Vísperas de los PM en Tucumán, una experiencia del
Espíritu de Dios, que suscita entre las personas la respuesta a una búsqueda incesante
de paz y amor.
Cada experiencia pascual desencadena la evangelización, así
es la experiencia de un motivador, una pascua continua que desencadena lo mejor de nosotros, rompe
cadenas y da libertad interior.
Por eso, la experiencia del Proceso Educativo, se hace
fundante de vida cuando el motivador se abre generoso a los hermanos y hermanas
que asumen continuar caminando en la presencia siempre nueva de Jesús.
Debería convocarse a todo el mundo, a toda la prensa, a
todos los hombres y mujeres de este bendito suelo, para apreciar lo que dios
realiza en los corazones que buscan comprender que somos tierra de Dios, que
somos sus viñedos, sus frutos y que queremos renovar la familia, la vida de
todos los días con propósitos nuevos para hacer una fraternidad en torno al
evangelio del Señor.
Hermanos, Dios nos convoca nuevamente para algo que
muchos sabemos de memoria, pero que se hace nuevo porque su gracia nos llena de
amor y santidad.
Todo esfuerzo, oración, trabajo, estudio y un sinnúmero
de actividades personales y comunitarias serán la manera de acompañar a los
motivadores en estos días. A invitar a nuestros amigos, a los que se alejaron, a los que están frios y tibios, a nuestros hijos, hermanos, padres, a la familia toda a compartir la alegría de los resucitados.
A disfrutar de la gracia en su esencia, en la
alegría de compartir cada actividad, cada momento, cada lágrima, cada
testimonio y cada Eucaristía.
El mundo debe saber que es lo que Dios realiza. Aleluya.
“Ustedes son testigos de estas cosas.” (Lc 24, 48)