MÁS ALLÁ DE LA BATALLA DE TUCUMÁN - Más allá de rendir homenajes, debemos generar líderes y dirigentes creíbles para ganar batallas a la desesperanza.

Para hablar de ella debemos hablar de Belgrano y de los Tucumanos, Jujeños, Salteños Bolivianos; del prócer podemos decir muchas cosas, demasiado se escribió de él, pero es interesante resaltar que fue un hombre de profesión abogado e involucrado con ideas de independencia, libertad y que podíamos decidir nuestro destino como una Patria independiente, un hombre comprometido con un ideal.
Lo destacable es que la situación de la época y su condición de militante de la causa de la libertad lo hacen tomar partida por la defensa del territorio y oponerse al invasor imperial. Mezcló su profesión con su habilidad natural en el liderazgo y en tomar decisiones militares.
Hombre comprometido, que predicaba con el ejemplo y asumía riesgos, como cuando desoyó la orden de replegarse a Córdoba y viendo la situación de todo el Norte, que si su ejercito se iba quedaría bajo el yugo de los españoles, hizo caso a los tucumanos que le pedían quedarse y poner el pecho a la situación aún en condiciones adversas en armas, medios y cantidad de hombres... mucho les faltaba, menos coraje norteño, ese es el otro punto, el valor que le daban los ciudadanos de estas tierras a defender lo que es suyo.
Además, Belgrano fue un líder que inspiraba credibilidad por su postura ante el invasor, por sus creencias religiosas, por defender causas que parecen perdidas, por la sensibilidad del bien común que tenía, un lider que miraba más allá de su persona y sus intereses, veía lo comunitario, lo social, lo del otro, su conciudadano, su prójimo .
Sino como se explica que todo un pueblo como el Jujeño, abandonara sus tierras, casas y años de trabajo, quemando todo y no dejando nada para que el enemigo no tuviera el “pasto hachado”.
Este momento, conocido como el Éxodo Jujeño, junto a las batallas de Tucumán y Salta son las bases más sólidas de la fundación de nuestra Patria.
El NOA fue el cimiento de la Independencia. Cómo se explica que todo el pueblo de Tucumán (en esa época la ciudad contaba con cerca de 5 mil habitantes entre hombres mujeres y niños) se dispusiera a presentar oposición al enemigo, un ejercito entrenado de 3.500 soldados.
Solo alguien que se mezclaba con el sentir de la gente, con sus sueños, sus esfuerzos por el trabajo de la tierra y el valor que le daban al nuevo territorio patrio podía conseguir que lo siguieran.
Aquí con poco se hizo mucho y por eso duele, que aquellos que en “esos momentos y ahora” no comprendan lo que sentimos cuando no nos tienen en cuenta como parte de la Patria.
Y como buen líder, dejó que la gente participara también en la organización, en el aporte de ideas y criterios, es decir, en la participación ciudadana.
Porque hay que decirlo, las mejores oportunidades están centralizadas en Bs. As. y sus alrededores, donde miles y miles de norteños poblaron sus villas de emergencia en busca del sustento y de mejor vida. Un Éxodo de Excluidos que aún hoy lo padecemos.
Más allá de rendir homenaje y ofrendas de todo tipo, más que nunca debemos generar lideres y dirigentes creíbles para hacer éxodos de la comodidad, del no te metas, del ESTANCAMIENTO y ganar batallas al desaliento, la desesperanza.
Los Tucumanos tenemos ese valor para hacerlo, para muestra de lo que expreso hay innumerables hechos protagonizados por hombres y mujeres de este suelo que le ponen el pecho a la adversidad y con poco no se amedrentan y hacen estudiar a sus hijos, generan en ellos hábitos sociales y comunitarios, se organizan socialmente de muchas formas, realizando por sus hermanos comedores y obras de todo tipo, sino estaríamos comiéndonos y matándonos unos a otros. Todos en este bello suelo conocemos personas así en nuestro vecindario.
En este tiempo de recordar a aquellos heroicos hermanos el mejor homenaje es seguir su ejemplo, y como Belgrano, ofrendar a la Madre María nuestro esfuerzo personal y familiar por su intercesión.