- DÍA DE LAS CENIZAS

El Miércoles de Ceniza es una celebración cristiana que da comienzo a la Cuaresma. Este es un tiempo de reflexión, de pensar, de revisar, de cambios y nuevos hábitos que nos prepara para la fiesta de la Pascua.
El nombre; Día de las Cenizas, se encuentra ya desde el siglo VIII. De acuerdo a la costumbre, las personas eran exhortadas a ir al altar antes del comienzo del culto donde el sacerdote, sumergiendo su dedo en cenizas, marcaba sus frentes con la señal de la cruz, diciendo: "Recuerda que eres polvo, y al polvo volverás". Las cenizas se hacían quemando las palmas utilizadas el Domingo de Ramos del año anterior.
En los libros del Antiguo y Nuevo Testamentos, los hombres que se arrepentían de sus acciones se echaban cenizas y vestían sus cuerpos con una tela particular, ahora diríamos arpillera.
La práctica fue acuñada como un signo por la iglesia para comenzar de esa forma la Cuaresma.

Es el comienzo de un tiempo de entrenamiento interior, de estadio (palestra) de preparación, de esfuerzos personales y compartidos.
Tiempo de conseguir metas interiores y también aquellas que tienen que ver con nuestros deberes y obligaciones; estudio, trabajo, diversión, vida social y comunitaria, vida de ciudadano.
En la Palestra hay reglas, horarios, métodos, autodisciplica, pero no son los más importantes, son secundarios y necesarios. En la liturgia y la vivencia de la Cuaresma pasa lo mismo, hay ritos, celebraciones, importantes si, pero lo que interesa es que mejoremos internamente en relación a Dios, a mi mismo, a mi projimo, a las cosas.
Esos cambios, esa conversión serán el resultado de mi entrenamiento, de mi preparación. Sera importante participar y llegar a la meta de la Resurreción sin importar el puesto en que llegue, mi esfuerzo me premiará.
"En medio de mis olvidos, aún quedan en mí fuerzas para darte las gracias,
y aunque mi fe no es mucha, aún hay en mi interior algunos retazos de esperanza
y muchas ganas de amar y ser amado."