Llegué a Palestra sin saber realmente qué era lo
que me esperaba. Recuerdo la primera reunión del Iniciador. Podía ver caras con
grandes sonrisas, otras como la mía reflejaban una mezcla entre emoción e
incertidumbre, y las de algunos con un gran "¿qué hago acá?". Dios
quiso ponerme en ese lugar, con mis alegrías, mis pensamientos, con mis luchas,
mis flaquezas y mis preguntas, con todo lo que soy.
Subí al PM con muchísima ansiedad y algo de temor.
Fue una experiencia incomparable y que marcó su huella en mi. Me llevé un
importante aprendizaje, una gran vivencia, amigas y hermanas en Cristo y un
nuevo comienzo. ¡¡Reforcé y grabé en mi corazón la frase: "Cristo es la
vida que merece ser vivida"!!.
Y así, ya renovada, llegó el Sedimentador. Estaba
con mucha alegría sabiendo que cada vez se encontraba más cerca el hecho de
formar parte de una comunidad. Veía a todos de otra manera, cada uno con un
brillo especial en sus ojos. De ahora en más comenzaríamos a recorrer el camino
que es Jesús, juntos y ayudándonos en la pedaleada!.
A cada persona que me preguntaba si tenía en mente
alguna comunidad, yo a todos les decía con seguridad: Kenosis. No sé realmente
por qué razón, pero sabía desde el primer momento que ésta era la comunidad a
la que Dios quería que formara parte. Hubo unas cuantas peleas y llantos en
casa debido a los clásicos problemas de tiempo con el estudio que resultan al
incorporar una nueva responsabilidad en el cronograma… pero, como aprendí a lo
largo de este tiempo, Papá Dios tiene un plan para nosotros y sé que Él quiso
que yo hoy forme parte de Palestra, y aquí me tiene!.
Mis días en comunidad recién inician. Es algo
nuevo. Un camino que empiezo a transitar de la mano de bellas personas que
comienzo a conocer pero que se que estarán ahí para mi.
Fue un hermoso trayecto el que viví hasta ahora.
Tengo una mezcla de sensaciones, pero muy especialmente siento una inmensa
alegría!! Y como le dije a mi comunidad, estoy con mucha emoción al poder
decir: soy parte de Kenosis!.
"Que mi espíritu esté abierto para descubrir
lo que de mí quieres Señor en cada momento y que pueda madurar como persona día
a día. Te ofrezco todas las horas de este nuevo comenzar."
María Sol Ocón - PM 83