Queridos Jóvenes: Desde la Comisión Arquidiocesana de Pastoral de Juventud queremos alentarlos a seguir, con fidelidad a Jesús, anunciando la Buen Nueva a los jóvenes.
En estos días es frecuente escuchar diversas denominaciones de los jóvenes. Algunas alentadoras y esperanzadoras donde se destacan virtudes que tenemos. Seguro habrán escuchado:
"¡Qué entusiasmo tienen los jóvenes!"
"Los jóvenes son solidarios por naturaleza..."
"Cuando el joven se lo propone es reflexivo...".
Estas y otras afirmaciones salen de boca de adultos, ancianos y hasta de nosotros mismos. Frases que alientan, nos hacen sentir orgullosos y dan esperanza. Pero también se escucha decir:
"Con esta juventud no hay futuro..."
"Al joven sólo le importa la joda..."
"La juventud está perdida..."
Todos escuchamos o hemos dicho alguna vez una de estas frases. Palabras duras que hieren el alma y paralizan. Tan llenas de desesperanzas que parecería inútil trabajar por los jóvenes.
Nos atrevemos a decir tan vacías de amor. Amor que redime, que espera, que es paciente, que alienta, que cree, que acompaña... Los jóvenes creemos en el "Dios que Ama a los Jóvenes". Y esto es lo que da sentido a la tarea de cada una de nuestras comunidades juveniles. Este amor nos llama a mirarnos unos a otros, a descubrir y contemplar las maravillas que Dios obra en nosotros, a reconocer nuestras debilidades. Este amor nos invita a mirar al joven como un don, una gracia.
Queridos animadores y animadoras, sus comunidades están llenas de dones, de gracia. Chicos y chicas sedientos del Dios que los ama. Muchos ya lo conocieron, pero otros tantos todavía lo buscan y muchas veces en lugares donde no está. Nuestra misión es acercar al joven al amor del Padre. Somos co-responsales de su salvación.
Por todo esto vemos importante tener un tiempo en donde nos miremos como jóvenes. Pero con los ojos de Cristo. Ya que sólo Él nos ayudará a descubrir en el hermano un tesoro. Sólo en Él fortaleceremos la esperanza y nos impulsará a seguir trabajando.
Queremos emprender esta tarea entre todos, animadores, asesores, párrocos, movimientos, colegios. Lo haremos en el ENCUENTRO ARQUIDIOCESANO DE JÓVENES, a realizarse los días 12 y 13 de julio.
Allí seguiremos con la reflexión, compartiendo el camino recorrido. Es importante que entre todos animemos a nuestras comunidades para garantizar la presencia.
Poniendo la tarea en manos de Cristo y María de la Merced nos estrechamos en un afectuoso abrazo.
COMISIÓN ARQUIDIOCESANA DE PASTORAL DE JUVENTUD
En estos días es frecuente escuchar diversas denominaciones de los jóvenes. Algunas alentadoras y esperanzadoras donde se destacan virtudes que tenemos. Seguro habrán escuchado:
"¡Qué entusiasmo tienen los jóvenes!"
"Los jóvenes son solidarios por naturaleza..."
"Cuando el joven se lo propone es reflexivo...".
Estas y otras afirmaciones salen de boca de adultos, ancianos y hasta de nosotros mismos. Frases que alientan, nos hacen sentir orgullosos y dan esperanza. Pero también se escucha decir:
"Con esta juventud no hay futuro..."
"Al joven sólo le importa la joda..."
"La juventud está perdida..."
Todos escuchamos o hemos dicho alguna vez una de estas frases. Palabras duras que hieren el alma y paralizan. Tan llenas de desesperanzas que parecería inútil trabajar por los jóvenes.
Nos atrevemos a decir tan vacías de amor. Amor que redime, que espera, que es paciente, que alienta, que cree, que acompaña... Los jóvenes creemos en el "Dios que Ama a los Jóvenes". Y esto es lo que da sentido a la tarea de cada una de nuestras comunidades juveniles. Este amor nos llama a mirarnos unos a otros, a descubrir y contemplar las maravillas que Dios obra en nosotros, a reconocer nuestras debilidades. Este amor nos invita a mirar al joven como un don, una gracia.
Queridos animadores y animadoras, sus comunidades están llenas de dones, de gracia. Chicos y chicas sedientos del Dios que los ama. Muchos ya lo conocieron, pero otros tantos todavía lo buscan y muchas veces en lugares donde no está. Nuestra misión es acercar al joven al amor del Padre. Somos co-responsales de su salvación.
Por todo esto vemos importante tener un tiempo en donde nos miremos como jóvenes. Pero con los ojos de Cristo. Ya que sólo Él nos ayudará a descubrir en el hermano un tesoro. Sólo en Él fortaleceremos la esperanza y nos impulsará a seguir trabajando.
Queremos emprender esta tarea entre todos, animadores, asesores, párrocos, movimientos, colegios. Lo haremos en el ENCUENTRO ARQUIDIOCESANO DE JÓVENES, a realizarse los días 12 y 13 de julio.
Allí seguiremos con la reflexión, compartiendo el camino recorrido. Es importante que entre todos animemos a nuestras comunidades para garantizar la presencia.
Poniendo la tarea en manos de Cristo y María de la Merced nos estrechamos en un afectuoso abrazo.
COMISIÓN ARQUIDIOCESANA DE PASTORAL DE JUVENTUD