- LUCHA LIGADA EN LA ORACIÓN - Por la mamá del Padre Javier Suarez.

Amigos de Palestra les escribo para pedir oraciones por la salud de mi mamá que esta enferma desde el 24 de setiembre.
Un recuerdo especial a todos los de ese querido Movimiento, gracias porque siempre me invitan a las misas de los PM.
Un saludo cordial al padre Hernán y a todos lo chicos que siempre me han recibido con cortesía.
Les ruego oraciones para mi mama y desde ya les aseguro un vivo recuerdo en las Eucaristías diarias. Muchas Gracias.

“Les escribo a todos los que están cerca de mí en estas circunstancias particulares y preocupantes sobre el estado de salud de mi madre, Maria del Carmen.
Ante todo mi mamá se despertó del coma después de dos días de angustia total y absoluta inconsciencia, nos reconoce al grupo fliar. Se acuerda de mi papá y de mis hermanos, le dí la Sagrada Comunión, rezó el Padrenuestro y el Avemaría y, le pedí la bendición; fue un momento emocionante y profundo para mi familia. Indudablemente un signo del Altísimo, y prueba de la bondad y el poder del Señor que siempre escucha a sus hijos cuando en la tierra se ponen de acuerdo para pedir unánimes, en éste caso por la salud.
Pero debe seguir en terapia intensiva, con lo cuidados propios de un enfermo delicado, todavía no encuentran un diagnostico concreto los doctores, debemos esperar una junta medica para evaluar los siguientes procedimientos y estudios por hacer. Es una paciente inmunodepresiva con riesgos, con serias patologías de base, que requieren especiales tratamientos.
Nos turnamos para verla cuatro veces al día, ella está cansada, quisiera salir de una vez de la terapia, en la que hay 7 enfermos más graves que ella. Ésta noche estamos más serenos porque la vimos más lúcida, coherente y con hambre.
Al contarles este parte medico y su lenta evolución, quiero agradecer a la Santísima Trinidad y a la Santísima Virgen María por el don y el misterio de la cruz de mi madre, por la gracia y la bendición de su vida y de su enfermedad, signo de predilección del Señor que se identifica con los que están enfermos y quiere reproducir sus milagros y su compasión.
El Señor ama a los que sufren, el Señor está cerca de los que lo invocan sinceramente, el Señor se nos muestra en los débiles y espera que lo reconozcamos, lo servimos y lo acompañemos.
En estas breves líneas quisiera dar las gracias a todos los que se interesan por la salud de mi madre. Muchas gracias de todo corazón a los hermanos y hermanas en Jesucristo, que conforma la extensa lista de amigos y amigas que a lo largo de estos años de sacerdote se han incorporado a mi vida ministerial. A todos ustedes que de las distintas comunidades parroquiales anteriores donde presté mi servicio sacerdotal y de las demás parroquias les agradezco de verdad sus oraciones.
Muchísimas gracias a las numerosas familias que me han recibido cariñosamente y me acompañan solidariamente. Gracias a los hermanos sacerdotes y a las hermanas religiosas, Dios los bendiga mucho por esta red espiritual de oración y de intercesión. Gracias a los fieles de la renovación carismática y de los otros movimientos apostólicos, a los fieles de mi comunidad parroquial y de otras provincias. Gracias al Señor Obispo por su interés. Gracias a mis familiares directos y a todos mis amigos de siempre, amigos desde mi adolescencia y juventud.
No puedo dejar de agradecer delante de ustedes con profunda emoción e indescriptible sensación de deuda a los médicos especialistas que han acompañado a mi venerable madre en estos meses desinteresa e incondicionalmente. ¡ Cómo los quiero a los doctores! ¡Cómo los quiero a todos!
Dios los bendiga mucho a todos. Que el Buen Samaritano los reconforte y los consuele, que el Señor cuide de su salud y el de sus familias. Unidos en cada Eucaristía y en María Santísima. Gracias por la paciencia en leer este mensaje.
Espero darles buenas noticias durante los días sucesivos.”
Pbro. Javier Suarez.