- ESA PRIMERA TENTACIÓN - Una reflexión sobre distintos desiertos que tenemos los hombres y mujeres de estos tiempos.

Hace unos años, haciendo turismo por Marruecos, dirigí mi coche a las estribaciones del Sahara cerca de la frontera con Argelia. Guía en castellano, noche en las dunas, paseo en dromedario y comida típica.
Objetivo principal: Disfrutar la estética del desierto para luego continuar viaje.
Hace unos meses, la caravana del Rally Dakar atravesaba a toda velocidad el desierto de Atacama. Alta tecnología, competición, cierta dosis de riesgo y patrocinadores oficiales.
Objetivo principal: Vencer las dificultades orográficas del desierto abandonándolo cuanto más rápido mejor, para alcanza un premio.
Hace unos días, narrado en el Evangelio, Jesús acude al desierto a tomar plena conciencia de las disyuntivas que se abren ante él y su proyecto. Inmediatez o profundidad. Espectáculo o discreción. Poder o lealtad.
Objetivo principal: Exponerse voluntariamente a la extrema aridez preñada de purificación. Sin prisas.
La tentación se nos desvela en el desierto, de eso no hay duda, y la primera consiste; en conformarse con la capa superficial de su arena.
Luis – Pastoral Jesuita