COMUNIDAD MISIONERA SAULO - Etapa Jóvenes - Testimonio de Misión; “NO HAY NADA MAS MISIONERO QUE EL AMOR”.

Entrar a Saulo fué una de las cosas más lindas que me paso, sentir esa comodidad , esa simpleza, ese recibimiento de corazón de todos, ese GRAN CARISMA MISIONERO, ese poder sentirse en familia en tan poco tiempo…en pocos lugares se puede lograr.

Cuando me invitaron a la misión no dude en decir que sí, pero luego vinieron a mi muchas dudas, preguntas, obstáculos que me llevaban a pensar que no podía, que quizá no estaba lista o el simple hecho de no saber con qué me encontraría allá también me tiraba para atrás.
Luego un poco de ese miedo fue desapareciendo a medida que iba pasando la preparación, en cada reunión, en cada encuentro sentía que Jesús tenía algún mensaje para mí. Que quizá tenía que ser parte de esa misión.
Fueron muchos los obstáculos que tuve que pasar para poder llegar a la primera meta que era estar sentada en ese colectivo partiendo para Chuscha.
Y al fin llegué, llegué con muchas ansias, alegría, predisposición, dudas, miedos, pero por sobre todo con mucho amor para dar en cada cosa que tuviera que hacer.
Fueron pasando los días y ese bolsito misionero que me dieron el primer día, cada día iba llenándose, llenándose de ese amor que se sentía en cada pequeño gesto tanto en las personas del pueblo de Chuscha que tan solo con ese matecito que te servían a la mañana, esa sonrisa con la que te recibían, ese gracias por venir, los necesitábamos o esas ganas de querer compartir conmigo sus alegrías o sus tristezas iban tocando y abrazando a mi corazón fuerte como si fuera Jesús el que lo hiciera; como también al ver esa entrega, ese cariño, dedicación y esfuerzo de mis compañeros en cada cosa que hacían tanto para mí como para los demás, que me enseñaban cosas nuevas cada día con su testimonio y su forma de vida.

Y si yo digo que ese bolsito representa mi corazón que volvió lleno de ese AMOR DE CRISTO, lleno de historias que quedarán guardadas por siempre en él, lleno de alegría y tristezas que son parte de la vida de uno.
Volví convencida de que mi primera y más importante meta en esta vida es CRISTO, es tenerlo presente en todo acto de mi vida, es no olvidarme que Él está presente en cada persona que se cruza en mi camino y por eso no debo ignorar a nadie.
Volví con la más grande certeza de que él va a estar en todo momento, en todo lugar a mi lado esperándome con los brazos abiertos y que a eso debo compartirlo, QUE DEBO DAR TESTIMONIO DE ESE AMOR DE CRISTO Y SER PESCADOR DE HOMBRES. Que para eso estoy en la tierra.
Muchos cariños y gracias más que nada a Saulo que me ayuda a pedalear todos los días y por mostrarme que

Gabriela Dominino - PM 86 - Comunidad Saulo