“Los misioneros urbanos deben recorrer las casas de las periferias, buscando dialogar con todos en espíritu de comprensión y de delicada caridad, no escandalizándose de la situación de pobreza en la que viven, sino devolviéndoles su dignidad, como hacían las primeras comunidades cristianas, practicando la solidaridad, para que se sientan amados de verdad”.
Como detalla nuestra Carta Fundacional Jesús comenzó su predicación en Galilea y los destinatarios privilegiados fueron los marginados, los pobres, los enfermos, los pecadores, “los más pequeños del reino”.
Nuestro desafío como comunidad es actualizar lo que hacía Jesús en Galilea, cómo actuaría Él en la realidad de nuestra provincia. Teniendo como modelo el estilo evangelizador de Jesús, nosotros queremos responder a una nueva evangelización siendo respuesta en el ámbito de la pastoral urbana.
CAMPAÑA NOCHE SOLIDARIA |
Jesús nos marcó el camino de la misión urbana: lo que Él dijo, lo que hizo, sus opciones, sus decisiones, su manera de hablar y actuar… son nuestra guía para pensar y organizar todo: las formas de seguimiento, la metodología de trabajo, la misión en sí, la regularidad en cuanto al tiempo, los destinatarios, etc.
Sabemos que los caminos que recorrió Jesús nos llevan a la inseguridad, a la intemperie, a la periferia; por eso descubrimos que la inculturación es el gran desafío de la pastoral urbana.
La cultura es la raíz de un pueblo, comprende el modo de pensar, sentir, relacionarse… en fin, el modo de vivir de todo hombre; lo que llamamos cultura postmoderna se funda en valores totalmente contrarios a los evangélicos: el amor, el perdón, la justicia, la esperanza, la libertad, la fraternidad… son valores en crisis en nuestro tiempo.
Para mostrarnos la manera de superar estos desafíos, Jesús se hizo hombre, recorrió los pueblos de Galilea, con su presencia fue transformando a las personas que tuvieron contacto con Él y a los ambientes a los que estas personas pertenecían.
PESEBRE EN HOSPITAL DE NIÑOS |
Galilea era de las orillas, era periferia, no tenía importancia para las autoridades; los grandes de Jerusalén la despreciaban porque estaba colmada de gente humilde, enfermos, ancianos, presos, vagabundos, pecadores, gente marginal y despreciable ante los ojos de la Ley. Sin embargo allí comenzó su predicación, estas personas fueron los elegidos para recibir los primeros indicios de que el Reino de Dios había llegado.
Jesús nos dice: “Todo cuando hicieron con uno de estos pequeños, conmigo lo hicieron” (Mt. 25, 40). Juan Pablo II decía que este texto bíblico “ilumina el misterio de Cristo hecho hombre”, porque en Cristo, el grande se hizo pequeño, el fuerte se hizo frágil y el rico se hizo pobre.
Hoy la iglesia sigue pidiéndonos que hagamos una opción preferencial por los pobres. En Aparecida se profundiza y se explica ampliamente a quiénes comprendería esta categoría, que se refiere a las personas que son víctimas de todo tipo de pobreza:
Económica (pobres, carenciados, desnutridos, comedores, vagabundos = personas sin techo)
Psicológica (personas depresivas, adictos a las drogas, víctimas de la violencia, víctimas de violaciones)
Afectiva (personas abandonadas, huérfanos, personas que sufrieron pérdidas)
Familiar (familias desintegradas, situaciones de violencia, divorciados, madres solteras)
Educativa (analfabetos, alumnos repitentes, con retraso escolar, adultos en situación escolar)
Física (enfermos, portadores de HIV o cáncer, discapacitados)
Socio- cultural (personas discriminadas, con problemas de integración, inmigrantes, estudiantes foráneos, víctimas de la injusticia, internos en institutos correccionales).
Bº MARÍA REINA - EL MANANTIAL |
“Ya no se trata simplemente de dar respuestas al fenómeno de la explotación y opresión, sino de responder a algo nuevo y más grave: que es la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz, la pertenencia a la sociedad en la que se vive, porque la persona excluida ya no está abajo, en la periferia o sin poder, sino que está afuera del sistema social. Los excluidos no son solamente “segregados” sino “sobrantes” y “desechables” en algunos casos.
El encuentro con Jesús en los pobres es una dimensión constitutiva de nuestra fe, porque es realmente una cuestión de fe ver el rostro de Cristo en ellos. Jesús dijo “tuve hambre, tuve sed, fui extranjero, estuve preso y enfermo” (Mt 25,31-6). La lista podría seguir. Hoy podemos escuchar de Jesús que nos dice: soy pobre, soy un niño de la calle, soy un anciano abandonado, soy un padre desesperanzado, soy una madre golpeada, soy una joven abusada, soy un joven drogadicto, soy una familia sin techo, soy un enfermo de hospital, soy todos y cada uno de los que sufren”.
Hace dos años Galilea viene realizando actividades en el Barrio María Reina de los Niños del Manantial (jornadas por el día del niño, Pesebre viviente, meriendas comunitarias); la noche solidaria, ofreciendo alimentos y abrigo durante la ola de frío a las personas sin techo, Pesebre criollo y visita a las salas del Hospital del Niño Jesús en vísperas de Navidad.
Dios nos pide ser creativos, en Aparecida leemos: “ninguna comunidad debe excusarse de entrar con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe”.
Es una realidad muy amplia, difícil y problemática, que muchas veces nos puede avasallar, sintiendo que lo que hacemos no sirve de nada; pero Jesús nos acompaña para no instalarnos en la comodidad, en el estancamiento; la pastoral urbana es la pastoral de la esperanza, esto nos anima y nos impulsa a no bajar los brazos.
HOSPITAL DE NIÑOS |
Hasta el momento venimos realizando un trabajo de acercamiento, de entrar en confianza con la gente y darnos a conocer a través de actividades diversas que buscan favorecer el diálogo y la cercanía.
Sin embargo, al celebrar 40 años como Movimiento en Tucumán, pudimos hacer un discernimiento más profundo y delinear objetivos a largo plazo:
- Fortaleciendo la Espiritualidad Paulina, pasar de la misión esporádica, a la misión permanente; de manera que la comunidad no esté centrada sobre sí misma sino que salga a anunciar a Cristo, de modo preferencial, a los que tienen amenazada su dignidad como personas; ayudando así a que otros se sientan corresponsables de la evangelización de la ciudad.
- En el marco de los 40 años del Movimiento, realizar un trabajo fecundo, siendo respuesta en el ambiente urbano, “evangelizando en las otras orillas”.
- Profundizar la actitud espiritual de Jesús de la cercanía, como estilo pastoral propiamente urbano.
- Consolidar en la comunidad la mística social de Palestra, accionando como comunidad solidaria.
Estos objetivos surgen de esta primera etapa de acercamiento y análisis de la realidad, en la que descubrimos que las condiciones de vida de estos hermanos, contradicen el proyecto del Padre y nos interpelan a un mayor compromiso.
El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con estas situaciones; Jesús nos pide hacernos amigos de los pobres, solidarizarnos con su destino, demostrarles que la relación entre amor a Dios y amor al prójimo es inseparable.
Es así que los niños fueron nuestros primeros destinatarios; participamos en un concurso de la empresa San Cristóbal Seguros, presentando un proyecto para la construcción de una plaza en el asentamiento; Dios nos iluminó y logramos ganar este concurso, por lo que estamos tramitando la parte legal para hacer realidad este anhelo.
DIA DEL NIÑO Bº MARÍA REINA |
El pasado sábado 27 de octubre compartimos una nueva jornada recreativa con los niños, acompañados por la comunidad Betania (también perteneciente a la etapa Jóvenes Adultos) y recibiendo el apoyo material y afectivo de muchos hermanos palestristas que nos hicieron sentir, una vez más, la lucha ligada.
Fue una oportunidad más para reafirmar que “el pueblo pobre de las periferias urbanas necesita sentir la proximidad de la Iglesia y recibir el divino bálsamo de la fe”, más que hablar de “opción preferencial por los pobres” tenemos que entregar con acciones concretas un “amor preferencial por los pobres”.
En los rostros de alegría de cada niño pudimos percibir lo propio de la pastoral urbana: un corazón que ve, que sabe discernir dónde se necesita amor y actúa en consecuencia: “Al verlo con los ojos de Cristo”, pudimos brindarles alegría, esperanza, cariño, contención… que brotan de un corazón sensible ante el sufrimiento de los demás, porque el amor crece a través del amor.
¡Gracias comunidad! porque en los gestos sencillos del envío, revivimos un nuevo Pentecostés, que esta nueva experiencia nos renueve, que nos libre del cansancio, del egoísmo de quedarnos evocando lo que hicimos, sin seguir profundizando en la evangelización, que nos libre del activismo porque tenemos que buscar un equilibrio entre acción y contemplación, que nos libre de la tibieza y el estancamiento, porque no podemos poner las manos en el arado y mirar para atrás, tenemos que trabajar con constancia.
Dios ha puesto, en nuestras manos y en nuestras bocas su Palabra, tenemos que hacer algo con ellas, tenemos que serle fiel, la antorcha ya está en nuestras manos y el mundo busca la Luz. “¿A quién enviaré pregunta Yavé?”. Y tal como le ocurrió a Isaías, le respondemos humildemente: “Aquí me tienes, mándame a mí” (Is. 6,8).
“Con Aparecida, la iglesia pasó de hablar de la misión del pueblo de Dios, al pueblo de Dios en estado de misión, la gran novedad de Aparecida es que la nueva evangelización en una misión permanente y nosotros formamos parte de ella”.
Mariana Vega - Coordinadora Comunidad Galilea - Etapa Jóvenes Adultos - P.M. 62