Aún recuerdo meses atrás, cuando comenzaba a gestarse la idea de ser participes de este CEN (Congreso Eucarístico Nacional). Me preguntaba como haríamos para hacer todo, pero una voz surgía y me decía, "calma, aquí estoy junto a vos". Y así fue que confiada en la providencia de Dios me entregué y entregué el Movimiento a sus manos.
Hoy, días después que este maravilloso CEN culminó, no puedo describir con palabras todo lo que se vivió, las cosas de las que fui testigo, la gracia que vi correr delante de mi, ni la intensidad con la que latió mi corazón en estos días minuto a minuto. Vi una Iglesia unida, fervorosa, devota , entregada, esperanzada, y amada a cada segundo por un Dios que lo es todo, un Dios que hizo nuevas todas nuestras cosas, un Dios que nos hizo uno en Él, y que nos recordó que Él viene a traernos vida en abundancia.
Doy gracias a Dios porque en estos días pude ver a Palestra siendo protagonista, siendo parte de esto histórico que vivimos como provincia y como Iglesia. Donde sea que miraba me encontraba con mi familia Palestrista, y veía como su sonrisa, su alegría cristiana eran signos de la comunión que entre todos estábamos viviendo. Dios nos recordó que es el Señor de nuestra historia, que lo necesitamos, y que su presencia real en la eucaristía enciende nuestro corazón!! Acaso no sentíamos arder el corazón en cada momento?...
Gracias a cada Palestrista de todas las Etapas que pusieron el cuerpo para servir, que ofrecieron sus dones, su amor, su cansancio, su valentía, su fuerza, para que todo saliera como Dios quiso. Gracias porque, en cada uno de ustedes, Dios se hizo real y presente, y fueron Cristo para otro hermano. Gracias a los jóvenes por su valentía, por no dejar que se menosprecie su juventud, sino al contrario, mostrar que seguir a Cristo es felicidad plena. Gracias a los jóvenes adultos y adultos Palestristas por mostrarnos que Dios mueve el corazón, que Dios los pone en acción, y que somos una familia, que nadie está solo en este camino.
Gracias a la vocal de Pastoral, a los Coordinadores de Etapa, a nuestro querido Padre Lalo, por poner su granito de arena para que todo esto fuera posible. Porque Dios jamás se deja ganar en generosidad, y me regala hermanos con quienes siempre emprender el camino y los sueños, y las ganas de seguir haciendo de esta Palestra un Movimiento en salida.
El amor me lo ha enseñado todo, me lo ha mostrado todo, por eso admiro al amor. El amor atravesó mi vida, fundó mi mujer nueva y, desde entonces, pertenezco a Él. En este CEN, ese amor volvió a recordarme hacia dónde vamos, cuál es nuestra meta y qué corona nos entrenamos por alcanzar.
Ese amor nos pide una vez más que nos lancemos, que olvidemos el pasado, que lo reconozcamos en la Eucaristía y que, tomados de la mano de Maria, nos animemos a ser protagonistas de nuestra historia!!
Totalmente confiada, les puedo decir que SOLO DIOS BASTA...
Verónica Gisselle Rodríguez - PM 78
Coordinadora Palestra Tucumán