- LA COMUNIDAD - Esta experiencia nos capacitará para ser promotores de comunidades en los ambientes y ser signo de presencia de Dios en todos lados.

Palestra, como Movimiento está llamado a vivir y expresar la comunidad en una comunión de personas en Cristo. Convocados por la Palabra, los Palestristas están llamados a realizar una comunidad en la verdad y en el amor. Esto es esencialmente una Iglesia-signo; un grupo de personas que viven en comunión. (Documento de Identidad, Cap. IV, 4, c, d)

1.- La Comunidad es un “nosotros” real y verdadero. Algo mas que la suma de los “yos y de los tús”, el nosotros de la Comunidad es una forma nueva de SER.
2.- Cuando hay identificación con las finalidades de la Comunidad, cuando hay un camino recorrido juntos, cuando hay muchas horas de convivencia, cuando se ha luchado por las mismas metas, cuando hay relaciones fraternas, el “nosotros” sale redondo y espontáneo.
3.- Ni tú, ni yo; “NOSOTROS”. NOSOTROS programamos, NOSOTROS pensamos, NOSOTROS hacemos, NUESTROS logros, NUESTRAS preocupaciones, nuestros FINES de semana.
4.- La Comunidad se PERTENECE, porque la Comunidad te DUELE. El evangelista Lucas decía de la primitiva Comunidad de Jerusalén; Comunidad Modelo que “tenían un solo corazón y una sola alma”. (He.4-32)
5.- La Comunidad tiene una sola alma en varios cuerpos. Se sienten como una sola persona. Esto implica muerte, superación del egoísmo, ensanchamiento del corazón para preocuparte no sólo de lo “tuyo”.
6.- La integración de la Comunidad no se logra de una vez para siempre. Es una tarea que nos reta constantemente.
7.- San Agustín describe así la vida de una Comunidad: rezar juntos, pero también hablar y reír en común, intercambiar favores, leer libros juntos, bromear juntos y juntos cuando se debe, ser serios.
8.- Estar a veces en desacuerdo y utilizar este desacuerdo para reforzar el acuerdo habitual.
9.- Echar de menos y con pena, a los ausentes, acoger con alegría a los que llegan.
10.- Hacer manifestaciones de alegría, fuego del corazón de los que se aman y se atraen, expresados en el rostro, en la lengua, en los ojos, en mil gestos de ternura.
11.- En la Comunidad Cristiana, los unos se responsabilizan del crecimiento de la fe de los otros, se empujan adelante con el mutuo testimonio.
12.- La Comunidad se vive así mismo desde la fe, descubre en la reunión, en la convivencia la presencia alentadora de Jesús: “Donde hay dos o mas reunidos en mi nombre allí estoy YO en medio de ellos.
13.- Descubre en el gozo, en la amistad, en el ímpetu que nace de la convivencia un signo y un fruto, de la presencia de Jesús entre los suyos.
14.- Al mismo tiempo que comparte la fe, la celebra también con la oración y la Eucaristía.
15.- La Eucaristía es el BRINDIS de la Comunidad Cristiana. Un BRINDIS de felicidad y compromiso. Un BRINDIS de alianza y amistad. Un juramento de fidelidad al compromiso de sus integrantes hacia si mismo y hacia la sociedad.
16.- La Comunidad cristiana, debe estar abierta al mundo en servicio de la causa de Jesús.
17.- Busca transformar la sociedad. Se compromete con sus acciones, a nivel Comunitario o de personas, que tienen como fin construir el Reino, en el mundo.
18.- Se compromete a mejorar la sociedad, según el proyecto de Dios, habla de la Exclusión de los hermanos y fomenta y se juega por la Inclusión.
Pbro. Atilano Alaíz.
A través de la vida comunitaria, el Palestrista:
- Se enriquece en la vivencia de los valores evangélicos.
- Se hace más fecundo el diálogo con los hermanos.
- Se logran nuevas riquezas, a través del intercambio de experiencias.
- Con el apoyo y el testimonio de los hermanos, le permite ser más eficaz en el Anuncio de la Palabra, al mismo tiempo que sirve de incentivo para perseverar en la lucha.
- Crece en un mayor compromiso y conocimiento de la realidad y los ambientes en que vive.
(Doc. Promoción y Perseverancia; Cap. II, D; 2,3)