ESTAR SIEMPRE DESPIERTOS. - Despierten la fe en sus comunidades. Estén más atentos a mi Evangelio. Cuiden mejor mi presencia en medio de ustedes.

Reflexión sobre la lectura del domingo 29 de noviembre; Lucas 21, 25-28.34-36

Los discursos apocalípticos recogidos en los evangelios reflejan los miedos y la incertidumbre de aquellas primeras comunidades cristianas, frágiles y vulnerables, que vivían en medio del vasto Imperio romano, entre conflictos y persecuciones, con un futuro incierto, sin saber cuándo llegaría Jesús, su amado Señor.
También las exhortaciones de esos discursos representan, en buena parte, las exhortaciones que se hacían unos a otros aquellos cristianos recordando el mensaje de Jesús. Esa llamada a vivir despiertos cuidando la oración y la confianza son un rasgo original y característico de su Evangelio y de su oración.
Por eso, las palabras que escuchamos hoy, después de muchos siglos, no están dirigidas a otros destinatarios. Son llamadas que hemos de escuchar los que vivimos ahora en la Iglesia de Jesús en medio de las dificultades e incertidumbres de estos tiempos.
La Iglesia actual marcha a veces como una anciana "encorvada" por el peso de los siglos, las luchas y trabajos del pasado. "Con la cabeza baja", consciente de sus errores y pecados, sin poder mostrar con orgullo la gloria y el poder de otros tiempos.
Es el momento de escuchar la llamada que Jesús nos hace a todos.
“Levántense” , anímense unos a otros. “Alcen la cabeza con confianza”. No miren al futuro solo desde sus cálculos y previsiones.
“Se acerca su liberación”. Un día ya no vivirán encorvados, oprimidos ni tentados por el desaliento. Jesucristo es su Liberador.
Pero hay maneras de vivir que impiden a muchos caminar con la cabeza levantada confiando en esa liberación definitiva. Por eso, “tengan cuidado de que no se les embote la mente”. No se acostumbren a vivir con un corazón insensible y endurecido, buscando llenar su vida de bienestar y placer, de espaldas al Padre del Cielo y a sus hijos que sufren en la tierra. Ese estilo de vida los hará cada vez menos humanos.
“Estén siempre despiertos”. Despierten la fe en sus comunidades. Estén más atentos a mi Evangelio. Cuiden mejor mi presencia en medio de ustedes. No sean comunidades dormidas. Vivan “pidiendo fuerza”.
¿Cómo seguiremos los pasos de Jesús si el Padre no nos sostiene?.
¿Cómo podremos “mantenernos en pie ante el Hijo del Hombre?.

evangelizadora BUENAS NOTICIAS