Hemos terminado la primera parte de la Escuela de Dirigentes 2015, lo que llamamos el primer Módulo, y a modo de una primera evaluación damos gracias a Dios por el tiempo de ver, juzgar y actuar, tiempo de escuchar, reflexionar y practicar lo aprendido. Son los primeros pasos de un grupo de dirigentes que con ansias participaron en este tiempo de 5 reuniones, con temas tan ricos, con presencia de Dios, pues hablamos de la persona humana, creación a imagen y semejanza.
Una imagen y semejanza que tenemos que aprender a conocer más y mejor, pues nos llena de alegría ver detrás de todo esto el inmenso Amor de Dios por los hombres. Y esa alegría se hace Esperanza concreta, porque nos reconocemos llenos de cosas buenas, de dones, talentos habilidades que deberemos multiplicar y tomarlo como un gran desafío, porque serán bases para que el día de mañana sostengan una familia, un matrimonio, una profesión, un rol, una función, un cargo, un servicio, un desafío que la vida nos impone.
De eso se trata esta Escuela, formarnos para explicitar en nosotros, ante los demás y en los ambientes, la Fe en Jesús y la Vida y es nuestro anhelo íntimo poder conocer mejor a Dios, la Iglesia, al hombre, al Movimiento, y así poder amar inteligentemente y en libertad de hijos de Dios. Se ama lo que se conoce.