- A RESPETARNOS - Nuestra vida debe ser una Palestra, un lugar de entrenamiento integral.
Para no ser una persona que vive haciendo todo aquello que daña al prójimo, a la naturaleza, a uno mismo. Debo vivir comprometidamente el día a día con mucha libertad, con autodisciplina responsable, con una fe adulta, comunitaria y con una esperanza contra toda esperanza, como dice San Pablo.