“La Virgen de la Merced acompaña el peregrinar de nuestro pueblo desde los comienzos de San Miguel de Tucumán en Ibatín. Hemos llegado desde todas las comunidades como hijos suyos, con el deseo de honrarle y manifestarle nuestro amor, ante su imagen bendita". "Queremos agradecerle las innumerables gracias que nos alcanza del Señor; confiarle las necesidades, las alegrías, los sufrimientos, los trabajos nuestros de cada día y suplicarle su intercesión para ser perdonados de nuestras infidelidades y omisiones.”
“En el Evangelio de San Lucas, la María se profesa por dos veces “La servidora del Señor”: cuando presta su asentimiento al mensaje del ángel y cuando proclama la grandeza del Señor por las obras grandes que ha hecho por ella”.
“Sólo es verdadero discípulo del Señor, el que está dispuesto a servir como él. En efecto, el servicio, es decir, atender a las necesidades de los demás, es el signo de los cristianos”.
“El cristiano es el que debe difundir en la comunidad y en la sociedad el espíritu de servicio, tan necesario hoy día. Porque pareciera que cada uno busca su propio interés, su propio beneficio, su propio provecho, busca que todas las cosas y hasta los demás lo sirvan a él”.
“La Iglesia está en la sociedad para servirla… siguiendo a Cristo, está al servicio de la vida: de la vida divina y de la vida humana. El primer servicio que presta la Iglesia a los hombres es anunciarles la verdad sobre Jesucristo”.
“La vida nueva de Jesucristo toca al ser humano entero y desarrolla en plenitud la existencia humana “en su dimensión personal, familiar social y cultural”.
“Pero las condiciones de muchos hermanos nuestros, abandonados y excluidos en su miseria y su dolor, contradicen este proyecto del Padre. El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con esas situaciones inhumanas. Hoy, nos encontramos con el flagelo de la droga que está destruyendo, especialmente a los jóvenes. La droga es sinónimo de muerte”.
“El desafío es grande. Entre todos debemos generar una red social que propicie la cultura de la vida que comprenda a padres, docentes, funcionarios, medios de comunicación, instituciones religiosas y a todos los ámbitos sociales. La situación es grave y requiere una acción mancomunada de toda la sociedad, que pueda transformarse en política de Estado”.
“Éste es un problema de toda la sociedad, pero las autoridades son las primeras responsables en responder a este desafío. Para ello se debe concientizar a la sociedad y luchar contra el tráfico de drogas. Son deberes ineludibles”.
“Asumamos el compromiso de ser una Iglesia misionera. Que cada comunidad cristiana sea un centro de irradiación de Cristo. Se trata de salir de nuestra conciencia aislada y de lanzarnos con valentía y confianza a la misión: Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”.
Palabras de Monseñor José María Rossi, Obispo de Concepción, quien presidió en la histórica Villa de Medinas, una misa, frente al templo bicentenario de Nuestra Señora de La Merced.
“Nadie puede esclavizar a los hijos de Dios”. “Cuando celebramos a la Virgen de La Merced celebramos todas las mercedes, es decir, todos los regalos que nos ha dado Dios, sobre todo, el de la libertad. El Señor está interesado en que conservemos esta libertad; y por eso la protege y la cuida de quienes quieren hacernos esclavos, no sólo en lo material sino también en lo espiritual”.
“Hoy celebramos, además, esa hermosa historia de nuestra patria, la batalla de Manuel Belgrano, librada con coraje y con esfuerzo, y también para conquistar una libertad, como era la independencia del pueblo”.
Monseñor Rossi advirtió que el regalo de la libertad es un desafío y una obligación: “la de comprometernos a construir la libertad en nuestro pueblo, en la familia, en la provincia, en la patria y en todos los pueblos del mundo”.
Finalmente exhortó; “a que nadie sea esclavo de nadie, y a que ningún prejuicio tenga que encarcelar los sentimientos y los pensamientos del pueblo argentino”.
La procesión se realizó con una imagen de la Virgen de La Merced que data del siglo XVII, y que está tallada en una sola pieza de madera.
Mensajes de Monseñor Marcelo Palentini, Obispo de Jujuy;
“Celebramos hoy la fiesta de la virgen de la Merced. Una devoción mariana muy arraigada en el corazón de nuestros pueblos del norte, donde en distintos lugares se celebra esta devoción, que nos recuerda el paso de los misioneros al comienzo de la evangelización de nuestra zona".
"Pero sobre todo nos recuerda la intercesión de María para liberar, a los esclavos y a los que podemos ser esclavos del mal, del pecado".
"Por eso María la liberadora, la que intercede para que nosotros tengamos esa libertad interior, de hacer el bien de soñar algo mejor siempre. De tener la autentica libertad, que nos es el libertinaje, el capricho, sino la libertad que nos permite elegir siempre, lo bueno, lo mar perfecto posible, lo que es justo y santo.
Que la virgen nos ayude y bendiga a todas las comunidades que tiene su advocación como patrona".
“En el Evangelio de San Lucas, la María se profesa por dos veces “La servidora del Señor”: cuando presta su asentimiento al mensaje del ángel y cuando proclama la grandeza del Señor por las obras grandes que ha hecho por ella”.
“Sólo es verdadero discípulo del Señor, el que está dispuesto a servir como él. En efecto, el servicio, es decir, atender a las necesidades de los demás, es el signo de los cristianos”.
“El cristiano es el que debe difundir en la comunidad y en la sociedad el espíritu de servicio, tan necesario hoy día. Porque pareciera que cada uno busca su propio interés, su propio beneficio, su propio provecho, busca que todas las cosas y hasta los demás lo sirvan a él”.
“La Iglesia está en la sociedad para servirla… siguiendo a Cristo, está al servicio de la vida: de la vida divina y de la vida humana. El primer servicio que presta la Iglesia a los hombres es anunciarles la verdad sobre Jesucristo”.
“La vida nueva de Jesucristo toca al ser humano entero y desarrolla en plenitud la existencia humana “en su dimensión personal, familiar social y cultural”.
“Pero las condiciones de muchos hermanos nuestros, abandonados y excluidos en su miseria y su dolor, contradicen este proyecto del Padre. El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con esas situaciones inhumanas. Hoy, nos encontramos con el flagelo de la droga que está destruyendo, especialmente a los jóvenes. La droga es sinónimo de muerte”.
“El desafío es grande. Entre todos debemos generar una red social que propicie la cultura de la vida que comprenda a padres, docentes, funcionarios, medios de comunicación, instituciones religiosas y a todos los ámbitos sociales. La situación es grave y requiere una acción mancomunada de toda la sociedad, que pueda transformarse en política de Estado”.
“Éste es un problema de toda la sociedad, pero las autoridades son las primeras responsables en responder a este desafío. Para ello se debe concientizar a la sociedad y luchar contra el tráfico de drogas. Son deberes ineludibles”.
“Asumamos el compromiso de ser una Iglesia misionera. Que cada comunidad cristiana sea un centro de irradiación de Cristo. Se trata de salir de nuestra conciencia aislada y de lanzarnos con valentía y confianza a la misión: Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”.
Palabras de Monseñor José María Rossi, Obispo de Concepción, quien presidió en la histórica Villa de Medinas, una misa, frente al templo bicentenario de Nuestra Señora de La Merced.
“Nadie puede esclavizar a los hijos de Dios”. “Cuando celebramos a la Virgen de La Merced celebramos todas las mercedes, es decir, todos los regalos que nos ha dado Dios, sobre todo, el de la libertad. El Señor está interesado en que conservemos esta libertad; y por eso la protege y la cuida de quienes quieren hacernos esclavos, no sólo en lo material sino también en lo espiritual”.“Hoy celebramos, además, esa hermosa historia de nuestra patria, la batalla de Manuel Belgrano, librada con coraje y con esfuerzo, y también para conquistar una libertad, como era la independencia del pueblo”.
Monseñor Rossi advirtió que el regalo de la libertad es un desafío y una obligación: “la de comprometernos a construir la libertad en nuestro pueblo, en la familia, en la provincia, en la patria y en todos los pueblos del mundo”.
Finalmente exhortó; “a que nadie sea esclavo de nadie, y a que ningún prejuicio tenga que encarcelar los sentimientos y los pensamientos del pueblo argentino”.
La procesión se realizó con una imagen de la Virgen de La Merced que data del siglo XVII, y que está tallada en una sola pieza de madera.
Mensajes de Monseñor Marcelo Palentini, Obispo de Jujuy;
“Celebramos hoy la fiesta de la virgen de la Merced. Una devoción mariana muy arraigada en el corazón de nuestros pueblos del norte, donde en distintos lugares se celebra esta devoción, que nos recuerda el paso de los misioneros al comienzo de la evangelización de nuestra zona"."Pero sobre todo nos recuerda la intercesión de María para liberar, a los esclavos y a los que podemos ser esclavos del mal, del pecado".
"Por eso María la liberadora, la que intercede para que nosotros tengamos esa libertad interior, de hacer el bien de soñar algo mejor siempre. De tener la autentica libertad, que nos es el libertinaje, el capricho, sino la libertad que nos permite elegir siempre, lo bueno, lo mar perfecto posible, lo que es justo y santo.
Que la virgen nos ayude y bendiga a todas las comunidades que tiene su advocación como patrona".