MARÍA DE LA MERCED MODELO DE LA INCLUSION - Hoy María clama a nuestro pueblo, porque sigue habiendo hijos excluidos, mal tratados, despreciados.

Sin dudas María en la advocación de la Merced, nos enseña a vivir el valor de la inclusión, sólo basta recorrer la historia y su mensaje para darnos cuenta.
Corre el siglo XIII, los Moros se apoderan de España, muchos cristianos son tomados en cautiverio, considerados una mercancía, sin duda el gran sentimiento que invade esos corazones es la exclusión, han sido despojados no sólo de su libertad sino de su misma dignidad de personas.
Son considerados mercancías al servicio egoísta de algún mercader. María entonces llama a San Pedro Nolasco, un joven que había jugado su vida, vendido sus bienes en la obra de redimir cautivos y le pide comprarlos para ponerlos en libertad, INCLUIRLOS como parte importante de la iglesia.
La madre de Dios, le pide que funde una orden en su honor para la redención de los cautivos, “HE OIDO A MIS HIJOS QUE GIMEN EN DURA CAUTIVIDAD, CON PELIGRO DE PERDER SU FE"...
Una madre no hace acepción de personas, busca a su hijo perdido, cura al que sufre, protege al que está en peligro. María se identifica como la que viene a derramar su merced, es decir sus dones, para que todos sus hijos formen parte de la familia santa y para que entre nosotros podamos descubrirnos como hermanos.
Luego en América, es la que ayuda a incluir a los habitantes de nuestro suelo, abriendo camino, guiándolos, uniéndolos...
Hoy María clama a nuestro pueblo, porque sigue habiendo hijos excluidos, mal tratados, despreciados.Sigue existiendo entre nosotros la intolerancia, la indiferencia, la ausencia de diálogo y hasta la trata de personas...
Por eso Hermano, María te llama a vos, como lo hizo con Pedro Nolasco un día, a ocuparte del que sufre, a sentir sus cadenas como la tuyas, porque un día el Señor te preguntará
:¿QUÉ HAS HECHO POR TU HERMANO?