Hace un tiempo, una persona se acercó a Jesús. Por sus ojos húmedos y el temblor de sus manos supieron que tenía problemas de adicción…
- Señor… te lo suplico, apaga esta sed que me quema el cuerpo. Desde hace días me niegan el agua en todos lados y los que me ven acercar, se apartan o miran para otro lado. Me doy cuenta que mis fuerzas se agotan, pero no quiero morir. Ayúdame, yo sé que me puedes curar, te he visto, ayúdame.
Jesús se conmovió por aquel pedido, por esa convicción, por esa Fe, no por su aspecto o sus temblores, por su Fe. Le preguntó:
- ¿Cuál es tu edad…?
- Diecisiete… o cincuenta, que importa Señor… todas.
Jesús, tomó sus manos, secas, temblorosas y frágiles entre las suyas, y elevó los ojos. Al instante desaparecieron los temblores, su mente se aclaró y su cuerpo se sintió fuerte. Las demás personas presentes, murmuraron asombrados, pues la curación de adictos estaba prohibida.
Un gesto de Jesús, calmó los murmullos; ¡Ay de aquellos que desprecien a estos hermanos suyos y les llamen impuros!. Más vale caminar por sus barrios y caer en sus depresiones. Deben saber que en los excluidos vive el Padre y que un gramo de su Fe vale más que toda su cosecha de oraciones y sacrificios. Ellos los precederán en el Reino.
Y, abriéndose camino entre la gente, se fue de esa ciudad, por el camino, seguido de sus discípulos. La persona que había sido curada se unió a ellos. Estaba incluido en la Comunidad.
Para reflexionar:
- Leer en los Evangelios (Mt 8, 1-4 y 9, 1-8; Mc 2, 1-12 y 9, 14-29; Jn 9, 1-12...)
- A quién le niegas el agua, de quien apartas la vista, con quien eres indiferente?.
- Que partes de tu carácter o actitudes están "enfermos"?
- Cuáles son tus adicciones que necesitan ser sanadas?.
- Cual es tu aporte para curarte?. Qué pones de tu parte?.
- Cual es tu compromiso para ayudar a la curación de la sociedad en la que vivimos?. Que esfuerzo y preparación podes hacer?.
Sobre un escrito de Francisco P. Polo