- DIETA PARA EL ESPÍRITU

Hace unos días deambulaba por un supermercado cuando de repente me encontré en el pasillo de “Productos para el cuidado el cuerpo”, alimentos bajos en calorías, ricos en fibra.
Entonces me vino está idea: nuestro Espíritu necesita alimentos bajos en calorías, ricos en fibra, con pocas grasas... El tiempo de tener el espíritu lleno de grasa, estático, poco ágil ya no está acorde con nuestra sociedad y cultura.
Me parece que es tiempo de espíritus fuertes, flexibles, dinámicos…, llenos de vida, que irradien energía, con músculo… Y claro, viene la pregunta: ¿cuáles son los alimentos del Espíritu bajos en calorías, ricos en fibra?
Alimentos bajos en calorías son todos aquellos que nos hacen crecer en nuestro interior hacía la plenitud y dilatan nuestras ansias de búsqueda de Infinitud. Son los que despiertan nuestros sentidos, nos enseñan a mirar, no a ver; a escuchar no a oír; a contactar con la naturaleza... Todo esto alimenta el espíritu, ayuda a ser consciente y a vivir el momento presente, no con rutina sino con sorpresa y novedad.
Alimentos ricos en fibra son todos aquellos que nos quitan miedo, que descongestionan nuestros pulmones y sangre de tedio, de apatía, de temores. Alimentos ricos en reconciliarnos con nosotros mismos, en autoestima, en descubrimiento y experiencia del Dios ternura -amor que envuelve en afecto y abrazos a sus hijos.
¿Cómo? recuperando el silencio, la soledad, el conocimiento de uno mismo, compartiendo desde el ser y no desde el tener…
Alimentos con bífidos son aquellos que renuevan e inmunizan nuestro organismo, por ejemplo, el encuentro con el Amor Trinitario de Dios. ¿Cómo? A través de talleres de oración, de la danza contemplativa, del trabajo manual, de todo aquello que potencie una Experiencia de amor-comunión…
Ojalá el Espíritu pronto nos comunique su dieta para este nuevo curso.
Le pido que nos inspire recetas que derritan la grasa, esas corazas que nos ponemos, esas fórmulas tantas veces repetidas, con las que damos por hecho que todo tiene que ser así, como siempre.
Necesitamos derretir capas, máscaras y dejar al Espíritu entrar en el fondo de nuestro ser, que queme tanto cartón y papel que no irradia la Vida que llevamos dentro. Necesitamos sencillez, sinceridad, humanidad, naturalidad…
Cada época lleva unas formas nuevas. El ser humano necesita cambios, novedad, experiencias de creatividad, de ser artífice de su vida, de sentirse a gusto… ¿Dónde está la creatividad? Empecemos una experiencia viva, alimentada con ingredientes naturales, sanos, nada de comida basura.
Necesitamos alimentos que posibiliten un contacto directo, profundo con el Dios-Amor, y a partir de ahí da igual fórmulas viejas que nuevas, pero hasta que se produzca ese contacto intimo, profundo, lleno de riesgo con el Dios Amor, creemos dinámicas, potenciemos celebraciones vivas llenas de riesgo, de encuentro, de vértigo al perderte en el vacío, de no controlar y llenarte de Él.
Alimentos sanos, ricos, activos que ayuden a nuestros espíritus a limpiar la grasa acumulada que nos impide llevar la ropa nueva del espíritu.
Hoy necesitamos deportes de alto riesgo, es decir, soledad, silencio, oración, vida comunitaria, acción en el príjimo...
Ofertemos deporte de alto riesgo, irradiemos Vida a lo grande, a lo Dios.
Estemos atentos y escuchemos porque el Espíritu ya está comunicándonos su dieta.

MARÍA JOSÉ SOTORRÍO, monja trinitaria en el monasterio Suesa, Cantabria. ECLESALIA 30-10-06