- GRAN HERMANO - Una mirada no neutral

El nombre de Gran Hermano o Big Brother proviene de la novela satírica 1984, de George Orwell (1903–1950); así llama el autor británico a un personaje despótico, un político autoritario y aunque nunca se presenta personalmente, el Partido se encarga de realizarle una campaña publicitaria a través de telepantallas y muros en la vía pública, por lo que tiene una presencia constante en la sociedad, a la que tiene sometida a una vigilancia permanente.
En este sentido, desde la publicación de la obra de Orwell, en 1949, el nombre Gran Hermano fue utilizado sobre todo para comparar a ciertos gobiernos con las características del gobierno dictatorial de la novela.
Cincuenta años después de la edición de 1984, y en formato de reality show, Big Brother, se transmite por primera vez desde la televisión de Holanda.
De igual forma que en la novela, los participantes del reality, se encuentran permanentemente vigilados y obedecen las reglas de Gran Hermano.
Pero más allá de los paralelismos, la diferencia entre la sociedad opresiva de Orwell y la casa del show televisivo, es que los participantes saben a lo que se exponen al aceptar las reglas que se les proponen, ya que el objetivo del juego es ganar el premio que consiste en una suma de dinero.
Por este motivo, en el concurso televisivo se observan las astucias, alianzas, o pactos de los habitantes de la casa y aparecen palabras como "estrategia", "complot", y "aliados."
En 1984, los medios de comunicación manipulan a la sociedad mediante noticias que se "arreglan" para que sean favorables al régimen totalitario de Gran Hermano.
Este es otro rasgo similar (y no casual) con el reality televisivo que se puede ver en nuestro país.
Si bien el producto televisivo intenta construir una imagen de objetividad al momento de "mostrar" a sus participantes, la edición y el manejo de las imágenes, las frases de los protagonistas, los recursos técnicos (por ejemplo, la utilización de cámara lenta para enfatizar una acción de un concursante), y la musicalización (a manera de comentario), son instrumentos que se manejan para "interpretar" las situaciones y a los participantes.
En la misma línea están las participaciones de los distintos presentadores del ciclo que, al valerse de calificativos para los concursantes y sus acciones, argumentan permanentemente, y de esta manera, inducen hacia una visión definida de antemano por la producción del show televisivo.
Con palabras como "tensión… nervios… la casa late… cambia todo el tiempo… complot… intriga… guerra… bandos…", se imprime dramatismo desde los comentarios del conductor, y se lleva la emisión televisiva por el camino del sensacionalismo al apelar a las emociones, la pasión, al exacerbar las relaciones entre los jugadores, o particularizando los conflictos en la casa.
Esta característica pasional se denota también en la escenografía del estudio de televisión, en el que el rojo, color relacionado a la pasión, a lo emocional, tiñe el decorado junto al gris metalizado (relacionado a los aparatos tecnológicos).
En todo el mundo, psicólogos, sociólogos, filósofos, científicos de diversas disciplinas analizaron el reality, y algunos de ellos han planteado la posibilidad de que Big Brother sea, en definitiva, el público que vota las expulsiones de los participantes y al ganador del concurso.
Y en última instancia, en el caso de que la audiencia sea la que decida por la permanencia o expulsión de los jugadores en base a lo que observa en el programa, cabe preguntarse por la interpretación de lo que se observa, ya que como todo producto mediático, Gran Hermano es una construcción de contenidos y significados culturales y sociales, y en tanto construcción, comporta una visión determinada, un enfoque arbitrario, una mirada "no neutral" que se ofrece al público.
Por Verónica Franco - Revista San Pablo On Line
Nº 280: http://www.san-pablo.com.ar/rol/?seccion=articulos&id=1444