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Bandera de la Comunidad indicando misión. |
Llevar una sonrisa, esperanza, un abrazo, afecto y amor a
quienes lo necesitan. La verdad q es difícil expresar con palabras lo que se
siente, en especial cuando sabes que sos protagonista de todo eso bueno que se
produce en un lugar donde esos sentimientos son exclusivos, es un dar y recibir
en forma permanente.
Las horas de
caminatas, las caídas, las picaduras de insectos, el hambre, la sed, el
cansancio... es lo que menos importa al invadir esas casas humildes donde se
esfuerzan, aunque con gran timidez por hacernos sentir cómodos, convirtiéndolo
en un ambiente tan cálido y confortable.
Meses antes de
subir a El Nogalito, recuerdo la venta de empanadas, recolección de botellas,
charlas, regaños de la Luki que por suerte esta vez no me toco, la espiritualidad de Franco con música de
fondo, etc.
Y también recuerdo a cada uno y puedo ver un crecimiento
del cual estoy orgulloso y feliz, al verlos en la montaña trabajando en equipo,
ofreciéndose desinteresadamente a realizar diversas actividades, entregarse al
100% dejando sus familias en una fecha tan importante como la Semana Santa.
Pero se que Dios nos llamo para vivir esa experiencia que
no cambiaríamos por nada porque son momentos que no se olvidan jamás y cada uno
de nosotros va a guardar como un tesoro dentro del corazón, al saber que somos
parte de un grupo del cual una población confía en nosotros y esperan con
ansias un nuevo encuentro para volver compartir esa cita que parece eterna.
Participar en el vía
crucis me hizo pensar muchas cosas, ya que siempre lo viví desde afuera... sentía
que tenia un compromiso conmigo mismo en mejorar como persona para imitar así a
Cristo que entrego todo por nosotros, y recuerdo claramente una frase que me
toco durante un almuerzo que decía; ''cuando uno se decide a reformar la propia
vida, debe comenzar reformando sus pensamientos, luego seguirá la reforma del corazón
y de la voluntad.”
Debo admitir que me pego mal y la tenia presente a cada
momento, también muchas veces me pregunte que hacia ahí, que podía aportar yo y
el padre Newman me contesto: por algo estas acá, Dios te llamo para algo, busca
tu respuesta en el... y hoy creo que puedo entender muchas cosas y ver con mas
claridad.
Doy gracias a Dios y a mi amada Comunidad por todas las
experiencias vividas y compartidas las cuales considero solo un capitulo de
muchos otros que vendrán.
Mario
Pujol – Comunidad Misionera Nuevo Getsemaní – Lules.