Y a en los últimos años de su vida, y refiriéndose al trabajo de la Iglesia con los jóvenes, le escuché decir al padre Manuel Moledo, pionero y profeta de la pastoral juvenil:“Tenemos las respuestas: lo que nos falta son las preguntas”.
El “tenemos las respuestas” no surgía ni de la soberbia ni del deseo de imponer una verdad, sino de la fe profunda y sencilla en lo que Jesús vino a dar a conocer.
Lo del padre Moledo iba en otra dirección.
Se nos insinuaba que quizás haya que poner en práctica una pastoral de la pregunta, que sepa ponerse del lado de la pregunta más que del de la respuesta. Del lado del Hombre de hoy.
Buscar las preguntas, dar con ellas: salir al encuentro de los interrogantes de los hombres y mujeres de hoy. Sin ese encuentro nuestra pastoral sería un disparo en la noche.
Podemos preguntarnos:
- ¿Qué capacidad tienen nuestras instancias pastorales e institucionales para dar cabida a los interrogantes de la sociedad contemporánea?
- ¿Cuánto nos molestan las preguntas?
- ¿Cuántas veces no son descartadas de plano pretendiendo una pastoral unidireccional, donde se suele privilegiar el matiz docente sobre el dicente?
Le escuché decir a un cura amigo: “Yo estoy con los que buscan”.
Pienso cuántas veces nuestro mensaje, nuestro estilo, nuestra mediaciones parecen estar pensadas para los que ya llegaron, o creen que llegaron, o simulan haber llegado.
¿Quién puede afirmar que alguien llegó, que alguien está por llegar, que a alguien le falta?
¿Quién dijo que la fe se opone a las búsquedas, a los tanteos, a los intentos, a los ensayos, todos ellos parciales y provisorios, pero no por eso menos auténticos?
Buscar es ponerse en camino. Preguntar es querer saber.
La vida pastoral de la Iglesia no es otra cosa que la tarea cotidiana por dar con las preguntas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, de cada tiempo; y la vocación por compartir sus búsquedas.
No por no tener nada que decir. No por no haber encontrado nada. Sino por haber tenido la experiencia de un don que desborda y relativiza nuestros empeños y mediaciones, de un don que nos constituye como personas y como comunidad.
De un don del que dicha vida debiera ser testimonio. De un don que nos pone siempre en camino.
Fuente: http://www.san-pablo.com.ar/vidapastoral/
“Será un nuevo Pentecostés que nos impulse a ir, de manera especial, en búsqueda de los católicos alejados y de los que poco o nada conocen a Jesucristo,… Misión que debe llegar a todos, ser permanente y profunda" (APARECIDA - V Conferencia a los pueblos de América Latina y El Caribe - 5)
"Queremos encontrar los modos de llegar a todos los bautizados, … la Nueva Evangelización implica un esfuerzo por salir al encuentro de las mujeres y los varones de nuestros ambientes, especialmente de los que se sienten más alejados … “ (NAVEGA MAR ADENTRO - 77)
“Se encuentra una total sintonía entre el Documento Conclusivo de Aparecida, Navega Mar Adentro y el Plan Arquidiocesano de Pastoral en relación a la misión.
A la luz de Aparecida y de Navega Mar Adentro, alcanzar el objetivo 2004-2009 aparece como el gran desafío para nuestra Arquidiócesis: “Que todas las comunidades y todos sus componentes se integren en una Gran Misión Arquidiocesana para impulsar la NUEVA EVANGELIZACIÓN”.
Monseñor Luis Villalba - Arzobispo de Tucumán en las Jornadas de Estudio de APARECIDA – 21-04-08