- PARA USTEDES, QUIEN SOY YO?.

Jesús conversa con sus discípulos en la región de Cesarea de Filipo, no lejos de las fuentes del Jordán. El episodio ocupa un lugar destacado en el evangelio de Mateo.
Probablemente, quiere que sus lectores no confundan las iglesias que van naciendo de Jesús con las sinagogas o comunidades judías donde hay toda clase de opiniones sobre él.Lo primero que hay que aclarar es quién está en el centro de la Iglesia.
Jesús se lo pregunta a sus discípulos: “ Para ustedes, ¿quién soy yo?”.
Pedro responde en nombre de todos: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Intuye que Jesús no es sólo el Mesías esperado. Es el Hijo de Dios vivo. El Dios que es vida, fuente y origen de todo lo que vive.
Pedro capta el misterio de Jesús en sus palabras y gestos que ponen salud, perdón y vida nueva en la gente.
Jesús le felicita: Dichoso … porque eso sólo te lo ha podido revelar mi Padre del cielo. Ningún ser humano de carne y hueso puede despertar esa fe en Jesús.
Esas cosas las revela el Padre a los sencillos, no a los sabios y entendidos. Pedro pertenece a esa categoría de seguidores sencillos de Jesús que viven con el corazón abierto al Padre. Esta es la grandeza de Pedro y de todo verdadero creyente.
Jesús hace a continuación una promesa: Tú eres Pedro y sobre testa piedra yo edificaré mi Iglesia.
La Iglesia no la construye cualquiera. Es Jesús mismo quien la edifica. Es él quien convoca a sus seguidores y los reúne en torno a su persona. La Iglesia es suya. Nace de él.
Pero Jesús no es un insensato que construye sobre arena. Pedro será roca en esta Iglesia. No por la solidez y firmeza de su temperamento pues, aunque es honesto y apasionado, también es inconstante y contradictorio. Su fuerza proviene de su fe sencilla en Jesús. Pedro es prototipo de los creyentes e impulsor de la verdadera fe en Jesús.
Este es el gran servicio de Pedro y sus sucesores a la Iglesia de Jesús. Pedro no es el Hijo del Dios vivo, sino hijo de Jonás. La Iglesia no es suya sino de Jesús. Sólo Jesús ocupa el centro. Sólo El la edifica con su Espíritu.
Pero Pedro invita a vivir abiertos a la revelación del Padre, a no olvidar a Jesús y a centrar su Iglesia en la verdadera fe,
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS.