“Después de muchas dudas llegó la hermosa experiencia que Dios me quería regalar a través de este movimiento. Al principio no entendía mucho cuál era el fin de todo esto, pero sí entendía y sentía un llamado en mi interior y muchos SIGNOS que me decían que debía llegar a PALESTRA.
En este proceso Dios me fue mostrando el camino y comencé a entender por qué Él me había puesto en ese lugar y en ese momento, poder conocerlo, con su amor infinito, con su misericordia, con su compañía, alentándome a salir de un pozo en el que estaba hundida y sobretodo enseñarme que con él Todo lo Puedo. Disfruté al máximo ese encuentro: lloré, grité, abrí mi corazón y me sorprendió, me llenó de Felicidad con su presencia, encendió en mi ese Fuego Ardiente y me regaló una herramienta, la más fuerte y efectiva de todas: el PEDAL, desconocida para mi hasta ese momento, de la cual el Apostolado y la Lucha Ligada fueron las que más me llamaron la atención.
Al volver del PM sabía que quería que ese fuego y esa felicidad Única que sentí allí no termine. Por eso decidí perseverar en una comunidad donde por mi realidad de vida, pudiera aportar y sentirme contenida. Así conocí y elegí BARTIMEO, comunidad de jóvenes adultos donde se hacían más fuertes esos dos elementos del pedal, Apostolado y Lucha Ligada. Su apostolado me enamoró, le dio un sentido distinto, al poder entregarme con amor y alegría a mis hermanos más necesitados, al poder llevar a Jesús y María al barrio donde hay muchas personas que no los conocen, personas con muchas carencias materiales y espirituales, pero con un corazón bondadoso, puro, sencillo y necesitado de Dios, quién nos puso ahí para ayudar, quizás con un pequeño gesto de amor, hablando, compartiendo historias, escuchándolos, esas cosas simples que llenan el alma y donde tengo la certeza que Él se hace presente. Aquí sentí más que nunca una frase de la Madre Teresa “Si no se vive para los demás la vida carece de sentido” y es así, pude comprobarlo en este apostolado. La LUCHA LIGADA, el saber que no estoy sola, que cuando voy a caer siempre hay un hermano que me ayuda, el poder compartir este sentimiento, saber que hablamos un mismo idioma “el del amor de Dios” y poder acompañarnos mediante la oración en comunidad me da la fuerza necesaria para poder pedalear y acercarme a Dios con alegría y fe.
Y así logré sentirme identificada con Bartimeo, al momento en que recobré mi vista y decidí decir: Si Señor, Yo Te Sigo!!!
Gracias Señor por buscarme, llamarme y ponerme en este camino, por dejarme conocerte, por todas y cada una de las personas que forman parte de este Movimiento, por mi Comunidad, por este hermoso Apostolado y por todas las personas del barrio que conocí. Bendiciones para todos ellos.
PROTAGONISTA SOY DE ESTE MUNDO Y NO SÓLO ESPECTADOR. OH BELLA CIAO!!!
SOFIA PADILLA – PM 88
Solo empezare diciendo gracias! Gracias Dios, Padre nuestro por haberme puesto en este lugar, por haberme elegido y por haberme escuchado y estirarme los brazos una vez más. Gracias Espíritu Santo por abrirme el corazón, y por haberme mostrado esta maravillosa Comunidad a la cual hoy estoy muy orgulloso de pertenecer, BARTIMEO.
Hasta hace apenas cinco meses ni me imaginaba donde hoy iba a estar y las cosas nuevas y hermosas que Dios tenia planeadas para mí. El PM me marco bastante, sin dudas fueron 4 días de los más importante de mi vida, a donde pude conocer aún más a nuestro Dios Padre y a nuestra Mamá María. Luego la elección de la Comunidad me termino de definir. EL SI del PM en llevar la Cruz del señor toda la vida, hoy lo sigo más que nunca.
Recuerdo haber entrado con miedo a la Expocomunidad por no saber si encontraría una comunidad de jóvenes adultos con la cual me sienta identificado. Todo fue hasta que escuche la palabra JUSTICIA SOCIAL, y entonces sentí más que nunca que el Espíritu Santo me llamaba hacia Bartimeo.
Me di cuenta que lo que había buscado o deseado durante mucho tiempo de mi vida, estaba al alcance de mis manos, ayudar a los demás, ayudar al prójimo, al más necesitado.
EL apostolado de Bartimeo es algo maravilloso, cuando fui el primer día al Barrio El Complejo en Ranchillos, donde tenemos nuestro apostolado, sentí muchas sensaciones, pero sobre todo sentí Paz y Tranquilidad. Entrar a ese lugar y conocer personas maravillosas, que no solo nos abrieron las puertas de su casa para compartir un mate o un vaso de agua, sino que también abrieron su corazón, y nos compartieron duros testimonios de vida. De eso se trata de escuchar al que necesita ser escuchado, y Dios me puso en ese hermoso camino. Compartir juegos, partidos de futbol, una merienda, con los chicos del barrio, desde pequeños hasta adolescentes, fueron una caricia al alma. Una frase que conozco desde niño define exactamente lo vivido: “en la alegría de un niño se encuentra la felicidad de un hombre”; y eso paso exactamente, ellos estaban alegres, y yo inmensamente feliz.
Cada momento que aporto a mi comunidad lo hago con mucha alegría y dando todo mi corazón. Se suspenden salidas, se postergan reuniones con amigos, o momentos de descanso, todo sea por aportar un granito de arena al objetivo que todos tenemos en común: servir al Pueblo de Dios.
Si bien hace apenas dos meses que persevero y que formo parte de Bartimeo, estoy inmensamente orgulloso y agradecido de pertenecer a esta hermosa comunidad que me abrió los brazos para recibirme y abrazarme bien fuerte, ese abrazo que tanto buscaba y necesitaba.
A seguir PEDALEANDO y seguir apostolando, esto sí, es encontrarle sentido a la vida.
Me despido con esta dos pequeñas partes del evangelio de Mateo, donde veo representada a las personas del lugar donde apostolamos: - Felices los pacientes por que recibirán la tierra en herencia – Felices los de corazón limpio por que verán a Dios – Mateo (5 , 5-8)
José Zalazar – PM 89.