- VOLVER A EMPEZAR - Internos de la cárcel dicen que el canto los hace sentir libres, participan en un Coro.

“Procuraremos hacernos prójimos de los excluidos de la historia para introducirlos en la misma experiencia que nos ha cambiado la vida. La Nueva Evangelización implica un esfuerzo por salir al encuentro de las mujeres y los varones de nuestros ambientes, especialmente de los que se sienten más alejados...” Navega Mar Adentro

En el penal de Villa Urquiza actuaron dos grupos corales dentro del Setiembre Musical.
El coro de presos, dirigido por Gerardo Calderón, se presentó en la iglesia de la cárcel con motivo de la apertura del ciclo de la Asociación de Directores de Coro de Argentina en el marco del 47º Setiembre Musical.
También cantó el coro de Cámara de Tucumán, bajo la dirección de Ricardo Steinsleger. Los presos de las unidades 5 y 6 siguieron atentamente la actuación y se emocionaron con cada una de las piezas musicales.
“A través del canto, uno se siente libre”, expresó Sergio Concha, interno en Villa Urquiza y miembro del taller de coro. Lleva detenido un año y ocho meses y asegura que en el coro encontró una familia. Además, confía en que, con el canto, pueda conmover a los otros presos y hacerlos compartir su sentimiento de libertad.
“Es la primera vez que escucho este tipo de música. Fue una hermosa experiencia; muy relajante”, comentó Ramón Ruiz.
“Actividades como esta ayudan a despabilarse. Uno se despeja de tanto encierro”, expresó Raúl.
Elías, que está procesado, describió la experiencia de participar en los talleres de coro y guitarra como algo muy positivo. “Es fabuloso. La música significa liberarse de lo que se vive en el penal. Me siento otra persona”, afirmó.
El coro de Villa Urquiza está formado por 15 internos, que son dirigidos por Calderón con quien, aseguran, tienen una relación muy estrecha. “Se aprende mucho con él. Es como un hermano”.
Por su parte, Calderón explicó la intención del taller. “La música puede servir como un inicio para la modificación de las conductas que los trajeron acá. Además, el canto, como cualquier actividad artística, genera la sensación de libertad”.
El coro de internos interpretó temas que, según dijeron, tienen un significado importante para ellos, como “Volver a empezar”, de Alejandro Lerner, y “Aprender a volar”, de Patricia Sosa, entre otros.
“Fue conmovedor. Los internos tienen las mismas capacidades de cualquier persona, pero se encuentran en circunstancias diferentes. Para nosotros, cantar es algo cotidiano. Para ellos es una posibilidad de expresarse”.
“Cantar en un lugar como este es una responsabilidad muy grande, porque nos están escuchando personas que no pueden salir; se percibe un mayor nivel de atención. Acá sobró emoción”, opinó Steinsleger.
También estuvieron presentes el director de Institutos Penales, Ernesto Salas, y el presidente del Ente Cultural Tucumán, Mauricio Guzman, que expresó; “El hombre capaz de cantar es capaz de ser libre”.