- PALESTRA y los Encuentros Nacionales; una actitud necesaria.

Queridas/os Lideres y Dirigentes; Pretendo llegar a uds. para comenzar a conocer lo que es un EnNaDi (Encuentro Nacional de Dirigentes) pretendo llegar a su responsabilidad en esta vocación Paulina que asumieron cuando decidieron vivir en Palestra y amar a Dios tomando su Cruz de Resucitado y a seguirlo siempre.
Esta vocación la conocemos en Palestra como Liderazgo y Dirigencia, es decir personas que en la totalidad de la situación en la que se encuentran reconocen los valores y realidades del sector, grupo o ambiente de la sociedad en que viven y sobre la base de esa percepción son capaces de renovar y dirigir ese mismo ambiente con una fidelidad absoluta a la Buena Nueva de Cristo.
Por otra parte consideramos que la vocación de líder es un don proveniente del Espíritu Santo... ...que reparte gracias especiales entre los fieles de cualquier condición, “distribuyendo a cada uno según quiere” (I Cor. 12, 11) con los cuales hace aptos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes que sean útiles para la renovación y mayor edificación de la Iglesia: “A cada uno le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad.” (I Cor. 12, 7)
Para situarnos tomé dos elementos; primero palabras del Apóstol Pablo, nuestro Líder y extractos de nuestro Documento de Identidad.
Realzo en este tema algunas palabras que significan mucho para los Palestristas y lo que la Iglesia espera de su Liderazgo y Dirigencia;
Responsabilidad:
Podría poner muchos adjetivos a esta palabra, pero me voy a quedar con; actitud, es decir aquella disposición que vivo interiormente y lo hago explícito hacia el exterior. Como hago las cosas, el fervor, la pasión, el hacerme cargo de lo que me toca, responsabilizarme de amar al prójimo, de ir más allá de mi rol dirigencial, un estilo de vida, ser responsable, una actitud de vida.
Renovar y dirigir el ambiente a Cristo:
Esa actitud interior la hago presente en los lugares donde me muevo diariamente; Familia, trabajo, estudio, matrimonio, diversión, sociedad, barrio, amigos.
Pero también hay otros ambientes donde a pesar que ahora no son habituales, son los lugares donde Dios me va guiando, en todos estos lugares hay personas, creyentes y no creyentes, bautizadas y no bautizadas, de otras religiones o maneras de vivir.
Mi responsabilidad primaria es la de llevar a Cristo a esos lugares, para lo cual debo vislumbrar ese ambiente, sus modelos de vida, sus objetivos, sus valores, y como un Areópago de nuestros días (recordar a Pablo en el Areópago en Atenas) hablar de la Resurrección de Cristo, del Hombre Nuevo. Explicitarlo con nuestra responsabilidad de seguidores del Cristo Camino, verdad y Vida.
Don proveniente del Espíritu Santo:
El buen Dios nos regala dones, talentos, carismas para que en primera instancia nos reconozcamos portadores de ellos por medio de la reflexión personal y la vivencia de la Fe en nuestras Comunidades Palestristas, vamos sacando y reconociendo lo que Dios me regalo. Aquí se pone en juego la responsabilidad nuevamente, la de multiplicarlos, por 2, por 10, por 100, cada uno sabrá, lo importante es la actitud de hacerlo, de NO quedarnos con lo que tenemos, con Lo que hacemos, o solo cumplir como una costumbre de todos los días.
Al igual que el dador de dones, el Espíritu Santo, debemos ser inquietos, prestos a la acción de la multiplicación con un aprendizaje en el estadio (Palestra), con un entrenamiento intensivo, comunitario, ligado en la lucha con otros hermanos. Si no es así, ese talento, ese don se entierra y se lo devuelve sin ser usado.
A cada uno le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad:
Esa manifestación se da en Palestra en el Liderazgo y en la Dirigencia, para cumplir con nuestro APOSTOLADO; LA CAPTACIÓN y todo lo que eso implica; acercar a otro hermano a Dios, y una vez adherido al Resucitado, transformar el ambiente.
Un ambiente transformado es una familia, trabajo, estudio, amigos, diversión, sociedad transformada. Cuando un Hombre Nuevo regresa a su ambiente luego de encontrarse con Cristo, ese ambiente ya cambió, no es el mismo.
La Captación, como denominamos en Palestra a la Evangelización es de común utilidad, es para todos. Todos nos beneficiamos de ella.
Hago toda esta introducción para que tengamos en cuenta lo que significa Palestra como Movimiento Católico, lo que significa vernos y poner en común lo que hacemos, pensamos y proyectamos, para común utilidad.
El Espíritu Santo, se manifiesta de distintas formas, una de ellas son las cosas que compartimos durante el año todos los Palestristas; nuestra amistad, la Comunidad parroquial o ambiental, un PM, las actividades del Movimiento en mi provincia o en mi pueblo.
Todo esto es una responsabilidad tremenda, porque no puedo guardar lo que he visto y oído, debo compartirlo y además escuchar a otros.
Una de esas manifestaciones del Espíritu es el Encuentro Nacional de Dirigentes, el EN.NA.DI, una Convocatoria Nacional para común utilidad, una forma concreta de hacer Iglesia, una responsabilidad que va mas allá de mis criterios, de mis verdades, de mi manera, mi metodología, porque ese vernos y compartir se hace riqueza mayor para que otros descubran o mejoren sus dones y talentos para llevar los ambientes y las personas a Cristo.

Entonces surgen algunas preguntas: Qué es una Convocatoria Nacional? Para que sirve? Qué sacamos de ellas para común utilidad?;
- Las Convocatorias Nacionales tienen suma importancia para el Movimiento porque reflejan un sentido de pertenencia, de vida comunitaria, de trabajo en equipo y expresan una riqueza generada en cada lugar donde se encuentra Palestra.
- A través de ellas se ve el funcionamiento de la Estructura Organizativa, la importancia de la planificación para la evangelización al estilo Paulino, la profundización de temas propios y de la Iglesia en general.
- Son el ámbito donde se foguean nuestros dirigentes y donde la formación y el compartir son los elementos más importantes y el Pedal, el medio para revisarnos en la fidelidad de nuestro amor por Cristo.
- Son el espacio donde maduramos nuestra fidelidad y nuestra misión, y donde mejoramos con criterios evangélicos, a la luz del Magisterio de la Iglesia y de la persona de Cristo para avanzar en el camino de la santidad y la salvación.
(Cap 7 - D. Documento de Identidad de Palestra)
Y además:
- Con oído atento y sensibilidad queremos mirar desde la fe la compleja realidad del mundo para discernir los signos de los tiempos como reclamos de evangelización.
- Con el Espíritu Santo, anhelamos reconocer y alentar lo bueno y verdadero de este momento histórico y queremos denunciar con audacia profética todo lo que atenta contra la dignidad de cada persona humana.
- Nada nos apremia tanto como acercarnos al corazón de esta realidad para transformarla desde sus raíces con la novedad del Evangelio.
- Queremos afrontar los desafíos de la crisis que vivimos: diversas búsquedas de Dios, el escándalo de la pobreza y la exclusión social, la crisis del matrimonio y la familia, la necesidad de mayor comunión.
(Navega Mar Adentro – Desafíos Cap 2 – 21-23)