
A casi dos años de de mi PM 8 de adultos, que hice teniendo 60 años, todo lo que vivo es diferente…
Estaba transitando momentos difíciles de mi viudez y todo lo que eso acarrea.
Dios que no se deja ganar en generosidad, usó de instrumento a mi hijo Mauro (palestrista) para que haga el PM.
A partir de ahí, mi vida se transformó y Jesús y María me llevan de su mano por caminos increíbles; sobre todo el camino hacia mi misma, donde me hacen ver que aún con mis años tengo mucho para dar y puedo ser su instrumento.
Con esa convicción y para que no haya tiempo de dudas y flaqueos,el Señor no paró de llamarme a su servicio y nunca pude decirle “no”.
Todo comenzó para un día del niño en agosto del 2011: mi primer apostolado con Comunidad Galilea.
Fue una experiencia hermosa donde Dios me mostró unos jóvenes adultos que me devolvieron la esperanza en el futuro.
Jóvenes adultos comprometidos con su “si Señor yo te sigo”.
Jóvenes adultos que se preparan con seriedad y responsabilidad, se llenan de Dios para poder apostolar con AMOR y ENTREGA; convencidos de que no se puede dar lo que no se tiene.
Así llegaron: pesebres vivientes, armado de gruta para la Virgen, armado de plaza de juegos, noches solidarias.
La sed de entrega a Dios a través del hermano necesitado, de ese hermano marginado que vive en la calle y que nos esperaba para compartir su vida con nosotros.
Esos rostros con hambre de Dios pero también con esperanzas…todo esto y mucho más fueron Experiencias sumamente movilizantes y enriquecedoras. Pude comprender el porqué de las “bienaventuranzas” y las “obras de misericordia”.
Jóvenes adultos que con el corazón dispuesto a pesar de sus “realidades de vida” (trabajo, profesiones, matrimonio, hijos bebes) TODOS se unen para SERVIR, es lo que hace que cada día ame más a Comunidad Galilea y siga perseverando en Palestra.
Dios, te doy infinitas gracias por mostrarme que todavía existen personas entregadas a Vos en todos los ambientes.
Por enseñarme que en SERVIR está la verdadera paz para el alma.
Te pido Señor por Comunidad Galilea par que siga creciendo, dando mejores frutos cada vez, y nunca perdamos la fe y la esperanza.
Gracias Dios porque puedo decir: VENGAN LOS AÑOS YA NO LES TEMO, CRISTO ES MI ETERNA JUVENTUD… OH BELLA CIAO.
Norma Borgobello - PM 8 Etapa Adultos.