Todos los años, los Palestristas recordamos a nuestro líder, Pablo de Tarso, en esta Semana dedicada a alabar a Dios a través de uno de sus comprometidos testigos, porque así, el recordar, nos hace ver que es posible salir de la oscuridad de la noche para acercarnos al resplandor de Dios, aunque por unos instantes nos ciegue su luz.
La audacia de fe de Pablo, ha de ser hoy un estímulo para la Iglesia entera, una especie de aguijón que haga reaccionar nuestro ánimo y nos haga abrir nuevos horizontes de paz y esperanza para la humanidad.
La audacia de fe de Pablo, ha de ser hoy un estímulo para la Iglesia entera, una especie de aguijón que haga reaccionar nuestro ánimo y nos haga abrir nuevos horizontes de paz y esperanza para la humanidad.