Antes
de convertirse en el Apóstol Pablo, como mejor lo conocemos, Pablo se llamaba
Saulo y era un enemigo ferviente del cristianismo. La Biblia nos deja saber que
era de la ciudad de Tarsos y que su familia tenía ciudadanía Romana. Esto nos
dice que Saulo tuvo acceso a una buena educación y tenía la facilidad de
viajar. También sabemos que Saulo pertenecía a los Fariseos, un grupo judío
conocido por sus estudios sobre las leyes y tradiciones Judías. En los cuatro
evangelios vemos con frecuencia que los Fariseos se oponían a Jesús, sus
enseñanzas y seguidores.
Después
de la resurrección el odio contra los seguidores de Jesús aumento. Los primeros
cristianos enfrentaban obstáculos muy difíciles de entender hoy. Ellos fueron
rechazados en sus comunidades y peor aún por sus propios familiares y amigos.
Pero quizás lo más atemorizante era que aquellos cristianos eran perseguidos,
arrestados y en muchas ocasiones condenados a muerte por su fe en la
resurrección de Cristo. Saulo tenía un odio tan grande contra los cristianos
que el tomo como su misión personal perseguirlos. Tanto así, que estuvo
presente cuando mataron al diacono Esteban en Hechos 7.
Encuentro
con Jesús
Luego
en Hechos 9 vemos que en una ocasión a Saulo se le dio permiso de ir con un
grupo de hombres hacia Damasco para arrestar a los cristianos que estaban allí.
En camino a Damascos Jesús se le apareció con una luz tan potente que lo dejo
siego. Jesús le dijo "Saulo, Saulo, porque me persigues?" . Le ordeno
que fuera a la casa de un cristiano llamado Ananías, para recibir instrucciones
sobre el propósito que Dios tenía con él. Nunca más fue Saulo. El encuentro con
Jesús sacó el odio que tenía y convirtió el corazón duro de Saulo en el
corazón noble de Pablo.
Misiones
y Cartas
Pablo
uso la misma pasión con que perseguía a los cristianos para predicar el
evangelio. El embarco en tres viajes misioneros donde visitaba algunas 10
ciudades o más. En muchas de estas ciudades las personas estaban escuchando
sobre Jesús por la primera vez, como vemos cuando fue a Atenas. Considera que
Atenas era un centro importante de filosofía y creencias en mitología. Hoy es
un país considerado cristiano y es debido a esos viajes misioneros de Pablo.
En su
vieja vida Pablo atemorizaba a los creyentes. En su nueva vida el los animaba.
De los 27 libros en el Nuevo Testamento, 13 fueron escritos por Pablo. Estas
epístolas fueron dirigidas a varias ciudades y personas dando instrucciones,
consejos y enseñanzas.
La
Corona de Pablo
La
influencia de Pablo llego a ser una amenaza para los judíos. Leemos en sus
epístolas que mucha veces el fue perseguido, arrestado y torturado. Como muchos
de los discípulos y los demás apóstoles, Pablo sufrió por el evangelio, tanto
así que murió por causa de el en Roma. Pablo escribió su última carta 2 Timoteo
en la cárcel y da a entender que el esperaba su muerte.
Aunque
Pablo sufrió mucho por el evangelio él hubiese sido el último en sentir lástima
por sí mismo. En 2 Timoteo 4 Pablo dice: "Yo estoy ya al punto de ser
sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena
batalla, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de
justicia, que en aquel día me dará el Señor, el juez justo, y no solo a mi sino
a todos los que aman su venida".
Pablo
estuvo dispuesto a luchar y sufrir, a amar y a enseñar. Precisamente por esta
disposición hacia la voluntad de Dios en su vida, Dios nunca lo dejo y lo uso
en formas maravillosas. Muchas personas se identifican con la historia de Pablo
porque es una historia de redención. Su dedicación y obediencia a Dios
continúan siendo de gran inspiración para los cristianos de hoy.
Artículo compartido por Comunidad Saulo.