Un Sabado 13 de Mayo de 1961 nació Palestra en Caracas, Venezuela. En sus comienzos su fin era organizar jornadas de formación cristiana para jóvenes dirigentes de grupos juveniles y dirigentes de colegios “secundarios”. Época de gran movilidad de los jóvenes para participar y ser los constructores de un mundo mejor.
En Venezuela, los sesenta fue una década movida, había apertura religiosa y uno de sus resultados fueron movimientos que se inician en los colegios católicos a través de los centros de estudiantes.
Algunos sostienen que ese fue el “nacimiento” de Palestra, como lo demuestran los escritos de una alumna (Ruth Capriles) de esa época del Colegio venezolano San José de Tarbes; "Palestra era considerado un movimiento o grupo de discusión intercolegial al que asistían también los alumnos de La Salle y el San Ignacio de Loyola, colegios católicos. Un lugar de encuentro, discusión y participación."
En una de las transmisiones orales que nos llegaron, se decía; que en Venezuela se reunían para aportar a las realidades latinoamericanas, dirigentes de todos los sectores; religiosos, sociales, políticos y económicos con el Hno. Peñalosa Peñalosa. Se cuenta que entre ellos estaba Rafael Caldera, que en 1969 fue presidente de Venezuela.
En una de las transmisiones orales que nos llegaron, se decía; que en Venezuela se reunían para aportar a las realidades latinoamericanas, dirigentes de todos los sectores; religiosos, sociales, políticos y económicos con el Hno. Peñalosa Peñalosa. Se cuenta que entre ellos estaba Rafael Caldera, que en 1969 fue presidente de Venezuela.
Otros refieren, que la Iglesia, ante la dualidad que tenían los jóvenes de capitalizar sus ideales, sus energías por la justicia y la paz, sucumbían a dos corrientes ideológicas, la derecha y la izquierda, por eso genera espacios para distintas tipos de acciones, una de ellas el grupo Palestra, más que nada un lugar de discusión de las ideas y actividades de la época, un ejercicio de buscar soluciones y la verdad en la compleja situación social y política.
Nada más adecuado para significar con un nombre; PALESTRA, lugar donde se lucha: en griego PALAISTRA, (παλαίστρα) que deriva de PALAIO (παλαίειν) que quiere decir; luchar o un lugar donde se celebraban justas y torneos.
En el estado griego, a la edad de 13 ó 14 años los niños pasaban a la escuela de lucha, una institución llamada Palaistra. Allí, durante algunos años, practicaban un sistema de ejercicios físicos llamado pentatlón que incluía la carrera, el salto, la lucha, el lanzamiento del disco y la jabalina y la natación. Pero también se realizaban conversaciones y discusiones sobre problemas políticos y morales. Toda una formación.
En latín: PALAESTRA era el lugar donde se practicaban ejercicios físicos, otros tomaron ese nombre para designar el lugar donde se celebran ejercicios literarios, retóricos, debates o controversias sobre cualquier asunto, donde se adiestraban en la agilidad, habilidad y destreza de la discusión, en una escuela de elocuencia.
La palestra, que normalmente era un patio porticado, con el tiempo, sirvió de lugar de encuentro para discutir temas de interés y para celebrar competiciones literarias públicas. Los participantes tenían que salir a la palestra para exponer oralmente sus obras. Es por ello por lo que la frase salir a la palestra se utiliza cuando una persona tiene que actuar en público, en cualquier terreno.
San Pablo, el hombre judío de nacimiento y raza, pero griego en su cultura y la vida diaria, hombre de ciudad, hace referencias a la Palestra, al estadio, donde se preparaban para la lucha, el combate, pero con un sentido del buen combate, de lucha espiritual, que implica una preparación integral para la vida.
Un lugar para formarnos para esta realidad que vivimos hoy, que no a cambiado mucho de la época donde Dios creo a Palestra.
En la Edad Media la "palestra" era el lugar preferente o podiúm donde se ubicaba el orador para disertar.
La modernidad concibe a la "palestra" como el lugar figurativo donde se discute, controvierte y lucha en el marco de las ideas.
En el deporte palestra es la actividad de escalar una pared artificial, teniendo solo la determinación y una preparación física y síquica especial.
En algunos ámbitos, se asume estar en la "palestra" como situarse en un lugar singular, preferencial, de liderazgo y de vanguardia, desde donde se hacen los cambios en las estructuras, en los ambientes de la familia, el trabajo, el estudio, la diversión, la vida social y ciudadana.
Sus sinónimos: arena, ruedo, plaza, escenario, lucha, reto, combate, pugna, lidia, desafío, duelo, Palestra, palabra que implica; acción, esfuerzo, metas a lograr, desafíos, entrenamiento, conocimientos, valores, audacia, equilibrio, astucia, autodisciplina, ejercicio de la libertad, convicciones.
En la Palestra, en el Movimiento, en nuestras Comunidades, nos vamos entrenando para la lucha diaria, en nuestros ambientes, aprendiendo a expresar lo que sentimos, a hablar en público, a defender nuestra Fe con hechos, a anunciar la verdad y denunciar el error, a ayudar a los hermanos que no tienen oportunidades, a estudiar y reflexionar el Evangelio para la vida, a ser pacíficos, a hacernos judíos con los judíos, griegos con los griegos, drogadictos con los drogadictos, solitarios con los solitarios, alejados con los alejados, jóvenes con los jóvenes, adultos con los adultos, y ganarlos a Cristo, el liberador.
En Palestra nos formamos para transformar los ambientes de la familia, el trabajo, el estudio, la diversión, el barrio, la política, la vida social, generamos la solidaridad, a tener actitudes de Buen Samaritano, a amar a nuestros enemigos, a anunciar el reino de Dios a tiempo y destiempo, a nadar en contra de la corriente, a sobresalir por el amor al prójimo.
En Palestra aprendemos a asumir nuestra Mística, esas líneas de fuerza misteriosas que rigen nuestra acción. A comprender que es el estado del alma que colmada de Gracia y purificada del pecado se eleva a Dios.
A asumir nuestra espiritualidad, una estructura de valores, a tener sed de lo absoluto, a trascender. En Palestra vamos a descubrir nuestro carisma, ese don gratuito que Dios concede en abundancia para servicio de la Comunidad, a hacernos cargo de nuestros talentos y multiplicarlos para beneficio del bien común. A identificarnos con nuestra misión, que unidos al carisma y a la espiritualidad nos conducen a ser Hombres Nuevos en la presencia de Nuestro Señor Jesucristo.
Por eso Palestra es un movimiento de Acción, porque asume un compromiso espiritual, social y liberador. Así dice Medellín: “No habrá continente nuevo, sin hombres nuevos…”
Porque en Palestra, Jesús desde el fuego me hizo HOMBRE NUEVO, y me invitó al compromiso, a ser protagonista del Plan de Dios.
Desde Palestra vamos a aceptar los desafíos que nos plantea Navega Mar Adentro, los desafíos que tenemos que realizar para que se concrete en la práctica la Nueva Evangelización.
Al celebrar nuestro cumpleaños número 45, es el momento de; una oración valorativa y respetuosa por todos aquellos hombres y mujeres, que no son pocos, pusieron su tiempo, esfuerzo y sueños, para construir Palestra, esto que ahora vivimos. Y también es tiempo de repensar con libertad y criterio evangélico nuestro accionar hacia fuera del Movimiento. Palestra fue, es y será una respuesta al llamado de Dios, a aportar a este bendito continente desde su Mística y Espiritualidad.
Que nuestro Dios, que nos llamó, nos haga el mejor regalo en este día, VIVIR EN GRACIA.