La Galilea que me abrió sus puertas sin conocerme, la que me acompaño en mi proceso y fue medio en mi vida para la vuelta a la casa del Padre, y volver a ponerme a Su servicio en su obra. La Galilea que continúa siendo mi lugar de encuentro con el amor infinito del Padre.

Encuentro con Cristo en el rostro de nuestros hermanos más débiles.
Encuentro con Cristo en mis hermanos de comunidad, en el caminar juntos buscando una misma meta, en el aprendizaje y el aliento a vivir una fe conciente y comprometida.
En el compartir la vida, celebrando nuestras alegrías y ayudándonos a cargar la cruz cuando ésta se vuelve mas pesada. La Galilea que, a través de la oración y la lucha ligada, continúa siendo luz, aliento y fortaleza en la Palestra de nuestras vidas. “Señor Jesús, que a la luz de tus enseñanzas y unidos en el amor fraterno, podamos seguir pedaleando juntos hacia la meta” Amen.
Mariela Dominguez - Comunidad Galilea