Toda palanca necesita;
.- Un Punto de Apoyo, F, sobre el que actúan dos fuerzas opuestas, la potencia y la resistencia.
.- La Potencia, M, es la fuerza que provoca el desplazamiento.
.- La Resistencia, W, es la fuerza que se opone al movimiento.
En el cuerpo, a modo de ejemplo, podemos encontrar tres tipos de palancas distintas:
Palancas de primer género (Cabeza), Palancas de segundo género (Pie), Palancas de tercer género (Brazo).
Cual será nuestro Punto de Apoyo; la Fe?, la Comunidad?.
Cual será nuestra Potencia, lo que necesitamos para que se mueva; los sacramentos, la oración?. Una obra de caridad?, dejar lo que mas me cuesta como ofrecimiento?
Y cual será la Resistencia; Facebook, la salida a perderme en la noche?, la dejadez, la ignorancia, la pereza, la vagancia, confiar que otros van a hacerlo?.
Podremos, a través de la PALANCA personal y comunitaria, pensar, caminar, dar la mano al hermano que lo necesita?.
Todos sabemos que esta manera de acompañar es característica de muchos movimientos o grupos que realizan este tipo de experiencia, incluso en ámbitos que no son eclesiales son aplicadas, como cuando Tucumán salió campeón en Menores de 18 y 19 años en el Rugby en el 2009. Ellos realizaron lo mismo con un sentido de apoyo familiar y de los miembros de los clubes.
Nosotros le damos la tonalidad de la Fe, de la oración, de la vida sacramental. Para nosotros, son signos de comunión que nos dan fuerza para seguir adelante y como comunidad orante, debemos acompañarnos siempre, en todo momento.
Así como la iglesia tiene “momentos fuertes” de vivencia de la fe y de oración, el Movimiento también los tiene, a través del Proceso Educativo en sus instancias de Iniciador, Motivador y Sedimentador.
Pero adonde vivenciamos fuertemente la Palanca es en los Motivadores, ponemos todo el esfuerzo y el empeño, no solo en la elaboración visible de la Palanca, una carta, una tarjeta un pequeño regalo, sino en aquello que muchos vienen realizando hace meses, rogar a Dios para que seamos buenos trabajadores en la evangelización, para que muchos hermanos se acerquen al Señor para escucharlo y tomar decisiones.
Nosotros solo acompañamos y sabemos en nuestro interior que lo que yo no haga por mis hermanos, otros no lo va a realizar, es responsabilidad mía ser parte del cuerpo de Cristo y no solo debo cuidarme, sino debo cuidar con mis actos piadosos el proceso de mis hermanos.
La Gracia, la presencia de Dios en nuestros corazones será la medida de ese trabajo y de esa oración.