- POR UNA ÉTICA DE LUCHA LIGADA - La moneda lleva la "imagen" de Tiberio, pero el ser humano es imagen de Dios: le pertenece sólo a él.

Reflexión para prepararnos para la Eucaristía del domingo 16 de octubre en base a; Mateo 22, 15-21
La pregunta que hacen a Jesús algunos sectores fariseos, confabulados con partidarios de Antipas, es una trampa preparada con astucia para ir preparando un clima propicio para eliminarlo: “¿Es lícito pagar impuesto al César o no?”.
Si dice que es lícito, Jesús quedará desprestigiado ante el pueblo y perderá su apoyo: así será más fácil actuar contra él.
Si dice que no es lícito, podrá ser acusado de agitador subversivo ante los romanos que, en las fiestas de Pascua ya próximas, suben a Jerusalén para ahogar cualquier conato de rebelión contra el César.
Antes que nada, Jesús les pide que le muestren la moneda del impuesto y que le digan de quién es la imagen y la inscripción. Los adversarios reconocen que la imagen es del César como dice la inscripción: Tiberio César, Hijo augusto del Divino Augusto. Pontífice Máximo. Con su gesto, Jesús ha situado la pregunta en un contexto inesperado.
Saca entonces una primera conclusión. Si la imagen de la moneda pertenece al César, “den al César lo que es del César”. Devuélvanle lo que es suyo: esa moneda idolátrica, acuñada con símbolos de poder religioso. Si la están utilizando en sus negocios, están ya reconociendo su soberanía. Cumplan con sus obligaciones.
Pero Jesús que no vive al servicio del emperador de Roma, sino "buscando el reino de Dios y su justicia" añade una grave advertencia sobre algo que nadie le ha preguntado: “A Dios le dan lo que es de Dios”. La moneda lleva la "imagen" de Tiberio, pero el ser humano es "imagen" de Dios: le pertenece sólo a él. Nunca sacrifiquen las personas a ningún poder. Hay que defenderlas.
La crisis económica que viven los países europeos no tiene fácil solución, es una crisis de humanidad. Obsesionados sólo por un bienestar material siempre mayor, terminaron viviendo un estilo de vida insostenible, incluso económicamente.
Los seguidores de Jesús, en cualquier crisis, deben encontrar en el Evangelio la inspiración y el aliento para vivirla de manera solidaria. De Jesús escuchamos la invitación a estar cerca de las víctimas más vulnerables: los que están siendo sacrificados injustamente a las estrategias de los mercados más poderosos.
Eclesalia Informativo.