- DÍA UNIVERSAL DE LA LUCHA CONTRA LA DROGADICCIÓN - Es importante que las instituciones, movimientos y familiares, estén presentes en la formación del niño/adolescente, y sean protagonistas de la contención necesaria.

Sabemos de la preocupación y la ocupación que se tiene con este problema, no solo tomar conciencia sino que en todo momento y lugar debemos estar en la prevención, en el apoyo tanto a los que sufren esta adicción como en la contención de las familias. 
En Palestra se toco muchas veces el tema, y también se logró trabajar con la Comunidad Filemón, a través de las visitas a las Instituciones de Menores Carcelados, donde la droga es cosa común y en la participación de algunos de sus miembros en el conocimiento de esta realidad, como la posibilidad de conocer lo que hace la organización Fazenda o Granjas de la Esperanza, para la recuperación de adictos. En la Diócesis del sur de Tucumán, Concepción, se inauguro Fazenda Santa Mónica, en Monte Hermoso, Aguilares. 

Vínculos para visitar: 
Monseñor Rossi, obispo de Concepción habla sobre el tema: http://www.youtube.com/watch?v=EV5duEL1fMM

Todos somos parte de la solución de esta problemática y nadie está al margen de ella, de una manera u otra nos llega su influencia y la critica, la queja, el echar culpas a otros carece de contundencia a la hora de buscar soluciones, solo siendo protagonistas de distintas maneras, poniendo en juego nuestras profesiones y aptitudes para este trabajo. Es una manera concreta de ir a la otra orilla, como lo señala nuestro Plan Pastoral Arquidiocesano. Es hora de explicitar con el trabajo en estos ambientes, lo que ese plan tiene como desafíos con los niños, adolescentes y jóvenes. 

En 1987, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas estableció el 26 de junio, de cada año, como el día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, de acuerdo con las recomendaciones surgidas de la Conferencia Internacional sobre el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. 
Pasaron 24 años. Pasaron gobiernos, funcionarios, diputados, senadores, intendentes, gobernadores. Lo único que no pasó fue el flagelo de la droga que, hoy, casi un cuarto de siglo después, sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad. 
La drogodependencia no distingue géneros, clases sociales, razas o religiones. La alta cifra de consumidores de droga, en el mundo, crece cada vez más. Por un lado, es importante que las instituciones educativas, y familiares, muy presentes en la formación del niño/adolescente, sean protagonistas de la contención necesaria para evitar que caiga en las garras de la droga. 
No alcanza con describir, a partir de un discurso informativo, los efectos nocivos del consumo de drogas. A esta altura, resulta imprescindible fortalecer los valores familiares y sociales, con la finalidad de generar vínculos sólidos, que impidan el aislamiento de nuestros jóvenes y, por ende, su inmersión en el mundo de las drogas. 
Por otra parte, si bien la familia y la escuela cumplen un papel fundamental para prevenir la drogodependencia, el Estado también debe estar presente, a través de acciones concretas: sistema de salud adecuado y fuertes políticas de prevención. Caso contrario, el único encuentro entre el adicto y el Estado no será en la enfermedad, sino en el delito. 
Que esta fecha conmemorativa sirva para saber qué estamos haciendo para combatir la drogadicción. Creo que la cuestión radica en preguntarnos si estamos trabajando para desarrollar la prevención o para combatir el delito. 
Hernán Traverso - Lic. en Ciencias de la Comunicación.