- VER SIN ENTENDER - Como dirigentes, debemos hacer un Ver, Juzgar, Actuar dinámico de la realidad y la TV. El control lo tenemos nosotros.

Un recorrido por la programación televisiva de nuestro país sirve para evaluar la clase de televisión que existe y la oferta que se propone al televidente. Es decir, en la pantalla es posible encontrar, a través de realities y programas de entretenimientos, como ser: Gran Hermano, ShowMatch, Policías en Acción, Cámara Testigo, entre otros, una exposición de cuerpos, temas sexuales, y de miserias humanas, convertidas en espectáculo para el espectador.
¿Qué realidad se está construyendo, qué se está mostrando, y cómo? ¿Es posible en estos tiempos pensar en la televisión como medio masivo de comunicación que propicie la información, la educación y la cultura, además del entretenimiento? ¿Dónde queda el público?
En este sentido, la “realidad” constituida por el medio, carente de valores, vacía y brutal, se ofrece al televidente; éste recibe ese “vacío” sórdido y genera una actitud pasiva frente a la información que le brinda el medio.
En el campo de la comunicación, diversos autores investigaron el medio televisivo y realizaron aportes valiosos a la teoría de medios masivos de comunicación. Entre esos autores prestigiosos, se encuentra Pierre Bourdieu, quien plantea que la televisión pone en peligro la vida política, la democracia, y las esferas de la producción cultural (arte, ciencia, filosofía, etc.) debido al tratamiento ligero y tendencioso de los diversos temas políticos y sociales.
El autor también refiere que los noticieros de televisión ejercen prácticas demagógicas y fraudulentas, ya que se realiza una selección de la información con el fin de representarla en forma sensacionalista.
Giovanni Sartori y Jacques Derrida observaron como característica del medio televisivo la preponderancia de la imagen por sobre el pensamiento abstracto e intelectual.
Derrida distingue entre un discurso televisivo y un discurso intelectual (éste consiste en el análisis y la interpretación de un tema), mientras que el discurso de la televisión tiende a ser sintético y simplificador de los temas.
Por su parte, Sartori expresa que este predominio de la imagen tiene como consecuencia el “ver sin entender que disuelve la posibilidad del pensamiento abstracto”.
Es así como el homo sapiens, que proviene de la cultura escrita, es sucedido por el homo videns, que se desarrolla en un mundo en el cual la imagen impera como forma de conocimiento.
Estos análisis y conceptos iluminan sobre problemas y asuntos sumamente esenciales para la realidad de nuestra sociedad, ya que la televisión es el medio de comunicación representativo por excelencia de la época que nos toca vivir.
Por ello, es necesario descubrir su juego, sus reglas, intereses y los mecanismos que utiliza para la construcción de imágenes, ideas, valores, en fin, de la realidad de nuestro tiempo.
Verónica Franco - Lic. en Cs. de la Comunicación (UBA)