- ORACIONES POR AGUSTINA

Querido Movimiento: Hoy tengo la necesidad de llegar a todos ustedes, llamándolos e invitándolos a la oración. Como muchos ya conocen, hace un tiempo, el matrimonio López esta atravesando una dura realidad por la enfermedad de su hijita Agustina. Por eso siento la urgencia de pedirle que sin demora, con mucha fe y confianza amemos a esta familia desde la oración y la lucha ligada.
Deseo que Palestra, entre en su habitación, cierre la puerta y rece al Padre que esta en lo secreto, para que él, que conoce todos los corazones nos conceda la salud de la Agustina y la felicidad y alegría de toda su familia.
San Pablo constantemente nos impulsa, “insiste a tiempo y a destiempo”, los métodos no importan, sino que nuestras oraciones y las acciones que podemos ofrecer con todo esto, nazca de un corazón confiado y esperanzado.
Les pido a cada uno, este o no perseverando, que acreciente sus oraciones, las dupliquen y en algunos casos las tripliquen. También los invito a la Eucaristía diaria y a la reflexión de la Palabra de Dios.
A las comunidades las exhorto a un rosario comunitario en nuestras reuniones y en aquellos encuentros que nos puedan convocar por un motivo en particular.
A los equipos que se están preparando para los próximos periodos motivadores tanto los convocados por el Movimiento como los de la Comunidad Filemón que en sus reuniones ofrezcan sus charlas y espiritualidades por esta intención, lo mismo para las reuniones de comisión, consultivo, ampliadas y el mismo secretariado.
Hoy el Señor nos llama a vivir y profundizar nuestra lucha ligada, es decir, a ser el descanso para aquellos que hoy necesitan fuerzas y esperanzas.
En todo esto también recordemos al Padre de Juan Manuel Elizalde y a todos aquellos hermanos que buscan consuelo y paz.
Que este momento que vivimos como movimiento nos permita vivir y experimentar la fidelidad y la ternura infinita de Dios amor. Los saludo a cada uno, y le pido a Dios por sus familias.
Que Nuestra Señora de la Merced los proteja y San Pablo nos conceda ser siempre discípulos y misioneros inquietos por comunicar la palabra de Dios.
Diego Ariel Varela Chavarría