- FIESTA DE LA FAMILIA PALESTRISTA - Todas las fotos de la Jornada.

Palestra Tucuman - Fiesta Familia Oct 2010

Celebramos la Fiesta de la Familia Palestrista, un día lleno de emociones y signos muy positivos, los que cada uno sabrá saborear desde donde está parado. Los que trabajaron para hacer realidad la Fiesta con sus miles de inconvenientes que no los desanimaron ni paralizaron, al contrario, buscaron la forma de hacer todo para recibir a sus hermanos. Todos sabemos que hacer una reunión cuesta, sobre todo cuando los medios dependen de otros y solo tenemos las ganas y la voluntad de poner el granito de arena para que todos disfruten.
Por eso, el punto central de esta Fiesta, fue la GENEROSIDAD, a imagen del protagonista de la propaganda del producto en la tele, Dios fue generoso con nosotros en todo momento, el solo hecho de comenzar con la presencia de Jesús en la Eucaristía, los que preparaban la comida, atendían a la gente, la llegada de los Palestristas y sus familiares, hacía pensar que el día pintaba lindo, a pesar del fin de semana largo y de los imprevistos.
Como no decir de la generosidad de Dios en la presencia de los que participaron en los últimos motivadores, la presencia de las Comunidades con sus integrantes, la llegada de los niños y sus padres, las embarazadas que buscaban un lugar para sentarse y compartir.
Las conversaciones y anécdotas sobre los casamientos de este año, los nacimientos, las alegrías familiares y las luchas que levan adelante otros hermanos, todo hace a la Fiesta.
Los encuentros calurosos en abrazos, besos y expresiones, los reencuentros de Palestristas que hace rato no veíamos, la llegada de Darío y Virginia y como sus hermanos emocionados los rodearon y los llenaron de cariño luego de esos tiempos difíciles.
Todo hace a una fiesta, había motivos para celebrar y estar en sintonía con lo que Dios quiere de nosotros, la fraternidad, la entrega y la preocupación por el otro.
Tantas emociones… “recuperar” a nuestro director de Bingos, Marcelo, que sorprendió a su hija, Agustina, a pasar al frente y hacer el control de los números como en tantas oportunidades lo hizo hace años, cuando era una nenita.
Los premios, las emociones en los ganadores, las ventas en la cantina, el quiosco de la Faty con su biblioteca para ofrecer los libros para la autoformación, los miembros del secretariado haciéndose uno con los de retaguardia. El Padre Hernán conversando y bromeando con sus hijos.
En el patio, los juegos, generosos en oportunidades, para que todos, habilidosos y no tanto, solo con el entusiasmo de jugar y correr un rato al futbol, al básquet, y las risas, los gritos, las bromas, los alientos y los lesionados, hacían de estos momentos algo único, sencillamente único. Todo conformaba la Fiesta.
Y al final, en el salón, quedó el mantel de papel, con el dibujo de un plano, unos cálculos y medidas del sueño que queremos realizar, la Sede, la Fundación y todo lo que el futuro nos depara. Una Fiesta para el alma. Que Tata Dios siga siendo generoso, trataremos de ser dignos con esos regalos.