- LA HORA DE LAS TINIEBLAS - Nos hace reflexionar sobre que postura tenemos ante Jesús y los prójimos.

A Jesús lo fueron a arrestar de noche, y él increpó a los acompañantes de Judas: "Han salido a prenderme con espadas y palos como si fuera un bandido. A diario he estado enseñando en el templo, y no me apresaste..."
En la oscuridad...hoy, como entonces, como en tantos momentos antes, las vidas y las puertas de mucha gente buena han sido arrancadas a patadas, de noche, por los poderosos y sus sicarios.
Hoy, como entonces, millones de inocentes han sido arrastrados hacia Sanedrines de todo tipo, tribunales populares, consejos de guerra o simples jaurías humanas para ser crucificados, ahorcados, quemados, apedreados o fusilados en las cunetas de la Historia.
Jesús hizo suya la causa de los más pobres y débiles, los olvidados y los marginados. Y acabó haciéndose totalmente uno con ellos, sometiéndose incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Al compartir la Eucaristía, asumimos plenamente participar con él del mismo cáliz, de la misma entrega, de la misma suerte.
De allí las obligadas preguntas:
¿En qué bando estoy yo?, ¿con quienes podrían ser arrastrados a patadas?. Desempleados, jubilados, adictos, los victimas de la violencia de todo tipo, los excluidos, los que menos posibilidades tienen?, los solos, los desesperados, los que buscan justicia.?
O con los que llegan con palos a prender a otros? Solo para seguir con sus privilegios de clase, con sus status, sus puestos, sus poderes, con aquellos que generan los ciclos económicos y sociales, con los que tienen los graneros llenos mientras otros buscan comida en las bolsas de basura?, con los que demonizan a aquellos que buscan y trabajan por el Reino de Dios, por la Civilización del Amor, incluso adentro de nuestra propia Iglesia?.
Son tiempos de elegir, o con Jesús o...