Es difícil expresar en palabras lo que estamos viviendo estos últimos meses, o quizás no tanto, pero la falta de gimnasia nos quita agilidad. Sin embargo, esperamos que a través de estas líneas puedan vivir un poco lo que vivimos nosotros.
Despertar hace unos meses de una larga hibernación puede suponer que levantarse, moverse, reactivarse… sea un proceso forzoso. También puede que no lo sea, sino más bien todo lo contrario, ese es nuestro caso.
La experiencia que significó para nosotros realizar los Periodos Iniciador, Motivador y Sedimentador, cambió drásticamente el rumbo de nuestras vidas, abrió nuestros ojos y más importante aún: nos devolvió el sabor de vida que tiene cada latido de nuestro corazón.
Formar parte de una comunidad fue algo que, desde que bajamos de nuestros PMs, quisimos hacer de manera conjunta. Sabíamos que sería algo maravilloso, por que bajamos llenos de necesidad de servir, de entregarnos a nuestros hermanos, de hacer felices a nuestros prójimos. Pero Nuestro Padre, que no se deja ganar en generosidad, ya tenía previsto una barca para que nosotros subamos con nuestras redes. Galilea.
Aquí nosotros encontramos un grupo de hermanos con la misma inquietud que nosotros, por que a pesar de que están hace mucho tiempo en el movimiento, somos testigos del calor y viveza de sus fuegos, de su Caridad y permanente búsqueda.
Hoy, Cristo nos muestra nuestra misión, la dirige y nos guía al encuentro de los niños del Hospital del Niño Jesús. ¿Justo en esta época de Navidad, del nacimiento del Niño Jesús? ¡Que causalidad!
Compartir con nuestros amigos de la comunidad, en comunión con nuestro Señor, con la solidaridad de todas las personas que colaboran con nuestros hermanitos del Hospital… nos supera, nos desborda, nos llena de alegría.
¡Gracias Padre por tantas bendiciones! ¡Alabado seas por siempre Señor!
Comunidad Galilea - Etapa Jóvenes Adultos.
Silvina M. Mohedano - PM 76 - Esteban D. Yranzo PM 77
Despertar hace unos meses de una larga hibernación puede suponer que levantarse, moverse, reactivarse… sea un proceso forzoso. También puede que no lo sea, sino más bien todo lo contrario, ese es nuestro caso.
La experiencia que significó para nosotros realizar los Periodos Iniciador, Motivador y Sedimentador, cambió drásticamente el rumbo de nuestras vidas, abrió nuestros ojos y más importante aún: nos devolvió el sabor de vida que tiene cada latido de nuestro corazón.
Formar parte de una comunidad fue algo que, desde que bajamos de nuestros PMs, quisimos hacer de manera conjunta. Sabíamos que sería algo maravilloso, por que bajamos llenos de necesidad de servir, de entregarnos a nuestros hermanos, de hacer felices a nuestros prójimos. Pero Nuestro Padre, que no se deja ganar en generosidad, ya tenía previsto una barca para que nosotros subamos con nuestras redes. Galilea.
Aquí nosotros encontramos un grupo de hermanos con la misma inquietud que nosotros, por que a pesar de que están hace mucho tiempo en el movimiento, somos testigos del calor y viveza de sus fuegos, de su Caridad y permanente búsqueda.
Hoy, Cristo nos muestra nuestra misión, la dirige y nos guía al encuentro de los niños del Hospital del Niño Jesús. ¿Justo en esta época de Navidad, del nacimiento del Niño Jesús? ¡Que causalidad!
Compartir con nuestros amigos de la comunidad, en comunión con nuestro Señor, con la solidaridad de todas las personas que colaboran con nuestros hermanitos del Hospital… nos supera, nos desborda, nos llena de alegría.
¡Gracias Padre por tantas bendiciones! ¡Alabado seas por siempre Señor!
Comunidad Galilea - Etapa Jóvenes Adultos.
Silvina M. Mohedano - PM 76 - Esteban D. Yranzo PM 77
