- PEREGRINACIÓN 2010 – Con el lema; “CONSTRUYENDO COMPASIÓN”

Peregrinación proviene del latín “peregrinatio” y significa viaje o estancia al extranjero. Etimológicamente, el peregrino es el expatriado o exiliado, es un extranjero desconocido en otro lugar, privado de la asistencia de una colectividad. Es un habitante más del País Lejano.
En la antigüedad, uno de los momentos importantes en la vida de la familia hebrea era la peregrinación al santuario. Tres veces al año se celebraban las Fiestas, donde se ponía énfasis en el agradecimiento.
Dios, hizo una promesa a los que emprendían esas peregrinaciones a su casa y en su nombre: “Ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante de tu Dios” (Éxodo 34.24). Mientras todos estaban en la peregrinación, Dios prometía cuidar de esos hogares que quedaban solos.
Toda peregrinación en comunidad tiene el sabor del encuentro con otros hermanos, otras personas que tienen raíces culturales distintas a las mías, con culturas familiares parecidas o diferentes. Nos encontramos con personas que piensan distinto sobre temas que nos interesan o tienen una mirada desde otro ángulo que nos tiene que interpelar para bien.
Vamos a llegar a este nuevo caminar con una peregrinación previa, que es la que hago cotidianamente en los ambientes; familia, trabajo, estudio, diversión, parroquia, grupo, movimiento, etc. Y también vengo de peregrinar con aquellos motores que me mueven; mis convicciones, mis prejuicios, mis miradas, mis posturas rígidas, mis etiquetas, mi manera de evangelizar y de entender a Dios y a la Iglesia y por sobre todo por mis verdades y mis comprensiones de la realidad. No voy a una peregrinación con cosas que no son mías, voy con lo que soy, mis seguridades, mis miedos, mis desconfianzas y confianzas, mis desamores y amores, mi pasado, mi presente y mi futuro.
Esta experiencia, puede modificar para bien mi vida y puede abrir mi corazón y mi mente a horizontes nuevos. Este nuevo caminar debe hacer nacer en mí actitudes de Buen Samaritano y dejar de lado las actitudes de Hermano Mayor.
Las distintas maneras de peregrinar tienen algo en común; encontrarse con Dios y dialogar con los hermanos. Toda experiencia deja enseñanzas, impresiones interiores y conocimientos tanto de uno mismo en cuanto a persona, valores, formas de pensar y situaciones de toda índole. El caminar, peregrinar, dialogar, son signos palpables de esta experiencia.
La peregrinación debe capacitar mi espíritu, como si fuera un atleta, para afrontar positivamente los ambientes Y llevarlos a Cristo.
Las peregrinaciones son acciones cargadas de simbolismos y signos, sobre todo en el camino espiritual, en el camino de una Comunidad, cuando estas tienen la intencionalidad de una búsqueda interior.
Para nosotros los Palestristas, forma parte de nuestro entrenamiento en la Palestra de la vida, la actitud de ir a pesar de las dificultades y asumir la perseverancia del caminante.
Que la del domingo no sea una peregrinación más, que no sea una colección de actividades reflejadas en fotos y anécdotas y nada más, que sea una experiencia interior, de cambio, de mejorarte, para que otros mejoren, para que tus prójimos aprendan a caminar y a dialogar.
Que sea una peregrinación hacia la diversidad, tanto ese día, como todos los días de tu vida, hacia lo que nos da miedo, lo que nos provoca inseguridad, lo raro, lo diferente, que sea un peregrinar hacia Dios, pero en la persona, en el prójimo de todos los días,
Peregrina y Dios se ocupará de tus cosas, ninguno codiciará tus bienes. Tus proyectos, tu vida, no se desperdiciarán, al contrario aumentarán, porque has caminado delante de Dios.

Compartimos una foto del Archivo de Palestra, de una Peregrinación realizada hacia Alderete en el año 1987. Corresponde al Grupo 310, creemos que de la Escuadra de los Universitarios y en ella se ven a varios Palestristas.