En la antigüedad, uno de los momentos importantes en la vida de la familia hebrea era la peregrinación al santuario. Tres veces al año se celebraban las Fiestas, donde se ponía énfasis en el agradecimiento.
Dios, hizo una promesa a los que emprendían esas peregrinaciones a su casa y en su nombre: “Ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante de tu Dios” (Éxodo 34.24).
Mientras todos estaban en la peregrinación, Dios prometía cuidar de esos hogares que quedaban solos.
Las peregrinaciones son acciones cargadas de simbolismos y signos, sobre todo en el camino espiritual, en el camino de una Comunidad, cuando estas tienen la intencionalidad de una búsqueda interior.
Son una ocasión de caminar por la naturaleza, experimentar la cultura, la historia de los que viven y vivieron su Fe. Hay muchas formas y maneras, pero todas tienen algo en común; encontrarse con Dios.
Peregrinar es caminar, lo cual ofrece ocasiones para encontrarnos con otros y establecer un dialogo con muchas personas, que quizás en lo cotidiano de la vida no valoramos esa oportunidad.
Para nosotros los Palestristas, forma parte de nuestro entrenamiento en la Palestra de la vida, la actitud de ir a pesar de las dificultades y asumir la perseverancia del caminante.
Dios, hizo una promesa a los que emprendían esas peregrinaciones a su casa y en su nombre: “Ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para ser visto delante de tu Dios” (Éxodo 34.24).
Mientras todos estaban en la peregrinación, Dios prometía cuidar de esos hogares que quedaban solos.
Las peregrinaciones son acciones cargadas de simbolismos y signos, sobre todo en el camino espiritual, en el camino de una Comunidad, cuando estas tienen la intencionalidad de una búsqueda interior.
Son una ocasión de caminar por la naturaleza, experimentar la cultura, la historia de los que viven y vivieron su Fe. Hay muchas formas y maneras, pero todas tienen algo en común; encontrarse con Dios.
Peregrinar es caminar, lo cual ofrece ocasiones para encontrarnos con otros y establecer un dialogo con muchas personas, que quizás en lo cotidiano de la vida no valoramos esa oportunidad.
Para nosotros los Palestristas, forma parte de nuestro entrenamiento en la Palestra de la vida, la actitud de ir a pesar de las dificultades y asumir la perseverancia del caminante.
El próximo domingo 3 de Setiembre se realizará la caminata hacia el Santuario. Los responsables de la Pastoral de Juventud se encuentran en preparación permanente.
Bajo el lema “MARÍA NOS ENSEÑA A DIALOGAR", que es el mismo que anima el bimestre Setiembre-Octubre, en el PAP (Plan Arquidiocesano de Pastoral).
Caminarán hacia el santuario de Nuestra Señora del Valle, en La Reducción, Lules. Partirá a las 8 hs, desde el Centro Universitario Herrera, avenida Roca al 1.800. Harán dos paradas: en San Pablo y en la plaza de San Isidro de Lules. A las 17, en el santuario, se culminará la caminata con la misa.
El viernes 1 de setiembre se comenzará con la vigilia preparatoria, en la cual se reunirán los responsables y coordinadores de grupo con todos los jóvenes que deseen participar.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, señaló que el lema de la peregrinación tiene relación con el valor de la fraternidad, que se trabajará durante este año y el próximo, en el marco del Plan Pastoral Arquidiocesano. “El diálogo es un valor profundamente humano y cristiano. Sin diálogo es imposible construir una familia”.
Bajo el lema “MARÍA NOS ENSEÑA A DIALOGAR", que es el mismo que anima el bimestre Setiembre-Octubre, en el PAP (Plan Arquidiocesano de Pastoral).
Caminarán hacia el santuario de Nuestra Señora del Valle, en La Reducción, Lules. Partirá a las 8 hs, desde el Centro Universitario Herrera, avenida Roca al 1.800. Harán dos paradas: en San Pablo y en la plaza de San Isidro de Lules. A las 17, en el santuario, se culminará la caminata con la misa.
El viernes 1 de setiembre se comenzará con la vigilia preparatoria, en la cual se reunirán los responsables y coordinadores de grupo con todos los jóvenes que deseen participar.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, señaló que el lema de la peregrinación tiene relación con el valor de la fraternidad, que se trabajará durante este año y el próximo, en el marco del Plan Pastoral Arquidiocesano. “El diálogo es un valor profundamente humano y cristiano. Sin diálogo es imposible construir una familia”.
Oportuno es recordar el PAP – Plan Arquidiocesano de Pastoral - cuando en la primera Etapa (2004-2005), se nos decía que “Jesus sale al encuentro de la Comunidad que camina”, haciendo referencia a la lectura de los Caminantes de Emaús.
En la segunda Etapa (2006-2007) debemos; “REDESCUBRIR A CRISTO, hacer renacer el amor que mueve y empuja a proclamar la Fe”
Por eso en esta Peregrinación tendremos la oportunidad de Redescubrir a Cristo una vez más, hacer renacer nuestro amor y proclamarlo a toda la sociedad tucumana al estilo de San Pablo. Los ambientes esperan que los caminantes, los pregrinos regresen a contarnos que El encendió sus corazones mientras les hablaba.