegido. Con el equipo nos apoyamos día a día para no caer en las cosas mundanas...son unos grossos! Siempre están cuando los necesito y saben cuando estoy bien o mal y eso me llena tremendamente y me dan ganas de seguir.
Que decir del Apostolado!! Esto es algo increíble podes devolver un poco de lo que tanto me dieron en 7 años que estuve en ese lado... ver que adolescentes elijan este estilo de vida es muy grosso con lo difícil que es esta etapa hoy en día. También ver que mis dos hermanitos están caminando junto a los demás chicos que tienen sed de Dios y vivir la misma felicidad que yo sentía cada sábado.

La comunidad Kenosis no es nada sin ellos, nosotros somos felices viendo sonreír a los apostolados y es por eso que amo esta comunidad. Esto no es nada fácil, pero yo estoy convencido de que Dios me ayuda día a día! EN KENOSIS APRENDI QUE SER FELIZ ESTABA EN SERVIR!!"


Lucas Medina – Comunidad Kenosis – PM 85.

TESTIMONIO DE APOSTOLADO – "Gracias al apostolado hoy puedo ser mejor persona".


Para mi el apostolado es amor, solidaridad, compañerismo, amistad. 

En el apostolado compartimos sentimientos, dan charlas sobre la vida, nos ayudamos unos a otros, hablamos de Jesús, hacemos oraciones, cantamos, jugamos y nos divertimos muchísimo!! En el apostolado nos enseñan a ser mejor persona ayudando a los demás. Gracias al apostolado hoy puedo ser mejor persona. 

Es un grupo muy bueno y de muy buenas personas. Además, para mi el compartir el apostolado con mis hermanos es una experiencia muy buena porque me siento mas en familia...siento que Kenosis es parte de mi vida y comparto mucho mas tiempo con mis hermanos.

Gastón Medina – Apostolado Kenosis.


COMUNIDAD KENOSIS - “Somos jóvenes y elegimos seguir a Jesús, llevamos las ansias y las ganas de luchar, dueños del presente y del futuro también”.


Mi presente y mi futuro es Kenosis,  incluso fue mi pasado, un pasado del que estoy feliz y orgullosa. Mi experiencia con Kenosis comienza en 2010 cuando llego de manera errónea e inesperada a un grupo de locos lindos que se juntaban todos los sábados a las 15 en el Tulio, ese primer día en el Apostolado fue hermoso y el impulso y motivación para perseverar durante 4 años más. El apostolado no solo me acercó a Dios y logró afianzar mi relación con Él, sino que me regalo amigos, hermanos en Cristo e incluso me dio a mi madrina de confirmación. En definitiva el apostolado fue un cambio en mi vida del cual estoy realmente agradecida y no cambiaría absolutamente nada.

Pero durante esos 4 años yo veía el “show”, después vino el final de esa obra hermosa y me toco empezar a ver el detrás de escena del que no me había enterado. El detrás de escena comenzó con la posibilidad de participar en la convivencia de la comunidad, algo diferente para mí que estaba acostumbrada a las convivencias de apostolado, esta fue una experiencia para conocer a los que serían mis compañeros de perseverancia, empezar a aprender los “trucos” para estar al frente de la obra y compartir momentos increíbles. Pero no era tan sencillo, como no era “oficialmente” de la comunidad por no haber realizado el PM, se sentía de alguna manera esa diferencia, se tenían que cuidar de no decir cosas relacionadas a ese momento especial, que yo trate de entender que debía esperar a vivirlo para compartir con ellos de la mejor manera. Esta sensación genero mayor ansiedad y más ganas de hacer YA el PM, pero era de apoco primero vino el periodo iniciador, donde pude conocer otros jóvenes decididos a reencontrarse con Cristo, un Cristo joven que a mi me venían mostrando desde el 2010. Y al fin llego el tan esperado PM, que desde antes de subir me hizo sentir el amor de mi comunidad y las esperanzas que ellos también tenían puestas sobre mí. Y ese momento empezó de la mejor manera, me regaló a mi madrina de confirmación para compartir esos 4 días de cambio. Y termino mejor regalándome la presencia de otra madrina del corazón en el servicio, que me sacó hasta lágrimas al verla.

Desde antes de subir, durante el periodo motivador y al bajar y vivir la expo-comunidad supe que no había duda, mi lugar era Kenosis, si lo dude alguna vez fueron 10 segundos y siempre hubo algo que me decía: no, lo tuyo es esa comunidad que te viene cambiando la vida hace 5 años!!! Y después comenzó el momento más difícil el 4º día, un momento en el que a veces caes pero siempre tenés quien te levante, y es esa bella comunidad que elegí para perseverar, que sábado a sábado me enseña algo, me muestra como con la lucha ligada todo es mucho más fácil, que me sigue mostrando amigos, y por supuesto a ese Cristo Joven que te cambia la vida día a día. Una comunidad que amo y no cambiaría y le agradezco a Dios por ponerla en mi camino porque cuando más los necesitas están, porque tiene personas increíbles que me muestran como hacerme nada para servir a Jesús y, lo más importante, que todos juntos somos invencibles y ellos saben que los amo y que cuentan conmigo siempre. Que a pesar de los cambios Dios nos viene preparando para resistir con fuerza, y les digo que no bajemos los brazos, por nosotros que juntos somos mejores, y especialmente por ese apostolado que elegimos, porque yo que fui una y se como todo lo que da la comunidad llega como algo increíble y hermoso. Cristo tiene que seguir siendo el cimiente por el que nuestra casa sigue firme a pesar de los golpes y tormentas que puedan pasar. Y sigamos cumpliendo nuestra misión, sembrando semillas de Dios, "porque los frutos de este apostolado serán sonrisas a nuestro lado".

Sofía Gracioso - PM 85 - Comunidad Kénosis.

COMUNIDAD JOSUÉ - "No te dejaré ni te abandonaré... Yo estaré contigo adonde quieras que vayas".

Sólo tenía un año y medio de perseverancia en Josué cuando me eligieron ser su coordinadora.  Sin conocer mucho, con un poco de miedo acepté y dije que Si a semejante rol.

A los pocos meses me casé y pensé que no iba a poder con todo. Vida nueva,  trabajo en casa, facultad,  marido y la comunidad;  realmente no sabía qué y cómo hacer las cosas.
Al principio costó y mucho, sentía que el tiempo no me alcanzaba.
Pero una y otra vez me resonaba en mi cabeza: "No te dejaré ni te abandonaré... Yo estaré contigo adonde quieras que vayas" (Josué 1) Y así fue que me entregué a Dios; le entregué mi vida, mi matrimonio y mi comunidad.

Se manifestó en cada uno de las personas que me rodean;  familia, amigos, josueses,  quienes me acompañaron y me acompañan para que todo fuera más fácil.
Y así estoy llegando al final de mi coordinación, pero esta vez con total confianza de que es Dios quién me va a seguir marcando mi  camino. Sólo tengo que PEDALEAR...

Gabriela Mosconi. PM 80. Coordinadora Comunidad Josué.



TESTIMONIO DE SERVICIO – “Jamás pensé sentirme tan protagonista como me sentí… Dios me sorprendió en cada momento por medio de infinitos signos”.

En un momento difícil de mi vida… luego de poner mi situación cada día en oración, entregándome a Dios… El con claridad me respondió “IVANA TE NECESITO” cuando a través de una llamada telefónica me convocaron para ser parte de la cocina del PM 85 de Mujeres!!!. Algo que con ansias esperaba hace mucho tiempo… y así una vez más con firmeza respondí : SI SEÑOR YO TE SIGO!!!.

Gracias a Dios hoy puedo dar testimonio de lo que fue este gran servicio. Jamás pensé sentirme tan protagonista como me sentí… Dios me sorprendió en cada momento por medio de infinitos signos, a través de cada uno de mis compañeros me llenó de amor, de fortaleza, me regalo hermosos momentos de oración, luego de un largo tiempo pude volver a estar y mantenerme en gracia, replantearme distintas cuestiones de mi vida y sobre todo PULIR MI RELACIÓN CON ÉL!!!.

Me sentí realmente muy bendecida, bajé renovada y deseando que todo el mundo pueda vivir esta hermosa experiencia… Por eso los invito a decirle SI al Señor cada vez que nos llame, dejando todo solo por seguirlo!! El siempre retribuye de la mejor manera.
Gracias DIOS !!!Gracias Palestra, gracias equipo de Cocina, gracias PM 85 de mujeres y en especial gracias a mi amada COMUNIDAD JOSUÉ que me acompañó en todo momento.
Con amor…

Ivana Soledad Diaz – PM 80 – Comunidad Josué.

COMUNIDAD TIMOTEO – “Me enseña a amar y por sobre todo, me siento muy amada”.

La verdad que hoy soy feliz… Ahora puedo decir que soy realmente feliz. Desde que hice mi PM 83 conozco todo lo que Nuestro Padre hizo por mi y sigue haciendo, me di cuenta que El nunca me abandonó, siempre estuvo a mi lado. Y me mima de la mejor manera, con mi comunidad tan amada TIMOTEO, es una comunidad en la cual me lleva por el camino de Cristo, me enseña a amar y por sobre todo me siento muy amada. Gracias por eso!.
Tengo la gracia de ser la encargada de Pastoral, es muy lindo poder conocer y compartir con los grupos que conforman nuestra capilla Madre de la Divina Gracia, aprendemos mucho de la gente mayor y la verdad que trabajar x nuestra capilla y por los chicos de nuestro barrio es muy gratificante.

Voy a terminar con la frase que nos representa y que además me encanta y me llena de valor, "QUE NADIE MENOSPRECIE TU JUVENTUD, POR EL CONTRARIO,TRATA DE SER UN MODELO PARA LOS QUE CREEN EN LA CONVERSACIÓN Y EN LA PUREZA DE LA VIDA". VAMOS TIMOTEO!!! VAMOS PALESTRA!!!.

Maria Emilia Mosconi

Comunidad Timoteo – PM 83

COMUNIDAD TIMOTEO - "Entendí el mensaje que Él me dio, y volví dispuesta a todo lo que fuese que ocurriese".

Recuerdo cuando tenía 16 años y mi mejor amiga me proponía que la acompañe a reuniones en la Capilla Madre de la Divina Gracia en el Barrio San Martín. Admito que siempre tuve formación cristiana, pero nunca me sentí identificada con Dios. Sin     embargo, acepté acompañarla y de a poco me iba interesando más por esa gente que en esa Capilla encontraba y que tanta alegría y entusiasmo nos    contagiaba. Sinceramente, mis compañeros de Comunidad y yo,
No entendíamos mucho lo que los mayores hablaban, pero no nos importaba porque sólo queríamos jugar y divertirnos. Fueron pasando los años, fueron pasando convivencias, encuentros, charlas, historias, locuras, risas... Unos venían, otros se iban... Después volvían y se iban nuevamente... Y todo era parte de un aprendizaje que nos iba quedando.
Después me fui haciendo grandecita en la Comunidad y recuerdo que los mayores no veían la hora de que muchos terminemos la secundaria jajaja, que locos.

Recuerdo mi primer año en Psicología, seguía yendo a la Comunidad y por ende ya estaba "habilitada" para hacer el famoso PM del cual todos hablaban misteriosamente, de esas situaciones en las que me enojaba porque no entendía nada jajaja. Varios de los que se habían iniciado en la Comunidad conmigo, ya habían hecho el PM, entonces puedo asegurar que era muy densa la situación, porque por un lado todos querían que "suba" a Tacanas, pero por otro, no entendía por qué le llamaban "subir". A pesar de tanta presión, no me sentí obligada a hacer el PM, sino que sentí que debía hacerlo porque parecía importante para mi comunidad, y principalmente para mi.
Subí al PM, me encontré con mi Dios allá, entendí el mensaje que Él me dio, y volví dispuesta a todo lo que fuese que ocurriese.

Justo se daba que la última generación de Timoteo debía irse por motivos de edad, de realidades. Timoteo estaba en crisis porque si ellos se iban, se perdía la comunidad. Que valor que tuvieron los ex para pedalear hasta el final. Las cosas se fueron acomodando y el Espíritu Santo fue obrando en cada uno de nosotros los "nuevos". Fue tan hermoso que termine esmerándome siempre un poco más (sin darme cuenta) y termine siendo elegida como Coordinadora de Timoteo. Fue realmente una bendición para mi haber salido electa.
Millones de recuerdos inundaron mi alma, recordar como comencé siendo apostillado y terminar hoy en día siendo Coordinadora es realmente increíble y uno de los regalos más hermosos que Dios me dio. Mi alma y corazón se estremecen al pensar que está en mis manos el poder mejorar y engrandecer a esta Comunidad que es parte de mi vida, de mi juventud... Y que seguirá siéndolo por muchos años más, por toda mi vida.

                                                                     Sofía Macías – Comunidad Timoteo – PM 82